Una tigresa parió unos cachorros sin vida, pero sus instintos se activaron y todos se sorprendieron
May 07, 2020 by apost team
Pocas cosas son más milagrosas que traer una nueva vida al mundo. Aunque muchas madres dan a luz a hijos sanos, las cosas no siempre salen como estaba previsto. El tigre de Sumatra es una especie en peligro crítico de extinción, y el nacimiento de un cachorro de estos tigres es en sí mismo algo milagroso.
En agosto de 2013, una tigresa de Sumatra dio a luz a dos cachorros machos en el Zoológico de Australia. ¡Fue un acontecimiento muy emocionante! Sin embargo, uno de los cachorros estaba peligrosamente cerca de la muerte. Semejante tragedia hubiera sido desgarradora para la madre y para toda la especie. Por fortuna, el instinto maternal la hizo entrar en acción en el momento justo, y ahora todos podemos apreciar ese conmovedor momento.
La tigresa, Kaitlyn, vive en el zoológico ubicado en Beerwah, Queensland, Australia. Ella es una de los nueve tigres de Sumatra que hay en ese zoo, y están al cuidado de Giles Clark, un conservacionista inglés, y su equipo de ocho cuidadores. En el zoológico, Clark dirige el departamento de tigres. Estaba allí junto a Kaitlyn el día que dio a luz.
En el video de la BBC Earth, Clark explica que Kaitlyn llevaba horas de parto antes de llegar a las fases avanzadas. Ahí fue cuando empezó a tener fuertes contracciones. Aunque él estaba a su lado, Kaitlyn tenía que dar a luz por ella misma.
Clark la miraba con asombro, al igual que el resto de los trabajadores del zoo, a través de una transmisión de video en directo. Era evidente que todos los espectadores estaban muy emocionados.
Asegúrate de llegar al final de este artículo, para que veas el video completo :-)
Según informa el Sunshine Coast Daily, Kaitlyn dio a luz a dos cachorros machos, llamados Stripe y Spot, frente al reducido público formado por los trabajadores del zoológico de Australia. Aunque el momento estuvo lleno de alegría y emoción, hubo algunas complicaciones con los nacimientos.
El primer cachorro había quedado débil por el trauma del parto y tenía problemas para respirar. Tras dar a luz al primer cachorro, Kaityln empezó a lamer a su hijo para que empezara a respirar. Pero el bebé no tenía la capacidad de llenar sus pulmones de oxígeno por sí mismo. Ya habían pasado más de dos minutos, y el cachorro seguía sin respirar.
Este embarazo era el primero de Kaitlyn, así que era comprensible que no supiera cómo reaccionar. Sin embargo, tal como ocurre con muchas madres (independientemente de su especie), Kaitlyn supo exactamente lo que tenía que hacer. Se mantuvo tranquila y empezó a lamer a su bebé.
La presión, aunada al movimiento en el cuerpo del cachorrito, estimularon sus pulmones y mejoraron su capacidad de respirar. Al principio, las lamidas de Kaitlyn produjeron pobres resultados. El tigrito seguía jadeando, tratando de respirar. Kaitlyn insistió, como lo haría cualquier madre. Siguiendo sus instintos, no dejó de lamerlo hasta que el bebé logró respirar bien por sí mismo.
Finalmente, Clark vio que el cachorro había respirado un par de veces, y que por fin podía respirar por sí mismo.
apost.com
El instinto natural en acción
En ese momento, Kaitlyn empezó a tener más contracciones: ¡todavía le faltaba parir al otro cachorro! Por fortuna, el segundo bebé salió y pudo respirar por su cuenta casi de inmediato. Clark y el equipo de trabajadores del zoológico se alegraron mucho con el parto. Se sintieron increíblemente felices por haber podido presenciar un evento tan milagroso.
Después de su largo día de parto, Kaitlyn dejó que Clark compartiera un poco con ella. Él le dio una cálida palmadita en la cabeza, mientras ella miraba a sus cachorros con admiración. "Eres una chica muy buena. Eres increíble", le dijo Clark a Kaitlyn. En ese momento, Clark le dijo lo siguiente al Courier Mail:
"Los cachorros pasarán las próximas semanas forjando vínculos con su madre. Eso también garantizará que reciban el calostro (primera leche), lo que les dará una gran ventaja en su desarrollo".
Y añadió:
"En esta etapa es cuando debemos formar fuertes lazos entre los cuidadores y los cachorros, lo que nos permitirá interactuar con los tigres durante toda su vida, y proporcionarles un enriquecimiento a largo plazo, con paseos y experiencias fuera de sus recintos".
Los conservacionistas estiman que en este momento hay solo unos 400 tigres de Sumatra en su hábitat natural, por lo que cada nacimiento vivo es un triunfo monumental para la comprometida especie. Asimismo, la muerte de un cachorro es devastadora de varias formas. Es una suerte increíble que Kaitlyn haya podido traer a su primogénito de vuelta a la vida, y es emocionante para todos los amantes de los animales que una especie tan amenazada haya podido procrear. Clark añadió:
"Estos cachorros no solo garantizarán la supervivencia de la especie en cautividad. También proporcionarán diversidad genética entre las poblaciones de tigres cautivos. El linaje salvaje de los cachorros es un factor importante".
La historia de Kaitlyn sobre el instinto maternal es conmovedora. Tienes que ver las increíbles imágenes con tus propios ojos, para que experimentes ese momento de éxtasis. ¡Deja tus opiniones y comparte esto con todos los amantes de los animales que conozcas!