Un perro leal permaneció en el mismo lugar durante 4 años esperando a su dueño después de haberse escapado de su coche
Oct 02, 2020 by apost team
Siempre se dice que el perro es el mejor amigo del hombre. Pero la historia de un perro muy leal en Tailandia demostró en 2019 que la devoción de este perro por su dueño era mucho más profunda de lo que nadie se imaginaba.
Un día, un perro llamado BonBon se escapó del coche de su dueño en una gasolinera, y cuatro años más tarde se le encontró sentado al lado de la carretera en el mismo lugar todos los días, esperándole pacientemente. Con el correr del tiempo, apreció el dueño de BonBon, pero para entonces, el perro tenía otros planes.
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En esta historia única, un hombre llamado Anuchit Uncharoen vio un perro de aspecto frágil a un lado de la carretera en el distrito de Mueang, en Tailandia, así que les preguntó a varios habitantes de la zona sobre el animal. Fue entonces cuando supo que el perro estaba siendo alimentado por una mujer llamada Saowalak Pinnuchawet.
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Saowalak le dijo a Anuchit que había estado llevándole comida al animal después de haber intentado llevárselo a su casa, para que viviera con ella. Le dijo a Anuchit que cuando se llevó al perro a su casa, el animal simplemente escapó y volvió a la zona donde ella lo había encontrado. Saowalak también le dijo a Anuchit que el perro, apodado Leo por los lugareños, había estado merodeando por esa misma área durante los últimos cuatro años.
Sorprendido, Anuchit decidió publicar una foto de Leo en internet, para ver si alguien reconocía al perro. Sorprendentemente, un hombre llamado Noi vio la foto y dijo que el perro era suyo, y que en realidad se llamaba BonBon. BonBon se había escapado del coche de Noi en 2015, cuando se detuvo en una gasolinera, no muy lejos de donde había estado esperando pacientemente durante los últimos cuatro años.
Aunque BonBon se sintió muy emocionado de ver a Noi, al parecer el perro ya no quería seguir siendo una mascota doméstica, y prefirió quedarse en el área que ahora consideraba como su hogar. Noi prometió que lo visitaría con frecuencia, y Saowalak y otros lugareños prometieron que lo seguirían alimentando y cuidando.
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