5 lecciones de vida que puedes aprender de los niños
Feb 02, 2019 by apost team
Frecuentemente, las personas piensan que los niños están en el mundo por el solo propósito de conseguir la guía de los adultos y para someterse a ellos. Sin embargo, en muchos casos, las acciones y las actitudes de los niños son un modelo saludable para los adultos que están buscando aprender cómo pueden llevar una vida más productiva y saludable. A continuación encontrarás algunas de las muchas lecciones que puedes aprender de los niños:
1. Se expresan sin importar lo que piensen los demás
Los niños no suelen reprimir sus emociones. Un niño que está triste o incómodo llorará sin preocuparse sobre lo que otros piensen. Esta forma abierta y deshinibida de expresarse puede ser increíblemente liberadora porque empodera a los niños a ganar el tipo de autoconocimiento que llega cuando reconoces tus sentimientos. Los adultos que son capaces de ver que en realidad los sentimientos existen por una razón, encuentran una gran libertad en reconocer y responder a los sentimientos que experimentan de la manera en la que lo hace un niño.
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2. Viven en el momento presente
A medida que las personas envejecen, tienden a vivir en torno al reloj y el calendario. Específicamente, están constantemente pensando en la próxima actividad, reunión, fecha de entrega, cita, etc. Aunque ser organizado es parte importante del camino hacia el éxito, operar siempre de esta manera puede evitar que experimentes y disfrutes del momento presente.
Es importante conocer que la realidad temporal de un niño es muy diferente a la de un adulto. Específicamente, el concepto de tiempo de un niño no se limita ni restringe por cosas como citas con el dentista, un contrato que debe enviarse por correo electrónico al final del día o una reunión de negocio que comienza a las 3 pm.
En cambio, van a las escuelas, se sientan a la mesa a la hora de cenar y andan por sus comunidades con una mente abierta que les permite estar totalmente presentes con lo que sea que esté ocurriendo su alrededor. Cuando te aproximas a la realidad con esta visión, puedes disfrutar verdaderamente de lo que está ocurriendo en lugar de permitir que las cosas ocurran como una lista de tareas pendientes que evitan que vivas el momento.
3. Observan (y disfrutan) del mundo que los rodea
Como lo saben muchos psicólogos, los niños tienden a ser bastante curiosos acerca del mundo que los rodea. Esta realidad se puede mostrar de muchas maneras, incluyendo el hecho de que los niños suelen disfrutar de jugar en exteriores en formas que les permiten explorar la naturaleza y ganar una mayor conciencia de sus particularidades.
Esta actitud de observación suele suponer mucha diversión cuando el niño reconoce patrones, observa la belleza o logra un entendimiento más claro de cómo funciona realmente el mundo a su alrededor. Por desgracia, los adultos suelen perder la oportunidad de observar y disfrutar de verdad del mundo que los rodea porque están constantemente preocupados por sus responsabilidades.
4. Ser juguetones
Tanto como si están jugando en la tierra, con animales o entre ellos, no hay ninguna duda en asegurar que a todos los niños les gusta jugar. Ya que jugar es divertido y puede generar conocimiento, no es sorpresa que este modo de aproximarse al mundo pueda originar gran alegría. No obstante, muchos adultos no logran hacer esto con suficiente constancia. No cometas este error. En lugar de eso, genera el hábito de jugar sin un propósito. Esto significa que no tienes que jugar con un objetivo final en tu mente. ¡Puedes hacer las cosas simplemente porque son graciosas!
5. Disfrutan de su inocencia
Debido a las experiencias de la vida, los adultos solemos aproximarnos al mundo desde la perspectiva de una persona hastiada. Aunque esta aproximación es natural, no es la mejor forma de vivir tu vida. Por ejemplo, pensar que todo el mundo está buscando la forma de hacerte daño, puede evitar que desarrolles relaciones sanas y basadas en la confianza.
Cuando te aproximas al mundo que te rodea de la forma en la que lo hacen los niños en lugar de construir muros alrededor de tu mente y tu corazón, suele existir la posibilidad de que evites la competitividad, la agresión y la desconfianza que hace que la vida sea difícil y tonta.
¿Este artículo te inspiró para vivir de una forma más parecida a la de los niños? ¡Cuéntanos en la sección de comentarios y comparte esto con tus amigos y familiares para invitarlos a que también vean el mundo a través de los ojos de un niño!