10 ejemplos de buenos modales que te enseñaron y que los niños de hoy en día no aprenderán

Abr 17, 2018 by apost team

Puede que todo lo que te enseñó tu madre no te sirva de nada en la sociedad moderna. Puede que la causa por la que la gente es más irrespetuosa sea el avance tecnológico que se está produciendo en nuestra sociedad. Aquí hay 10 ejemplos de buenos modales que probablemente te enseñaron cuando eras pequeño, pero que ya no se ven en el mundo real.

¡Decir "por favor" y "gracias" puede ser muy útil! Hoy en día ya no se saluda a las personas con las que haces contacto visual. No te tiene que sorprender el hecho de que no te salude un extraño en la calle o de que no te de las gracias la persona a la que le abres la puerta.

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Si entras en el supermercado del barrio, es posible que te sorprenda la cantidad de personas desaliñadas que te vas a encontrar. La gente ya no se avergüenza de ir en pijama, de llevar la ropa sucia ni de tener el pelo despeinado cuando sale a la calle. La gente se preocupa menos del maquillaje y de tener buen aspecto.

Ir erguido es una excelente manera de demostrar que tienes seguridad y que eres poderoso. Los padres solían corregir la postura de sus hijos, pero ahora parece que todos van encorvados.

Atrás quedaron los días de cartas manuscritas amables. La mayoría de las personas envía un mensaje rápido o un correo electrónico para expresar cualquier forma de gratitud.

A algunos niños no se les permitía terminar la cena si seguían apoyando los codos en la mesa o eructaban. Ahora las personas no tienen miedo cuando sorben la comida ni cuando les quitan la comida a otras personas de sus platos.

Este es probablemente el ejemplo de buenos modales más raro hoy en día. Ponerse de pie cuando una persona mayor entraba a su habitación era un signo de respeto que demostraba que reconocíamos y valoramos su presencia.

Esta es una buena manera de evitar enseñar más de la cuenta, pero también te hacía parecer muy femenina, según muchas madres. 

Los lugares de culto no son los únicos lugares donde había que quitarse los sombreros. Cada vez que un hombre entraba en una casa, se esperaba que se quitase el sombrero como señal de respeto.

Los hombres solían tener que prestar mucha atención a las señales que les daba la mujer sobre cómo estaba yendo la cita. Una de las formas en las que las mujeres mostraban que no se lo estaban pasando bien en su velada era no pedir el postre. Esto le dejaba claro al hombre que no debía intentar nada más con ella.

Siempre se esperaba que los hombres pagaran, pero siempre se esperaba que las mujeres ofrecieran algo. Mostrar gratitud a ambas partes por sus buenos modales también era parte de este intercambio habitual.

¿Te sientes culpable por olvidar alguno de estos buenos modales? ¡Envía esto a tus amigos más irrespetuosos para corregir sus maneras de comportarse!