10 frases que siempre decimos pero que les hacen daño a los niños

Sep 11, 2018 by apost team

En las conversaciones siempre existe al menos un hablante y un oyente. Esto se torna complicado cuando ambas personas no están en la misma sintonía y, por tanto, lo que quería decir el hablante el oyente lo percibe de una forma totalmente diferente. Esto se hace todavía más complicado cuando el oyente es muy sensible. Esto suele suceder cuando los padres les hablan a sus hijos. Sin duda, los padres no pretenden sonar molestos o como alguien malo; sin embargo, casi siempre los niños se toman las cosas más a pecho de lo que en verdad deben. A continuación hay unas pocas frases que usamos todos los días que no parecen ser malas, pero en secreto sí les hacen daño a los niños.

¡Apresúrate!

Esto suele suceder por las mañanas cuando estamos retrasados y tu hijo quiere ponerse sus zapatos él mismo y también quiere tomar su chaqueta para llevarla a la guardería, pero esta no está por ningún lado. Una madre le dirá a su hijo sin pensarlo que debe apresurarse. Nosotros, como padres, no pensamos en nada cuando les decimos que deberían apresurarse, pero para tu hijo hay un gran significado en esto, además de los gestos. Ellos entienden que son molestos y que son una carga para sus padres. Una alternativa para esto sería preguntarle cuánto tiempo más necesita para estar listo.

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¡Cuidado por donde andas!

Los niños son curiosos y siempre quieren explorar el mundo alrededor de ellos. Sí, como padres queremos protegerlos del peligro y les pedimos que anden con cuidado. Sin embargo, el niño entiende esto como que el mundo es un lugar peligroso y puede algunas veces echarse para atrás debido a esto. Es mejor decir que deberían tener cuidado y prestar atención.

¡Deja de llorar!

Como madre probablemente le has dicho a tu hijo que debería irse temprano a la cama y luego viste cómo repentinamente empezó a llorar. Si tú, como madre, le llamas la atención y le dices que deje de llorar, entenderá que no está bien mostrar sus emociones. Una alternativa podría ser preguntarle la razón por la que está molesto.

¿Cuántas veces te he dicho cómo hacer esto bien?

No importa si tu hijo sostiene mal su botella por vigésima vez y derrama todo el contenido. No está bien preguntar cuántas veces ya le has dicho cómo hacer algo. El niño apenas entiende que ha hecho algo mal. Resulta mucho mejor enfrentar el problema juntos.

¡Los varones no lloran!

Si un niño pierde su peluche favorito, sin duda alguna se molestará. Llorará. El problema es cuando los padres le dicen que no debería llorar porque es un niño. Este niño entenderá que para ser un hombre de verdad no debe llorar ni mostrar sus sentimientos. Lo mejor es simplemente consolarlo.

¡X, Y o Z son mejores que tú !

Los padres suelen comparar a sus hijos con otros; por ejemplo, con los hijos de los vecinos. En realidad lo que intentas hacer es motivar a tu hijo, pero lo único que este entiende es que es peor que cualquier persona. Lo mejor es mostrarles a tus hijos que los amas como son.

¡Debería darte vergüenza!

Le advertiste a tu hijo que no corriera alrededor de la casa, pero lo hizo, y ahora está rota una vasija. Decirle "¡Debería darte vergüenza!" no ayuda en esta situación. El niño simplemente entiende que es una terrible persona. En cambio, asumiendo que tu hijo muestra estar arrepentido, explícale que todos cometemos errores algunas veces.

¡Nunca limpias tu habitación!

La habitación de los niños siempre está desordenada y cuando esto nos molesta, nos aseguramos de que lo sepan. Desafortunadamente, tu amado hijo solo entiende en este caso que siempre hace mal las cosas. Una alternativa podría ser explicar la situación y motivarlo a que organice su habitación.

Cuando no te lavas los dientes, ¡me pongo triste!

Los niños suelen negarse a hacer lo que los adultos les piden que hagan. En algunos casos es necesario que ellos hagan lo que tú digas, como cepillarse los dientes. Algunas veces nosotros, como padres, hacemos que se sientan muy culpables porque nos molestamos. En lugar de manipularlos mediante esta reacción, lo mejor es permanecer neutral.

¡Limpia la mesa ahora mismo!

Algunas veces crayones o juguetes ocupan la mesa y quieres que tu hijo quite todo eso de ahí. Por desgracia, el niño solo entiende que sus necesidades o deseos apenas importan. Una alternativa a esto es pedirle al niño que limpie la mesa. Si fuera necesario, explicarle por qué la mesa debe estar ordenada podría ser útil.

¿Ya viste algo que le dices a tu hijo que no deberías decirle? Muétrales este artículo a otros padres, ¡para que todos podamos aprender a entender mejor a nuestros hijos!