Una mujer pasa toda una noche en un refugio acurrucada con un perro agonizando para que no muera solo

Ago 23, 2019 by apost team

Las mascotas dependen de los humanos en cuanto al amor y las necesidades básicas, por eso las que no tienen tanta suerte y terminan en la calle sin alguien que las cuide suelen estar condenadas a una corta vida, pues puede arrollarlas un auto o pueden ser víctimas del frío extremo del invierno. Estos pobres perritos tienen una dura vida en las calles y no conocen la comodidad de un cálido hogar en el que puedan acurrucarse y dormir plácidamente durante una noche.

Hace poco, un pitbull de la calle llamado Watson fue encontrado por Janine Guido, quien trabaja en una organización de rescate de animales de Filadelfia. Watson fue uno de los desafortunados ejemplos de un perro que sucumbió ante las adversidades de una vida sin casa ni necesidades básicas y refugio.

A Watson le encontraron un tumor de gran tamaño en su espalda y tenía llagas en otras partes de su cuerpo. Las personas que encontraron al perro lo llevaron a una emergencia veterinaria cercana, en donde le dieron el triste diagnóstico. El veterinario dijo que el cáncer del perro se había esparcido demasiado como para tratarlo y que su tiempo casi se había terminado. Watson fue enviado a un refugio local para que viviera las últimas horas de lo que le quedaba de vida.

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Janine pensó que era probable que el perro no sobreviviera otro día en el refugio y no quería dejarlo solo en ese momento en el que necesitaba de la compasión de alguien al final de su vida. Se quedó con Watson de forma que sus últimas horas fueran lo más cómodas posibles. Reunió unos colchones cómodos y unas mantas para ella y el perro, y se acurrucó junto a él.

Pasó la noche con Watson y le hizo saber que era amado. Con el perro acurrucado cerca de ella, Janine lloró mientras se quedaba dormida.

A la mañana siguiente el perro despertó agonizando y Janine estaba otra vez llorando porque sus momentos finales se estaban acercando. No logró comer ni beber nada de su desayuno, pero Watson no estuvo solo cuando murió poco tiempo después de despertarse. Fue una noche desgarradora, pero Janine se sentía agradecida de que el perro hubiera sentido amor durante la última noche de su vida.

¿Qué habrías hecho tú para consolar a Watson en sus últimas horas? Cuéntanos en los comentarios y no te olvides de compartir el amor mostrando esta historia a tus amigos y familiares.