Cuidado con el toro: Por qué es difícil amar a un tauro
Jun 08, 2018 by apost team
Los tauros nunca serán personas fáciles de amar porque son muy tercas. Podemos ser difíciles y perezosos, pero, si nos conoces a profundidad, podemos ser excelentes compañeros. Aquí hay 10 razones por las que amar a un tauro es difícil, pero vale la pena.
1. Somos tercos
Hay pocos signos que son tan obstinados como un tauro. Podemos ser inflexibles en nuestras opiniones y en la forma en que nos gustan las cosas. En las relaciones, no estamos muy interesados en hacer concesiones: se hace a nuestra manera o no se hace. Si suavizamos nuestras reglas para ti, es una señal de que eres alguien muy especial.
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2. Odiamos el drama
No hay nada que odie más un tauro que las personas egocéntricas. Después de que alguien que está en una relación con un tauro haya armado un escándalo, se dará cuenta de que se está enfrentando a un toro enojado. Los tauro harán todo lo posible para ayudar a un amigo o compañero que está genuinamente en problemas, pero en el momento en que ese ser querido parezca mentirnos, nos cerraremos.
3. No somos citas baratas
Los tauro amamos el lujo y buscamos complacernos siempre que podemos. Buena comida, ropa bonita, tratamientos de spa, joyas nuevas; lo que sea, lo queremos. Sin embargo, no estamos atados a eso y preferimos consentirnos nosotros mismos en lugar de que otro lo haga. Si quieres mantener feliz a tu tauro, asegúrate de que tenga golosinas y salidas especiales regularmente.
4. Somos algo perezosos
Nos encanta acurrucarnos en casa con una manta cálida, una buena película y nuestra pareja lista para frotar nuestros pies. Trabajamos duro todo el día y cuando llegamos a casa todo lo que queremos es relajarnos. Puede que no seamos el tipo de persona que le gusta salir después del trabajo, pero cuando hay diversión, también vamos.
5. Odiamos que nos subestimen
Tenemos un sentido de justicia bien desarrollado y siempre notaremos si se están aprovechando de nosotros. Naturalmente, somos personas generosas y serviciales, pero sí mantenemos un registro de lo que damos. Es posible que no te informemos de inmediato si creemos que estamos perdiendo contigo, pero cuando te lo digamos, es probable que sea una conversación desagradable.
6. Tenemos problemas con que nos abandonen
Aunque por fuera nos veamos tan duros, en nuestro interior somos un mundo de inseguridades. Si nos sentimos un poco inseguros en nuestra relación, instantáneamente actuaremos de forma pegajosa. La mejor manera de manejarnos es tranquilizándonos suavemente diciéndonos que no irás a ningún lado.
7. Nos toma mucho tiempo asumir un copromiso
Si bien nos puedes quitar de encima, nunca nos comprometemos de inmediato. Podemos tomar tus regalos y tus amables gestos con gracia, pero no nos harán mover más rápido. Esto puede ser realmente frustrante para posibles parejas. Una vez que hayamos aceptado que tú mereces que nos comprometamos, lo haremos a largo plazo.
8. Somos celosos y posesivos
Nuestro compromiso con nuestro pareja es sólido, pero no siempre confiamos en ella. Esta puede ser un aspecto doloroso de estar en una relación con un tauro. Si percibimos que te alejas o pasas demasiado tiempo con otra persona, nuestro hombre o mujer de las cavernas interior saldrá. Tenemos un temperamento rápido y a veces podemos decir cosas terribles en estas situaciones. Los celos son una de las principales formas en que un tauro daña su relación.
9. Podemos ser un poco aburridos
Nuestro amor por la rutina significa que podríamos aburrir a una pareja más aventurera. Estamos más interesados en ir a un buen restaurante y luego acurrucarnos en el sofá, que en tomar riesgos. Simplemente no tenemos el impulso para salir y hacer cosas nuevas. Algunas parejas pueden vernos como demasiado aburridos, pero las que se quedan tienen una pareja confiable y estable que hará cualquier cosa por ellos.
10. Ten cuidado cuando nos enojemos
Tenemos un temperamento que aguanta, pero cuando nos hagas estallar, ten cuidado. Ya que se guardan las emociones negativas por mucho tiempo, un tauro explota cuando ya no puede soportar más. Lo mejor es estar muy lejos de un tauro cuando esto ocurra.
Como dijimos antes, tenemos una lengua terriblemente afilada cuando estamos enojados y podemos alejar a las parejas. La mejor manera de lidiar con la rabieta de un tauro es darle un poco de espacio. Mantenerse e intentar hablar sobre el problema será contraproducente. Cuando tu toro se haya calmado, entonces es hora de recuperarlo.
Aunque un tauro puede ser difícil de amar, el esfuerzo vale la pena. Comparte esto con tus amigos para que puedan comprender mejor al tauro en su vida.