Una niña le regaló una magdalena a su recolector de basura favorito y recibió una sorpresa 6 meses después
Ago 29, 2022 by apost team
Hay muchos niños que se encariñan con algún trabajador de su zona. A algunos les gustan los bomberos. A otros les llaman la atención los agentes de policía. Brooklyn, una niña de Bloomington, Illinois (Estados Unidos), quedó encantada con Delvar Deshawn Dopson, un recolector de basura de su vecindario. Todos los días se sentaba junto a la ventana de su casa a esperar que pasara el camión de la basura.
Dopson solía hacer su ronda los jueves. Cada vez que veía a Brooklyn, ella lo saludaba con la mano. Él sonreía y le correspondía el saludo. La niña le alegraba el día. Incluso, en su cumpleaños, el deseo de la pequeña fue darle un regalo al recolector.
La madre de Brooklyn, Traci Andracke, sabía lo mucho que significaba Dopson para su hija y a veces la llevaba a dar la vuelta a la manzana, cuando el camión no pasaba por su casa. Traci le dijo al Huffington Post: "Es el recolector de basura favorito de Brooklyn".
Cuando la niña cumplió 3 añitos, su único deseo era regalarle al trabajador una de sus magdalenas especiales, para agradecerle por su arduo esfuerzo. La niña decidió sorprender a Dopson con una magdalena especial de hadas.
La madre de Brooklyn compartió el emotivo momento en Facebook y contó que Dopson estaba bajando por la calle, saludando como siempre, cuando ella lo llamó. El hombre salió de su camión con una gran sonrisa en la cara. Brooklyn no podía contener su timidez, pero al final le regaló la magdalena que llevaba en la mano.
Este acto fue el inicio de una nueva tradición. Desde entonces, Dopson y la familia de Brooklyn han estado creando momentos maravillosos.
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Andracke se tomó la molestia de explicarle a Dopson que sus visitas semanales hacían muy feliz a su hija y él se emocionó profundamente, revelando que también espera los jueves para poder verlos.
El 7 de abril de 2016, Brooklyn se sintió encantada de regalarle a Dopson una magdalena, para celebrar su propio cumpleaños. "Como madre, no puedo describir lo feliz que me hizo que mi hija por fin pudiera conocerlo", señaló Andracke. "Estaba literalmente impresionada y no podía decir ni una palabra. Yo tuve que hablar por ella. Y eso que a ella le encanta hablar".
Sin embargo, después de que Dopson se marchó, Brooklyn volteó hacia su madre y le dijo: "Mami, me siento muy feliz". La experiencia fue breve, pero el encuentro tuvo efectos duraderos.
Seis meses después, Dopson decidió devolverle el favor a la niña y a su hermano, Ty, así que les llevó ponquecitos y otras cosas cuando cumplió años. Ahora la tradición ha continuado y no hay planes de que Dopson y la familia de Brooklyn dejen de hacerlo. La familia se siente muy agradecida por la nueva amistad que han forjado gracias al cariñoso gesto que tuvo su hija.
Andracke explicó lo "asombrada" que se sentía por toda la atención que recibió el dulce encuentro entre Brooklyn y Dopson:
"Me gustaría que la gente recordara que un pequeño gesto (un bocinazo, un saludo, una sonrisa) no requiere mucho esfuerzo. Simplemente vale la pena hacerlo. Dedícale un pedacito de tu tiempo a alguien, ayúdale o muéstrale una sonrisa. Nunca se sabe quién será el receptor de esa sonrisa, y cómo podría alegrarle el día".
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