Una perrita temblorosa se transforma completamente cuando un rescatista le da un abrazo

Jul 09, 2020 by apost team

Eldad Hagar es un voluntario de Hope For Paws, y llegó a una escena en la que presenció a una perra aterrada y sola en las calles de Los Ángeles, Estados Unidos. Cuando se acercó, la pequeña cachorra estaba desesperada por alejarse tanto como pudiera, yendo hacia la esquina más alejada. Eventualmente cedió un poco cuando le extendió su mano. Esto le fue suficiente para que ella le permitiera cargarla entre sus brazos.

Los perros de la calle suelen sentir miedo frente a cualquier movimiento de un extraño, tanto si están buscando brindarles una mano o lo contrario. Sus vidas les han enseñado que la gente de buen corazón no es fácil de encontrar, que son raras las veces que logran encontrar un lugar donde esconderse de la lluvia y que casi nunca consumen comida decente. Para los perros que han sido maltratados, dar con una persona amorosa no es algo común, lo cual hace que sean temerosos frente a los extraños.

Una organización, Hope For Paws, busca cambiar esto, y recientemente le dieron una segunda oportunidad a una perrita de la calle. La organización está ubicada en Los Ángeles, Estados Unidos, donde trabajan en rescatar perros que no tienen techo. Y además de salvar perros, asumen complicadas misiones de rescate de estos amigos.

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Un día los llamaron y les informaron sobre un perro abandonado en la calle. Al recibir la llamada, de inmediato buscaron y encontraron a una perrita debilitada. La pequeña perrita blanca era muy tímida; evitaba hacer contacto visual con el equipo de rescate.

La perrita se estaba escondiendo en una esquina de una construcción de concreto, lugar que estaba bastante frío. Edgar Hagar intentó llamar a la perrita con voz baja, pero el tímido animal estaba tan aterrado que intentó esconderse todavía más, pegándose a la pared.

La perrita estaba aterrada y nerviosa, y temblaba cada vez que alguien intentaba acercarse. Cuando Edgar decidió acercarse, esta lo que hizo fue alejarse más. Edgar comenta en el video: "No quería lucir amenazador, por eso gateé lentamente hacia la perra".

La pequeña perra estaba parada sobre sus patas traseras mientras intentaba permanecer lo más lejos posible de Edgar. Agrega el rescatista: "No paraba de bajar la cabeza y no lograba hacer que se sintiera segura". La perra seguía evitando contacto visual e intentaba permanecer lo más lejos que pudiera de Edgar. Estaba determinado a no dejar al animal ahí, así que por eso estiró su mano hacia la aterrada perrita y esta vez ella cedió, y logró tomarla entre sus brazos.

Cuando logró tomar a la perrita, la apretó contra su pecho suavemente para consolarla. En poco tiempo la perrita se sintió cómoda en brazos. Edgar decidió llamarla McKenzie. Se dio cuenta de que McKenzie necesitaba más que seguridad y buscó la forma de que ese primer encuentro dejara tranquila a la perrita.

Por esa razón se abocó a ganarse la confianza de la perrita, algo que logró a través de un abrazo. Edgar agrega, tomando en cuenta la difícil situación que hay por la COVID-19:

"Vivimos en un mundo con pocos abrazos, ¡pero para McKenzie esto era lo que más se necesitaba!".

Amor y compasión no son simplemente sentimientos reservados para las personas con las que interactuamos a diario. En las calles hay un gran número de animales sin hogar que buscan amor y refugio, algo que escasea para ellos. McKenzie estaba en una situación terrible y probablemente habría muerto de frío y otros males, pero Edgar se aseguró de que la vida de esta perrita cambiara para mejor.

McKenzie ahora vive en mejores condiciones. Es una historia que pasó de ser una situación desesperada a una llena de amor y confort. Más y más organizaciones deberían juntar esfuerzos y ayudar a rescatar a estos animales sin techo de las calles y brindarles un nuevo hogar.

Nuestra humanidad comienza con nuestras acciones, en especial aquellas que hacemos por animales indefensos en las calles. Echa un vistazo al video, ¡y no olvides compartirlo con tus familiares y amigos también!¡Alégrale el día a alguien!