Dos años después de su exitosa separación, estas hermanas siamesas celebran sus nuevas vidas
Mar 18, 2019 by apost team
Tener un hermano gemelo es algo que suele ser visto como una aventura alegre e interesante. Para los padres, tener un embarazo múltiple suele traer una gran felicidad, pero si llegan a descubrir que los dos bebés son siameses, todo puede convertirse de inmediato en una terrible pesadilla.
Heather y Riley Delaney vivieron de primera mano este tipo de problemas, cuando descubrieron que sus dos hijas iban a nacer unidas por la cabeza.
Las gemelas no solo estaban unidas físicamente, sino que nacieron diez semanas antes del tiempo previsto, mediante una cesárea de emergencia. Debido a su nacimiento prematuro, cada una de las niñas pesó menos de 1 kilogramo. Sus padres las llamaron Erin y Abbey, según informó la asociación de hospitales infantiles de Filadelfia.
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Muchas veces los siameses solo están unidos por la piel, pero estas niñas gemelas no: ellas compartían varios vasos sanguíneos y parte del tejido cerebral, lo que hacía que el procedimiento para separarlas fuese bastante riesgoso.
Los siameses que están unidos por la cabeza son extremadamente poco comunes, y solo seis de cada diez millones de gemelos padecen la condición llamada "gemelos craneópagos, es decir, siameses unidos por la cabeza.".
Dado que las niñas nacieron tan prematuramente y eran tan pequeñas, el proceso de separación era demasiado complicado como para llevarlo a cabo inmediatamente después del nacimiento. Por eso las niñas tuvieron que vivir juntas durante casi un año, mientras los cirujanos las preparaban para el procedimiento.
La operación se extendió por catorce horas.
Las gemelas no solo se sometieron a un procedimiento agotador, sino que se convirtieron en los siameses craneópagos más jóvenes en haber sido separados con éxito.
"Esta es una de las primeras separaciones de gemelos craneópagos que se han registrado en toda la historia", explicó el doctor Taylor.
Pero el resultado no se consiguió con un solo procedimiento. Las gemelas fueron sometidas a varias cirugías y tratamientos adicionales para ayudar a remodelar ciertas zonas que habían sido extraídas de sus cráneos.
Como las niñas no habían podido caminar o gatear durante todo el tiempo en que sus cabezas estuvieron unidas, también tuvieron que someterse a fisioterapia para fortalecer sus piernas.
Aunque toda la experiencia fue sin duda traumática y estresante para los padres, ya ha pasado más de un año desde que las niñas fueron separadas.
Heather y Riley cuentan que, sin duda, la cirugía valió la pena, ya que les dio la oportunidad de pasar tiempo con cada una de sus hijas.
"Aunque todo esto ha sido un viaje largo y tortuoso, con muchos altibajos, Riley y yo estamos encantados de ver lo bien que lo están pasando nuestras niñas", dijo Heather Delaney, la madre de las gemelas.
¿Cómo están las nenas ahora? Erin y Abbey son dos niñas muy felices y entusiastas, que se están desarrollando sin problemas. A sus padres les encanta compartir la historia para apoyar a sus hijas y ofrecerles esperanza a otras familias con niños siameses.
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