14 señales que te indican que tu alma está exhausta y en agonía

Ago 17, 2018 by apost team

Todos pasamos por periodos de tiempo en donde nos sentimos extremadamente estresados y abrumados. Miras a las personas a tu alrededor y te preguntas cómo es que pueden verse tan bien. Tú también eres una persona fuerte, pero cuando llegas a un punto de quiebre tu alma te manda unas señales. Tu alma tiene el deseo de tener libertad creativa, de expresión, de amor y de alegría. Sin embargo, si valoras constantemente a los demás antes de valorarte a ti, comenzarás a perder el lazo con tu yo interior. Ese es el momento en el que todo en la vida se comienza a convertir en algo rutinario.

Aquí tienes unas de las más importantes señales que te indican que tu alma está exhausta y muriendo lentamente.

1. Nada te hace feliz o te emociona

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Todo lo que antes te hacía feliz, como tus hobbies, tus pasiones, otros intereses, música favorita, leer o pasar tiempo con tus amigos y familiares ya no es tan agradable para ti. Prefieres quedarte a solas en casa. Incluso si participas en algo que alguna vez disfrutaste, te sientes abrumado/a.

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2. No recuerdas la última vez que reíste

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¿Recuerdas la última vez que reíste hasta las lágrimas? ¿Con qué frecuencia sonríes porque recuerdas algo que sucedió? Si no puedes recordar la última vez que reíste genuinamente, entonces tienes un problema en tu interior. Si no ríes o no puedes ver lo divertido en las cosas o situaciones, entonces es una clara prueba de que no te estás sintiendo tú.

3. Ya no reconoces a la persona que solías ser

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Cuando miras tus viejas fotografías o hablas sobre recuerdos nostálgicos con tus amigos, sientes como que no eres la misma persona que solías ser. Parece que tu alegría, tu sonrisa y la felicidad que tenías se ven muy lejanas comparadas con lo que sientes ahora.

4. Te sientes solo/a, aunque tengas compañía

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Todos hemos tenido momentos en donde nos sentimos solos, pero si te sigues sintiendo así incluso cuando te rodean más personas, puede ser un problema. Sientes un vacío en tu vida que no sabes cómo llenar. Parece como que las personas que te rodean te ven a través de una pared y no pueden llegar a ti. Tiendes a culpar a los demás por esto, pero en realidad eres tú quién no se conecta con ellos de manera adecuada.

5. No tienes motivación

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Te hace falta inspiración y motivación en tu vida. Antes solías tener inspiración para hacer tus tareas y hacer todo lo que tu corazón deseaba. Pero ahora, sientes como si no vale la pena esforzarse. Ya sea en tus relaciones o en tu vida laboral, estás haciendo el mínimo indispensable.

6. Dices que sí cuando en realidad quieres decir que no

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No eres capaz de decir "no" a los demás. Ya sea a tu compañero de trabajo que quiere que cubras su turno o a tu amigo que no conoce límites, eres incapaz de negarte. Tus necesidades no son tu prioridad porque estás lidiando con los problemas de los demás.

7. Siempre das pero no recibes

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Las personas siempre acuden a ti cuando tienen problemas, y nunca te la piensas dos veces para ayudarlos. Sin embargo, tienes dificultades para comunicarte cuando tú eres quien necesita de los demás. Tiendes a pensar demasiado en lo que los demás podrían pensar de ti, lo cual te detiene de acudir a buscar ayuda y eso te pone en una posición muy vulnerable.

8. Te mientes

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Actúas como que todo está bien en tu vida. Prefieres mentirte en vez de enfrentar tus verdaderos problemas. Tienes miedo al conflicto, así que tu habilidad para mentirte y darte excusas se interpone a la verdad.

9. Pasas el día haciendo cosas que no te gustan

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Pasas el día con nada de entusiasmo por todas las cosas que haces. Llevas a cabo tus obligaciones porque sientes que debes de hacerlo. Cuando miras atrás a los días, semanas, y meses que han pasado, todo se mezcla y nada es interesante para ti.

10. No tienes límites

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No estás consciente de tus propios límites y reglas. Ya que no eres consciente de ti, es imposible que te aferres a tus instintos. Las personas se aprovechan de ti en esta situación porque no eres capaz de negarte a hacer cosas que te hacen sentir incómodo/a, resultando en que tus límites físicos y emocionales son constantemente violados.

11. Te rodeas de personas tóxicas

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Hay personas en tu vida que no deberían estar en ella. Estas personas tóxicas llenan constantemente tu día de energía negativa infinita. Solo te rodeas de individuos que no son buenos para tu alma. Estas personas pueden manipularte para que hagas cosas que no quieres hacer o chantajearte emocionalmente.

12. Te sientes físicamente cansado/a y débil

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¿Quieres estar todo el día en la cama porque te sientes cansado/a y abrumado/a? Puede ser muy difícil para ti el levantarte en la mañana porque no importa cuánto duermas, siempre estás agotado/a. Las actividades que se supone que deben ser divertidas, como salir a pasear o a ejercitarte, te abruman y quieres evitarlas a toda costa.

13. Tomas decisiones no saludables

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Cuando se trata de tu relación, salud y estilo de vida, tomas todas las decisiones incorrectas para ti. Constantemente terminas en situaciones que te lastiman y te agotan. Puede ser que tengas una relación con una pareja tóxica o estás en un trabajo en donde no te valoran y solo está dañando tu salud mental.

14. Tienes miedo de todo

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Te castigas mentalmente con pensamientos negativos sobre ti. Cada vez que algo positivo pasa o cuando quieres hacer un cambio en tu vida, te detienes porque tienes miedo. Te preocupan las consecuencias negativas que pueden surgir de tus acciones, así que no tomas acciones positivas.

Si sientes alguno de estos síntomas, no es tarde para buscar ayuda. Un profesional o un amigo de confianza puede ayudarte a retomar el rumbo de tu vida en poco tiempo. Por difícil que parezca el hacer cambios positivos para tener una vida más saludable, nunca es tarde para enriquecer tu alma y retomar la felicidad que alguna vez sentiste. ¿Te sientes identificado/a con alguna de estas señales que indican que tu alma está agonizando?