Un madre se pone a llorar del impacto cuando la maestra le quita el micrófono a su hijo durante una obra de la escuela.
Nov 27, 2018 by apost team
Todos hemos pasado por algo así: con muchos nervios y emocionados por un papel asignado en alguna obra del colegio. Suele ser un día muy esperado cada año tanto por niños como por padres.
La mayoría de los niños esperan que sus padres y familiares los estén viendo desde las butacas de la sala. Precisamente, los niños más afortunados son aquellos que tienen a padres que pueden disponer del tiempo para asistir a estos eventos.
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Los padres que pueden ver a sus pequeños en el escenario, cantando o actuando, son muy afortunados. Los niños van subiendo al escenario mientras sus padres se sientan y les observan.
Nada de "Gobble, Gobble" en este día de Acción de Gracias.
Amanda Riddle, de Nutter Fort, West Virginia, estaba muy emocionada por poder ver a su hijo Caleb en su gran obra de Acción de Gracias.
¡Caleb padece de autismo leve y estaba increíblemente emocionado por poder hablar! Sin embargo, justo cuando Amanda estaba viendo a su hijo Caleb prepararse para decir su parte, su maestra le arrebató el micrófono. Triste y avergonzado, Caleb comenzó a llorar en el escenario. Amanda estaba sentada entre el público con el corazón roto. Fue muy duro ver cómo le arrebataban su gran momento a su hijo.
Caleb iba a decir "gobble, gobble" al final de la obra. Cuando Amanda se quejó ante la administración, la escuela justificó lo sucedido diciendo que a Caleb no se le había asignado una parte y que la obra ya había terminado.
Decisión de la maestra.
Amanda se preguntó: ¿Acaso le hace daño a alguien el darle a Caleb sus pocos segundos para decir su línea de "gobble, gobble"? En lugar de poder disfrutar de un momento tan preciado con su hijo, Amanda tuvo que ver llorar a Caleb. Le rompió el corazón.
Cuando se quejó de nuevo ante la administración de la escuela, esta admitió que podrían haber sobrellevado la situación de manera más profesional o con más tacto.
Mientras que la administración insiste en que la maestra simplemente daba por terminada la obra, el director admitió que habrían hecho las cosas de otra manera si "tuvieran la oportunidad de hacerlo de nuevo".
Es fácil decir que habríamos actuado de manera distinta de estar en esa situación. Sin embargo, al ver el video, está claro que Caleb quedó muy afectado. "¡Oh, no!", lloraba el niño, y su expresión pasó de ser de pura alegría a la completa desesperación .
¿Qué opinas de lo sucedido? ¿Debería la escuela haber manejado la situación de otra manera? ¡Deja tus comentarios a continuación y haz partícipe de la discusión a tus amigos y familiares!