Una niña de tres años protestó como toda una adulta cuando estaba en el preescolar

May 14, 2020 by apost team

Los niños pueden convertir cualquier momento en una anécdota increíblemente graciosa. A veces, parece que no son conscientes de su corta edad. Sus personalidades empiezan a manifestarse desde muy temprano, y ni siquiera sus maestros pueden ganarles la partida. Cuando una maestra de preescolar puso a una niña en posición de descanso, la pequeña empezó a despotricar como toda una adulta.

Por ejemplo, en esta grabación vemos que una niña está en el jardín de infantes. La maestra la castigó poniéndola en posición de descanso, pero en vez de aceptar su castigo, la chiquilla empieza a tener una acalorada discusión con su maestra, y hasta la llamó con un nombre equivocado. Sin duda, esta discusión es una en un millón.

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La discusión se hizo viral porque fue transmitida en el programa de Steve Harvey. En ese momento de frustración, la niña parece haberse convertido en otra persona, y no tuvo miedo de enfrentarse a su maestra. Pero su actitud es tan cómica que nos hace reír a carcajadas, en vez de indignarnos.

Tal vez el punto culminante de la conversación es cuando la maestra le dice: "Se supone que estás castigada, no puedes salir aún. Estás castigada ahora mismo".

Sin embargo, la niña no se siente intimidada en lo más mínimo. "Bueno, déjame decirte algo... escucha, Linda..."

¡Pero la maestra no se llama Linda! Nadie puede entender por qué le cambió el nombre a la maestra en ese momento de frustración. Algunos sugieren que la niña está imitando otro video que se había hecho viral, donde un niñito se enfada con su mamá por unos pastelitos.

Parece que el castigo no logró que la niña se diera cuenta de que había cometido una falta. Sin embargo, su pataleta tuvo efectos muy beneficiosos, porque nos ha hecho reír justo cuando más lo necesitamos. Sea como sea, lo cierto es que esta niña se hizo famosa en Internet, e hizo reír al mismísimo Steve Harvey. ¿Qué habrá hecho la profesora para poder mantener la seriedad en ese momento?

¿Conoces a algún niño que tenga una actitud parecida, o a algún padre o profesor que necesite reírse? ¡Comparte esta historia con tus amigos y familiares, para que ellos se rían también!