30 cosas de las que te puedes arrepentir cuando seas mayor (presta atención a la nro. 15)

Sep 29, 2018 by apost team

Algunas personas ven la lista de cosas que hacer antes de morir como algo donde poner todas las cosas salvajes y locas, como escalar el Monte Everest, que harían si tuvieran una vida o una personalidad diferentes. El final de la vida trae consigo una gran reflexión debido a las oportunidades perdidas, desperdiciadas y desaprovechadas.

Es la época de la vida en la que afloran los remordimientos por las cosas tangibles y reales que pudieron y se debieron haber hecho, y estas cosas no son necesariamente las hazañas poco realistas que tantos usan para llenar su lista de cosas por hacer antes de morir. Veamos los 30 arrepentimientos que la mayoría de las personas enfrenta al final del día y cómo puedes prepararte para evitarlos.

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1. Solo sabes un idioma

Bien sea si es la pregunta para el examen de un trabajo, pulsar el botón que dice en qué idioma quieres escuchar algo o estar en un país extranjero con dificultades para comunicarte de forma efectiva; la mayoría de las personas encuentra innumerables situaciones en la vida donde saber un segundo idioma habría sido un plus. Aprender un segundo idioma no es solo una forma divertida de sumergirte en una nueva cultura. También es una carrera y un punto de inflexión en lo social.

2. No viajaste lo suficiente

Uno de los más grandes errores que la mayoría de las personas reconoce al final es que pasaron toda su vida trabajando y haciéndose cargo de las cosas de la casa y nunca se interesaron por disfrutar del mundo que los rodea. Este mundo es enorme y está lleno de maravillosos paisajes que contemplar y no todo puede traducirse en fotos.

La magia de Disney, la maravilla de las pirámides e incluso un viaje en auto a cualquier lugar o hacia algún lugar, es algo que debe experimentarse de primera mano para apreciarlo de verdad.

3. El miedo anuló la aventura

Varios estudios han demostrado que las personas se arrepienten de nunca salir de su zona de confort. Un estudio que hizo Allianz, una compañía de seguros, demostró que el 25% de los encuestados se arrepentía de esto. Con responsabilidades personales y económicas, como ser responsable del cuidado de padres ancianos o de niños pequeños, es fácil permanecer en la zona segura.

Pero ten en cuenta que ser una persona aventurera no quiere decir que tienes que poner en riesgo tu seguridad saltando de un avión o tirándote de clavado desde un acantilado. Hay muchas cosas emocionantes que hacer mientras tu seguridad personal se mantiene en términos modestos y se hace un equilibrio entre el riesgo y la recompensa.

4. Equivocaciones en las relaciones

Tanto si era algo platónico o romántico, un gran remordimiento sigue alimentando una relación que era decepcionante, enfocada hacia un solo lado o insana. Por otro lado, muchos también se arrepienten de no haber continuado con relaciones que valían la pena, que terminaron simplemente porque era difícil mantenerlas, pues requerían de un esfuerzo extra y de trabajo duro.

5. Seguir en el trabajo equivocado

Con un trabajo de 40 horas a la semana, la persona tradicional pasa alrededor de un tercio de toda su vida en el trabajo. Sí, un tercio de tu vida. Ya que exige tanto tiempo de tu vida, ¿no piensas que debería ser algo que disfrutas y que te genera felicidad y nada de toxicidad, resentimiento ni miseria?

Te arrepientes por trabajar por un sueldo, no porque te hace feliz; por trabajar con una mala empresa o gerencia; por no poner tus mejores habilidades y atributos a trabajar; o simplemente por aceptar trabajo simple y nada retador.

6. No terminar tu educación

Solo tuviste tímidos intentos en la escuela. Tal vez no terminaste la secundaria, la universidad o no te graduaste de la escuela. Podrías haberte dado cuenta de que terminaste tomando la educación equivocada y que no querías tomarte el tiempo ni los recursos para retroceder. En cualquier caso, los arrepentimientos en cuanto a la educación avanzan con tu vida personal y profesional como una fila de piezas de dominó cayendo hacia la dirección incorrecta.

7. No dijiste "te amo" lo suficiente

Las personas suelen apegarse demasiado al mantra de que lo harán mañana, pero mañana no es seguro para nadie. Un accidente, una enfermedad, entre otras cosas, pueden implicar que estés aquí un momento y al siguiente ya no. No esperes para oír y escuchar las cosas importantes de la vida. No asumas que las personas que te rodean saben cómo te sientes y tampoco asumas que sabes cómo se sienten las personas que te rodean. Dilo hoy.

8. Te preocupaste demasiado por tu apariencia

Las etiquetas se van. La belleza desaparece. Siempre habrá alguien más hermoso, flaco y joven. Gastar tiempo en la obsesión de cómo otros te ven, el auto que conduces, las marcas de tus pertenencias, entre otras cosas, es un desperdicio de valiosa felicidad. Estas no son las cosas que te definen y esas no son las cosas por las cuales las personas te recordarán. Enfócate en permitir que lo que está dentro de ti brille en el espejo cada día.

9. No escuchaste el consejo de tus padres

Al momento en el que te lo dicen, suelen parecer palabras de personas que no podrían entender nada. No obstante, con la edad, te das cuenta de que tus padres no eran los locos fastidiosos que pensaste que eran. Tenemos que vivir, aprender y seguir nuestro propio camino en lugar del camino que los demás imaginaron para nosotros. Sin embargo, resulta que desearías al menos haber considerado el consejo de los más viejos en muchos temas que ellos ya habían experimentado y conocido.

10. Gastaste mucho tiempo y energía apoyando a otros

Cuando sacrificas constantemente tu propia felicidad para complacer a otros, entonces estás destinado a tener una vida llena de arrepentimiento.

11. Gastaste demasiado tiempo y energía en ti

Si gastaste todo tu tiempo enfocándote en tus propios sentimientos y deseos, entonces mirarás hacia atrás deseando haber invertido más tiempo en construir relaciones más valiosas. Hay una culpa entre darle prioridad a tus propias necesidades y considerar las necesidades de los demás.

12. Te revolcaste en tus errores

Todo el mundo comete errores. Se llama ser humano. Aprende lo que puedas de estos errores. Reconoce que repetir los mismos errores una y otra vez es la definición de ignorancia. Respeta que el hecho de arrepentirte por un error significa hacer el esfuerzo de no cometerlo otra vez. Pero no pierdas tiempo quedándote en el pasado, reviviendo los errores y dejando que afecten tu productividad. Perdónate y sigue hacia adelante como una mejor versión de ti, más sabia.

13. Te aferraste a un resentimiento por mucho tiempo

Hay momentos en los que las relaciones deben llegar a su final si un error es tan grave que evita que la relación sea sana. Sin embargo, la vida es corta y en realidad estas instancias son pocas y aisladas. En la mayoría de los casos, se guarda rencor debido a mala comunicación y a palabras no malintencionadas, algo que se puede resolver con facilidad hablando y no ignorándolo. En cualquier caso, guardar rencor no retiene a nadie más que a ti.

14. No tuviste la suficiente asertividad

Algunas personas no tienen problemas con defender lo que piensan en cualquier lugar frente a cualquier persona. Por otro lado, puede que otros miren hacia atrás en su vida de una forma diferente. Recuerdan todas las veces que debieron haber hablado o actuado en su nombre.

15. No hiciste casi nada de voluntariado

Hacer voluntariado con tu tiempo, habilidades, talentos, recursos, entre otras cosas, para otras personas con menos suerte que tú, abre tus ojos hacia las difíciles situaciones de los demás y te permite tener un estado mental empático que impregna todo lo que tocas dentro de tu comunidad. Fomenta un sentido de propósito y respeto que se puede ganar cuando se te compensa por tus acciones. Una vez que das de ti de esta forma, te preguntarás por qué esperaste tanto tiempo para dar sin recibir nada a cambio a esos que más lo necesitan.

16. Tener un horario de adicto al trabajo

Por supuesto, todo el mundo tiene que pagar las deudas y planificar el futuro de su familia. Sin embargo, cuando la vida comienza y termina en el trabajo, te pierdes del valor de la amistad, de la cercanía de la unidad familiar, de la compañía de una pareja, y de la felicidad y el gozo de lograr cosas personales que agregan valor a tu vida.

17. Fuiste una persona demasiado seria

Es difícil ser una persona despreocupada cuando Pedro y Pablo están pidiéndote un dólar, pero así como existe un equilibrio entre el trabajo y el juego, también hay un equilibrio entre la seriedad y simplemente estar en el momento. Tómate algo de tiempo para oler las rosas y apreciar cada momento que la vida te brinda. No asumas todo con tanta seriedad. Ríete de ti. No te estreses por las cosas que están 100% fuera de tu control.

18. No recabaste la historia de la familia

Tus padres, tus abuelos, tus tías y tíos, entre otros ancianos, tienen un montón de conocimiento sobre quién eres. y de dónde vienes en la vida. Tómate el tiempo para escuchar esas historias sobre tu familia. Serán muy felices recordándolo y tendrás información que un día podrás pasar a tus hijos y nietos.

19. No seguiste adelante con algo

¿Cuántas cosas como un proyecto o una actividad que te gustaba empezaste y te rendiste cuando no funcionó o porque te quitaba demasiada energía o tiempo? Algunas cosas simplemente no van con nosotros, pero usualmente vale la vena terminar con eso si en un principio llamó nuestra atención. No mires 20 años hacia atrás para desear que esas fotos irreemplazables y deterioradas se hubieran puesto en el proyecto del álbum de recortes que nunca terminaste.

20. Tomaste malas decisiones como padre

Es tentador querer ser la persona que dice que sí y no la que dice que no. Es más fácil ser el amigo que el que disciplina. No puedes cubrir el que no estés presente con regalos. Serás el mejor padre del mundo en ese momento, pero este tipo de decisiones suelen generar arrepentimiento cuando el niño ya se ha convertido en un adulto y sigue viviendo en casa o tras las rejas porque no se le enseñaron las habilidades para convertirse en un miembro de la sociedad funcional, productivo y motivado.

21. Juntarse con la gente equivocada

Puede que sea genial en el momento, pero juntarte con el grupo equivocado puede llevarte hacia un camino lleno de remordimiento. Elige tus amigos con cuidado porque no podrás culparlos cuando las cosas que hiciste vengan a entorpecer tus oportunidades de estudio o de trabajo y futuras relaciones.

22. Viviste muy apegado a los estándares de la sociedad

La sociedad pone las expectativas sobre nosotros. Vivimos para apaciguar esto y encajar en una caja que ha sido creada para nosotros en base a nuestro género, raza, religión, cultura, etc. Esto es vivir una vida para otros, no solo para ti. Sé alguien que piensa de forma independiente para seguir lo que te dicta tu intuición, moral y felicidad.

23. Una vida dominada por lo electrónico

Los teléfonos inteligentes y las computadoras han hecho que la vida sea más fácil y rápida, pero también nos han entorpecido de una forma sin precedentes. Son objetos que nos consumen. Pueden pasar horas sin que te des cuenta de que tienes mucho rato revisando tus redes sociales o respondiendo correos electrónicos durante un tiempo que podrías haber usado para hablar cara a cara con tus seres queridos. Esto es tiempo que se acumula y no volverá para hacer las cosas de nuevo.

24. Ignoraste lo que te dijo tu instinto

Es fácil considerar a la intuición como superstición o paranoia... hasta que en retrospectiva te das cuenta de que era 20/20 y te gustaría haberte escuchado con mayor atención.

25. Te perdiste de oportunidades únicas en la vida

De una manera, la mayoría de las cosas son oportunidades de una sola vez en la vida porque mañana no está garantizado para nadie. Tu banda favorita podría separarse o uno de sus miembros podría morir. Un huracán podría desaparecer Disney de la faz de la tierra. Tu hijo podría romper su pierna y nunca más volver a jugar fútbol. Así que dale prioridad a los eventos de tu vida teniendo esto en cuenta. No postergues para mañana nada que puedas arrepentirte de no haber hecho si mañana nunca llega.

26. Diste por sentada la relación con alguien

La amabilidad es algo que le damos con tanta libertad a los extraños y frecuentemente nos cuesta mucho más ser amables con las personas más constantes en nuestra vida. Damos por sentado que lo que hacemos hoy puede ser perdonado o enmendado mañana. Trata a aquellos que amas con respeto y aprecio todos los días para que no te quedes con ningún arrepentimiento si ocurriera lo inesperado y no hay un mañana.

27. No dijiste adiós ni tuviste ese último momento

Tómate el tiempo para atender a tus seres queridos en su momento de necesidad, especialmente si están enfermos. Si no das a nadie por sentado, no tendrás que preocuparte en realidad por arrepentirte de no tener ese último momento con esa persona. Cada día que pase y según como mantengas la relación te dará una sensación de paz al saber que todos los involucrados saben cómo se siente el otro.

28. Permitiste que tus inseguridades te detuvieran

¿Alguna vez necesitaste coraje para hablar en un funeral, una boda o en una reunión del trabajo, pero permitiste que el miedo por lo que los demás pensarían de ti, la angustia emocional u otra cosa te detuviera? No dejes que tus inseguridades te separen del reconocimiento y de las oportunidades. Ten la seguridad de que eres una persona valiosa.

29. No aprovechaste de disfrutar de lo que te apasiona

Esto realmente se aplica a todo lo que está a continuación. Puede ser amor, viajes, trabajo, hijos, amigos, pasatiempos o cualquier cosa que te importa, valoras y no invertiste el tiempo y la energía apropiados. Tendemos a preferir el camino que ofrezca menos resistencia. Puede ser lo más fácil, pero no es lo más gratificante y al final del día ciertamente puede dejarte con muchas dudas sobre lo que podría haber sido.

30. Descuidaste tu salud y bienestar

Desde la dieta y el ejercicio hasta tus dientes y piel, debes tenerte a ti como prioridad antes de que puedas ser un componente efectivo y eficiente de cualquier otra cosa. Esto se aplica a tu trabajo, relaciones y todo. Piensa en esto: aplicas bloqueador solar a tus hijos religiosamente, pero nunca te tomas el tiempo para aplicarlo sobre tu propia piel. ¿Quién se encargará de tus hijos cuando estés enfermo o mueras de cáncer de piel

¿Cuántos de estos 30 arrepentimientos ya tienes? ¿Qué planeas hacer para asegurarte de quedarte con más satisfacciones y menos arrepentimientos?

Siéntete libre de usar la sección de comentarios para ayudar a un amigo, hacer preguntas o decirnos lo que piensas. ¿Conoces a algún amigo que pueda estar encaminado hacia el arrepentimiento? Etiquétalos para motivarlos y decirles que nunca es demasiado tarde para vivir la vida que quieren.