Una madre dice que el dueño de un restaurante le dijo a su familia que "no volviera más nunca" después de que esta amamantara a su bebé

Sep 26, 2021 by apost team

Dar la bienvenida a un nuevo bebé a la familia es uno de los acontecimientos más encantadores y de los que más transforman la vida, pero también trae consigo muchos cambios y nuevos retos diarios. Tener que supervisar constantemente a un bebé recién nacido día y noche y asegurarse de que está bien alimentado, vestido y atendido puede ser abrumador para los nuevos padres.

Además, los padres tienen que encontrar la manera de cambiar sus rutinas mientras se adaptan a tener una nueva persona en su vida y a atender todos los deseos y necesidades de esta. La situación de cada persona es diferente, pero es justo decir que cada padre tiene su propio conjunto de temas a los que se enfrenta durante las primeras etapas de la crianza.

Por ello, la mayoría de los padres están ansiosos por salir y disfrutar de un buen día. Ser padres no es fácil, y muchas madres tienen el reto añadido de cuidar de sus hijos y de su propio cuerpo. El parto es duro para el cuerpo y además, para las madres que eligen amamantar a sus hijos, también hay su propio conjunto de retos.

La mayoría de las madres no tienen ningún problema con la lactancia, pero se enfrentan a dificultades cuando otras personas tienden a juzgarlas por amamantar en público. Aunque dar pecho es algo natural y hermoso, mucha gente sigue sintiéndose incómoda cuando ve a una mujer haciéndolo sin ninguna vergüenza. Una mujer de Washington, Estados Unidos, tuvo una mala experiencia en un restaurante en septiembre de 2021 después de empezar a dar pecho a su hijo recién nacido.

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Komo News informó que Ruby Meeden, junto con su marido Aaron, había planeado reunirse con otros familiares para cenar en el restaurante Greek Islands de Anacortes, Washington. El hijo de Ruby y Aaron apenas tenía cuatro días de vida cuando la pareja entró en el restaurante y para el momento en que llegaron, el recién nacido ya tenía hambre.

"Me aseguré de que se prendiera bien de mi seno antes de entrar y luego me tapé y todo y nos sentamos de cara a la pared", dijo Ruby al medio de comunicación. Sin embargo, esto no sentó bien a los propietarios del restaurante.

Aaron dijo que el propietario parecía estar ocupado con los pedidos telefónicos y los dejó esperando durante media hora antes de que finalmente se acercara a su mesa, solo para decirles que se fueran. Naturalmente, esto resultó chocante y molesto para la pareja.

"Así que le preguntamos: '¿Qué pasa? ¿Va todo bien?'", compartió Aaron. "Y en ese momento nos dijo: 'No vuelvan más nunca'". Para cualquiera, tener que oír esto es impactante y debido a la terrible experiencia, Aaron dejó una mala crítica en las redes sociales para que otros también la vieran.

Según el medio de comunicación, el propietario del restaurante respondió publicando su propio comentario sobre la mala crítica, pero no tenía absolutamente nada bueno que decir, ni presentó ninguna disculpa.

"En el comentario llamó a nuestros hijos mocosos y que no volviéramos a ir a dar pecho. Llamó animal a mi mujer", según Aaron. Por desgracia, el propietario acabó reforzando su opinión y no cedió.

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Sobre el suceso, Ruby dijo: "Mi elección de amamantar a mi hijo en ese restaurante fue la razón por la que echaron a toda mi familia. Fue una m*****".

Según Komo News, la ley del estado de Washington establece "el derecho de una madre a amamantar a su hijo en cualquier lugar de ocio, alojamiento, reunión o diversión públicos", y todo lo que no sea así se considera discriminación. Sin duda, esto significa que el propietario del restaurante no cumplió las leyes y echar a la madre solo por dar pecho fue ilegal.

Las acciones del restaurante provocaron una manifestación en su contra que estuvo conformada por mujeres enfadadas de la misma ciudad. Este grupo se manifestó fuera del restaurante y tuvo la intención de enfrentarse al propietario. No obstante, el día de la manifestación el negocio cambió a solo comida para llevar y luego cerró varias horas más temprano. El propietario también acabó eliminando las páginas de Facebook e Instagram del restaurante. Las madres enfadadas calificaron el acto como algo discriminatorio y humillante.

Sin embargo, esto no ha impedido que el grupo de mujeres siga exigiendo respuesta al propietario del restaurante. "Vas a tener que responder por lo que hiciste de una forma u otra, porque es ilegal echar a una mujer por dar amamantar", dijo a Komo News Megan Stevens, una de las muchas madres lactantes que hicieron una protesta en el exterior.

Muchos medios de comunicación han intentado ponerse en contacto con el restaurante para obtener un comentario o una declaración, pero la administración aún no ha respondido. No cabe duda de que fue un acontecimiento difícil y angustioso para Ruby y su familia, pero al menos no tendrán que volver a visitar el restaurante.

¿Qué opinas de las acciones de este restaurante contra una madre lactante? Cuéntanos tu opinión y comparte la historia con tus amigos para ver qué piensan.

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