Perro callejero de un pueblo de Rumanía se sienta cada día en el mismo lugar con la esperanza de encontrar un hogar, y los rescatadores se lo llevan
Dic 27, 2019 by apost team
Howl of a Dog, una organización rumana de rescate de animales, estuvo hace poco en un pueblo rural de Rumanía participando en una campaña de castración, cuando algunos miembros de la organización se encontraron con Remy, un adorable perrito sin hogar. Por desgracia, este había tenido una vida muy dura e incluso había sido marcado en la nariz, y nadie en ese pueblo quería a este simpático animal, tan lindo y lleno de energía.
Según la organización Howl of a Dog, la marca de la nariz se debe a la creencia de que quemar la nariz de un perro con un hierro al rojo vivo ayuda a reforzar su sistema inmunológico y además asegura que no vaya a contraer moquillo. Por supuesto, no existen estudios médicos que demuestren que algo de esto es cierto, y al final acaba siendo, simplemente, una cruel superstición que da lugar a un daño físico innecesario, así como a un daño psicológico.
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Al perro también le habían arrancado la parte superior de su oreja izquierda. Nadie está seguro de por qué sucedió esto, pero ese hecho, la marca de la nariz, y el hecho de que fuera un indigente, hizo que este perrito llegara al alma de los miembros de la organización Howl of a Dog. Lo que está claro es que no llegó al alma de ninguno de los habitantes de esa aldea, al menos no lo suficiente como para que alguno de ellos quisiera adoptarlo. Se cree que la razón de esto es que los perros de esa zona, a menudo, son considerados como "inútiles" si no pueden servir como perros guardianes o en un rol similar. Da igual cuán simpáticos o amorosos sean.
Durante todo el tiempo que la organización Howl of a Dog estuvo allí, Remy corría hacia los miembros del personal, moviendo su cola sin cesar, jugando y mostrándose simpatiquísimo. Por lo demás, aunque vagaba por el pueblo, parecía pasar mucho tiempo afuera de una pequeña tienda de comestibles. Se ve que una mujer que trabajaba allí le daba de comer todos los días. Aun así, por desgracia, ni ella ni nadie en el pueblo parecía conocer la historia de Remy.
Después de que los miembros de Howl of a Dog llegaran a la conclusión de que nadie en ese pueblo quería a Remy, se lo llevaron a su sede principal y se encargaron de esterilizarlo, vacunarlo y ponerle un microchip, y ahora están buscando a alguien que lo quiera adoptar, también fuera de Rumanía; puede ir a otro lugar en Europa o a un hogar en Canadá o en los Estados Unidos.
¿Has acogido alguna vez a un perro callejero, o conoces a alguien que lo haya hecho? ¿Te parece increíble que alguien pueda abandonar a una criatura tan linda como Remy?