Hijo muriéndose de cáncer le dice a su padre que 'tiene que rendirse'. Su padre le promete que se puede ir en paz

Ago 23, 2018 by apost team

Un padre llamado Bill Kohler se vio en la necesidad de hablar con su hijo, Ayden, sobre su inminente muerte.

Hay conversaciones para las que uno no puede estar preparado. La peor pesadilla de un padre es tenerle que hablarle a su hijo sobre su inminente muerte, y esto es lo que Bill Kohler tuvo que hacer.

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Ayden, el hijo de Bill Kohler, fue diagnosticado con un extraño tipo de cáncer, el glioma pontino intrínseco difuso. El GPID es un tipo de cáncer que afecta al tronco encefálico de una persona. El paciente rara vez vivirá más de un año tras haber sido diagnosticado.

En el caso de Ayden, el pronóstico era incluso peor. Tenía dos tumores cerebrales en vez de uno. Sabía que se estaba muriendo. Kohler, sin embargo, no estaba seguro de cómo enfrentarse a la muerte de su hijo. El hombre era un ex médico militar que había combatido en Irak, de modo que sabía lo que es ver morir a la gente.

Kohler, inicialmente, intentó que Ayden formara parte de toda una serie de ensayos clínicos. Pero solo recibió rechazos. Decidió hacer una promesa que cambiaría su vida. Si no era posible encontrar una cura para Ayden, Kohler haría todo lo que estuviera en sus manos para hacer de los días que le quedaban a su hijo toda una experiencia de vida.

Kohler lo hizo todo por su hijo. Lo llevó a que conociera a las personalidades de la WWE, hizo "facetime" con Guy Fieri y también se unió a los miembros del equipo profesional de fútbol como parte de una recaudación de fondos.

Pero tan solo 7 meses después de su diagnóstico, estos placeres tan simples eran demasiado para Ayden. Había llegado a un punto en el que no podía comer, andar o respirar con normalidad.

Fue entonces cuando le dijo a su padre: "papá, voy a rendirme".

Kohler le dijo que mientras hubiera luchado con todo lo que tenía y tan duro como había podido, estaba bien si decidía rendirse. Ayden continuó luchando con todas sus fuerzas, pero tan solo 7 meses y 7 días tras el diagnóstico inicial, murió.

Ayden tenía un último deseo. Dijo que si alguien iba a recordarlo quería que fuera cantando, bailando y pasándolo bien. Quería ser recordado como una persona alegre, cariñosa y divertida.

Aunque Ayden ha muerto, ha dejado todo un legado. Mucha gente está realizando donaciones bajo su nombre para ayudar en la lucha contra el cáncer. ¿Crees que Ayden está siendo recordado como él quería? ¡Comparte tu opinión con nosotros!