Madre mira desde las gradas a su hija porrista realizar su rutina, cuando de repente un joven comenzó a correr hacia ella

Oct 03, 2020 by apost team

Cuando uno de los padres se tiene que marchar de casa para ir a defender al país, se les dice a los niños que todos debemos hacer sacrificios. Ellos entienden que es un trabajo que hay que hacer, y que su padre puede estar fuera de casa por un buen tiempo.

Cuando un niño tiene a su padre en el ejército, le puede costar participar en las actividades extracurriculares y actuar como si todo estuviera normal. Los niños quieren que sus padres estén en sus fiestas y en las comidas con toda la familia.

Cuando hay un evento especial, como un baile escolar, un concurso o una competencia, la ausencia del progenitor se siente todavía más. Eso fue lo que le pasó a Addie Rodríguez en octubre de 2016. Para ese momento, Addie era una niña de 9 años y asistía a la escuela primaria St. John Bosco de San Antonio, Texas (Estados Unidos). La niña formaba parte del equipo de animadoras del colegio, y un día, hubo una rutina en la que participaron todos los padres de los alumnos. Su padre, el piloto senior Abel Rodríguez, acababa de irse a California antes de ser desplegado, así que no iba a poder estar con ella para participar en la rutina entre padre e hija.

Su madre se quedó al margen y vio cómo su hija empezaba a llorar. El momento fue desgarrador, pero de repente, un desconocido bajó de las gradas y se acercó a Addie. En pocos minutos, el desconocido la levantó para asegurarse de que no se perdiera la rutina con sus compañeras. Las lágrimas de la niña pronto se convirtieron en una sonrisa y la emocionante historia se viralizó.

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Ese día, cuando animaba uno de los partidos de su colegio, Addie se llevó la sorpresa de su vida. La niña tenía 9 años para aquel entonces y lo que más quería en el mundo era que su padre, Abel, la viera animar el partido. Lamentablemente, su padre se había perdido muchos momentos especiales de la pequeña. Ese día, se suponía que Abel también debía participar en la rutina del equipo. Las demás chicas empezaron a prepararse para la rutina con sus padres. La rutina consistía en que los padres levantaran a sus hijas sobre sus hombros. Pero Addie se tuvo que quedar al margen. Es más, empezó a llorar. El día anterior, el padre de la niña se había ido a California para prepararse para otro despliegue.

La madre de Addie, Alexis Perry-Rodríguez, observó desde las gradas cómo se le rompía el corazón a su hija poco a poco. Addie trató de contener las lágrimas, pero no aguantó y empezó a llorar sola. Su madre se sintió desconsolada porque sabía lo mucho que su hija deseaba que su padre estuviera con ella.

Pero entonces, de la nada, un amable joven saltó desde la tribuna para ayudarla. El muchacho corrió hacia Addie y ocupó el lugar de su padre en la rutina, solo para devolverle la sonrisa. Ese joven era Matthew García, que para entonces tenía 17 años y cursaba el último año en la Central Catholic. Había ido al evento para aupar a su hermano menor, que asistía a la escuela católica St. Luke, el colegio que competía contra la escuela de Addie. La madre de Addie le dijo a Today:

"(Addie) estaba un poco conmocionada y asustada al principio, pero luego, cuando él se arrodilló y le dijo: 'Voy a levantarte a ti también', se puso muy contenta y agradecida... Dijo: '¡Él me salvó la vida, mamá!'. Ese gesto hizo que se sintiera muy bien con ella misma".

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La madre de Addie dio más detalles en su conversación con Today:

"Rompí a llorar cuando me di cuenta de lo que el muchacho estaba haciendo... No podía ni hablar".

García le dijo al medio de comunicación que entendió la situación por la que estaba pasando Addie, ya que sus padres se habían divorciado cuando él estaba muy pequeño. Dijo:

"Yo sé lo que es no tener un padre cerca, así que cuando la vi llorar así, me tocó la fibra sensible... Supongo que lo hice por puro instinto. No podía verla así".

Tras el amable gesto, García (que es el capitán del equipo de cross country y director del programa Big Brother de su escuela) se marchó rápidamente, aunque Alexis consiguió tomar una foto de él y Addie juntos. Sin embargo, la familia Rodríguez ni siquiera sabía su nombre y quiso darle las gracias una vez más. Por eso Alexis publicó una foto en su Facebook y empezó a preguntar si alguien sabía quién era ese joven tan bondadoso. Fue entonces cuando la historia se difundió rápidamente en toda la ciudad de San Antonio.

Mientras tanto, García, que fue el verdadero héroe ese día, se sintió mucho mejor que la propia Addie después de hacer ese gesto. El adolescente le dijo al medio de comunicación:

"Para ser sincero, creo que hacerla sonreír me alegró más a mí que a ella... Cuando Addie me dio las gracias después del partido, fue muy conmovedor para mí".

En un video de actualización de 2018, la familia Rodríguez (incluyendo al padre, Abel), se mostró increíblemente agradecida por las acciones de García. ¿Y en cuanto al joven? Para ese momento ya se había graduado de la secundaria y estaba estudiando para convertirse en cardiólogo. Sin duda, con esa profesión podrá ayudar a muchas personas más.

¿Qué te pareció el gesto de Matthew García? ¿Alguna vez un desconocido te ha regalado un gesto amable? Déjanos tus comentarios, y si esta historia te ha inspirado, ¡no dejes de compartirla con los demás!

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