Unos padres abandonan a su recién nacido después de ver su rostro "desfigurado", pero míralo 33 años después

Nov 26, 2018

Las personas adoptadas tienden a llevar un peso emocional muy grande sintiendo que fueron rechazados por sus padres biológicos. Esto empeora si saben que fueron abandonados porque había algo mal con ellos.

Tal es la historia de Jono Lancaster, quien sufre de un desorden genético. El Síndrome de Treacher Collins causa que los niños tengan deformidades faciales, además de problemas para escuchar y comer. Sin embargo, mentalmente tienen un desarrollo normal. Cuando apenas tenía dos días de nacido fue abandonado por este defecto de nacimiento. Pero Jean Lancaster, una mujer con un gran corazón, lo adoptó de inmediato.

Desafortunadamente, el amor de Jean no pudo protegerlo de la crueldad de los niños en la escuela, quienes lo molestaban y se burlaban de él. Esto lo dejó socialmente aislado y muy infeliz, sentimiento que trató de esconder pero que se manifestó como rebeldía cuando era un adolescente.

Las cosas comenzaron a cambiar cuando tenía 19 años y obtuvo un trabajo en un bar. Aunque estaba muy nervioso al principio, le ayudó bastante para superar su ansiedad social y poder hacer amigos.

Pronto terminó un programa educativo y comenzó su carrera en el campo del ejercicio. Aunque su rostro sigue formado por su desorden genético, su cuerpo es como el de un Adonis. También tiene una hermosa esposa y un matrimonio feliz.

La feliz pareja se ha puesto como misión el ayudar a otras personas como Jono. Con el apoyo de su esposa, él hace muchos trabajos como voluntario con los niños que sufren del mismo síndrome, así como con niños con otras discapacidades, tales como el autismo. Su inspirador trabajo impacta a personas de todo el mundo.

Sus padres biológicos no han aprendido todavía a aceptarlo. Por supuesto, esto sigue siendo doloroso para él. Sin embargo, ha aprendido a aceptarse a sí mismo y se ha convertido en una inspiración para muchos. Cuando los doctores le preguntan si quiere someterse a más cirugías plásticas, él se niega. Siente que es así como Dios lo hizo.

Lo que el mundo podría ver como un feo rostro es solo la fachada de un alma hermosa que se ha convertido en un inspirador maestro y un modelo a seguir tanto para niños como para adultos. Su conclusión de sus experiencias de vida fue que su actitud había sido un problema mucho más grande que su desorden genético.

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