La problemática infancia de Mariska Hargitay no le impidió convertirse en una actriz exitosa

Feb 14, 2022 by apost team

Mariska Hargitay es una actriz estadounidense que se hizo famosa por su papel de Olivia Benson en "La ley y el orden: Unidad de víctimas especiales". Ha ganado un premio Primetime Emmy y un Globo de Oro. Esta celebridad ha estado actuando desde 1984, y es hija de la leyenda de Hollywood Jayne Mansfield y del culturista Mickey Hargitay, En 2018, Mariska recordó a su madre y honró su memoria.

Cuando Mariska tenía 3 años, iba dormida en la parte trasera del auto que conducía su madre. También iba con sus hermanos. De repente tuvieron un accidente que arrancó toda la parte superior del automóvil. Jayne murió al instante, pero Mariska y sus dos hermanos, Miklos y Zoltan, sobrevivieron y solo quedaron con heridas leves. Mariska todavía tiene una cicatriz en forma de zigzag a un lado de la cabeza.

La pérdida de su madre a una edad tan corta tuvo un gran impacto en la vida de Mariska. La actriz ha dicho que experimentar un trauma a esa edad tan temprana la ha convertido en una persona más empática, y la ha ayudado como actriz y como defensora de las víctimas de abusos sexuales. Mariska fundó la Joyful Heart Foundation, la cual brinda apoyo y atención a las víctimas de la violencia sexual.

Mariska se casó con Peter Hermann en 2004, después de conocerlo en los escenarios de "La ley y el orden: Unidad de víctimas especiales". Hermann interpretaba al personaje recurrente de Trevor Langan. La pareja le dio la bienvenida al mundo a su hijo August en junio de 2006, y adoptó a su hija Amaya en 2011. Ese mismo año también adoptaron a un niño llamado Andrew. Sigue leyendo para que veas lo que la estrella ha dicho sobre la experiencia de ser una madre trabajadora en Hollywood.

Mariska Hargitay ha pasado por muchas cosas terribles. Su padre falleció en 2006 a causa de un mieloma múltiple, cuando tenía 80 años. En 2018, la intérprete compartió con la revista People y explicó cómo ha afrontado el duelo en su vida. Mariska llegó a decir:

"He vivido mi duelo apoyándome en ella. La única salida fue a través de ella, aceptando su presencia y su ausencia. Ciertamente, en mi vida he intentado evitar el dolor, la pérdida, sentir esas cosas negativas. Pero al final aprendí a apoyarme en eso, porque tarde o temprano tienes que sentirlo".

A pesar de toda esa tragedia, Mariska ha optado por mantener el optimismo y por no perder de vista las cosas que realmente importan. "No digo que sea fácil, y desde luego no lo ha sido para mí", afirmó. "He pasado por mucha oscuridad. Pero también puede haber mucha luz".

La actriz tiene buenos recuerdos de su madre, habla muy bien de ella y está orgullosa de todo lo que tienen en común. "Mi madre era un sex symbol increíble, era hermosa y glamorosa, pero la gente no sabía que tocaba el violín, y que tenía un coeficiente intelectual de 160. Muchos tampoco sabían que tenía cinco hijos y que le encantaban los perros. Era una mujer muy adelantada a su época. Era una inspiración, tenía un gran apetito por la vida, y creo que eso lo comparto con ella", señaló Mariska.

A la actriz ya no le importa que la comparen con su madre. Compartió: "Una vez alguien me dijo lo siguiente: 'Para recordar a tu madre, solo tienes que mirarte al espejo'. Ella sigue estando conmigo hoy en día".

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Ser una madre trabajadora es un gran reto, y encontrar el equilibrio necesario puede llevar bastante tiempo. La atención plena ha ayudado a esta celebridad en ese sentido. "Es difícil. No voy a decir que es fácil, porque es difícil. Estoy aprendiendo a (equilibrar). Intento estar bien presente en el lugar en el que me encuentro. Cuando estoy en el trabajo, estoy en el trabajo. Y cuando estoy con mis hijos, estoy con mis hijos", señaló Mariska.

Por fortuna, la actriz no está sola en este reto, ya que cuenta con la ayuda de su marido, Peter Hermann. "Tengo un sistema de apoyo increíble, porque tengo a mi marido. Él también es actor, así que también lo entiende todo muy bien", dijo la famosa intérprete. "Trato de que todo sea natural. Los niños vienen al escenario todo el tiempo. He organizado un poco mi horario, para poder tener un poco más de flexibilidad. Tengo un gran tiempo detrás de mí".

Todo el mundo tiene dificultades, y Mariska no es la excepción, pero por suerte está rodeada de grandes personas que la pueden ayudar. "Hay días que me voy a casa y simplemente me pongo a llorar. Ha habido días en los que no he visto a mis hijos. Esos son los días en los que pienso: 'Quizás ya llegué al límite'", confesó. "Pero ahora puedo hacer algo. Somos una máquina muy bien engrasada. Voy por allí y digo: 'Chicos, tengo un asunto pendiente con los niños. Me voy'. Y ellos me contestan: 'Está bien, perfecto'".

Por muy duro que sea, a Mariska le encanta ser madre, y no haría las cosas de otra forma. De hecho, ella cree que el hecho de ser madre la ha hecho mejor en su trabajo. La actriz señaló: "Ser madre me ha cambiado como actriz, me ha dado más profundidad. Hay cosas que no puedes entender hasta que eres madre. Ha sido un hito para mí, como un rito de iniciación".

¿Eres padre o madre, y tienes que trabajar? Si es así, ¿cómo logras encontrar el equilibrio entre tu vida laboral y familiar? Déjanos tus comentarios y no dejes de compartir esto con tus amigos y familiares.