Una perra no para de ladrarle a una mujer embarazada hasta que ella se da cuenta de que trata de salvarla
Feb 19, 2021
Todo el que se considere un buen dueño de un perro lo adora, pero incluso los perros más educados pueden ser muy molestos cuando quieren: desde ladrar cuando piden comida hasta lloriquear para salir por décima vez consecutiva. No obstante, resulta que de vez en cuando el ladrido de un perro puede salvar vidas. Por supuesto, hay perros guardianes que protegen nuestros hogares con sus ladridos, perros policía que pueden encontrar contrabando y perros de rescate entrenados que pueden buscar supervivientes luego de catástrofes. Sin embargo, esta historia sobre una perra normal con un gran corazón es diferente.
En un principio, esta perra heroína llamada Keola logró hacer enojar seriamente a su familia con los ladridos, pero por lo que pasó más adelante uno podría concluir que estaba intentando salvar la vida de su dueña. Alhanna Butler, residente de la ciudad inglesa de Doncaster, estaba embarazada y cuando vio que Keola no paraba de ladrarle, así que decidió ir al médico; gracias a eso fue diagnosticada justo a tiempo. La enfermedad que Butler había contraído era tan rara que los médicos tuvieron que desarrollar un nuevo antibiótico para poder tratar la bacteria, que nunca antes habían visto. En cualquier caso, esta historia de 2016 muestra lo mucho que los perros pueden entender de nosotros, y el maravilloso apoyo que pueden brindarnos en acontecimientos tan trascendentales de nuestra vida. Aunque está por verse si Keola realmente quería decir que algo iba mal, Alhanna y su marido Ricky Butler parecen estar seguros de su habilidad especial, que parece rivalizar con la de muchos médicos entrenados.
Los perros son conocidos por su amor y lealtad y a veces también por su sentido intuitivo. Por ejemplo, se sabe que los animales actúan de forma errática antes de grandes catástrofes naturales, como terremotos y tsunamis, aunque, según los expertos, es discutible hasta qué punto realmente pueden predecir un mal resultado. Sin embargo, cuando un animal es capaz de percibir algo que una persona no ve, pone en duda a estos escépticos. Quizás los animales tengan un sexto sentido que simplemente todavía no sabemos cómo estudiar.
Alhanna parece creer que su perra Keola tiene una afinada intuición, ¡pues para ella Keola le salvó la vida! Según informa The Mirror, Keola es una akita que supuestamente ayudó a Alhanna a descubrir que sus dolores de embarazo eran más preocupantes de lo que los médicos habían pensado en un principio.
Cuando esta mujer, que entonces tenía 21 años, quedó embarazada, fue Keola quien le mostró que su prueba de embarazo, que originalmente había salido negativa, ¡era en realidad positiva! Alhanna y su marido, Ricky, eran novios desde la infancia y querían tener un akita japonés porque sabían lo inteligente y protectora que era esta raza. Sintieron que Keola los había "elegido" cuando fueron a verla en un criadero de perros de su localidad en junio de 2014, y la llevaron a casa poco más tarde. Ocho meses después de que Keola llegara a casa, la pareja empezó a intentar tener un bebé, pero no tuvieron suerte durante un tiempo. Alhanna dijo: "Hicimos una prueba tras otra, pero sin suerte. Seguían dando negativo. Un día descarté un test negativo y salí de compras".
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Alhanna continuó: "Cuando volvimos, Keola había revisado en la papelera y había sacado el test de embarazo. Nunca había tocado la papelera, así que fue muy extraño. Estaba sentada con el test delante de ella como si quisiera decirnos algo. Lo tomé y vi una borrosa segunda línea, no me lo podía creer. Se lo enseñé a Ricky y le dije que Keola estaba diciendo que estaba embarazada, pero me dijo que la línea era demasiado borrosa y que era una coincidencia, así que lo volvimos a descartar". Para estar seguros, la joven pareja se hizo una prueba de embarazo más cara al día siguiente, y esta mostró que tenía un embarazo de dos semanas.
Sin duda es sorprendente que Keola sea capaz de darse cuenta de estas cosas. "Los dos estábamos encantados y nos dimos cuenta de que Keola era realmente una perra especial que podía detectar cosas que nosotros no podíamos", dijo Alhanna. Resulta que la afinada intuición de Keola iba a ser fundamental a medida que avanzara el embarazo. Cuando Alhanna alcanzó las 18 semanas, empezó a enfermar con más frecuencia. La perra la esperaba pacientemente cerca del baño e intentaba cuidarla. Sin embargo, a medida que avanzaba el tiempo, Alhanna empezó a sufrir fuertes dolores de espalda y mareos que requirieron la atención de una comadrona del hospital. La comadrona le dijo a Alhanna que su baja estatura dificultaba el embarazo y que no había nada de qué preocuparse.
"Fue horrible. La gente creía que era un debilucha y me decían: 'Si no puedes soportar esto, ¿cómo vas a afrontar tener un bebé?'. Pero apenas podía caminar", dijo Alhanna al recordar su experiencia. Keola parecía percibir que el malestar que sentía Alhanna no era normal. No dejaba de aullar y llorar frente a su dueña y la miraba fijamente durante horas, esto según The Mirror. Este comportamiento sin duda afectó a Alhanna, que empezó a preocuparse de que las cosas no estuvieran tan bien como le decían los médicos.
"Cuando los médicos me enviaron a casa y me dijeron que no había nada grave, ella se quedó mirándome tan fijamente que me asustó mucho", dijo la mujer, que grabó el extraño comportamiento de Keola y lo subió a Facebook. Lo publicó más como una broma que como otra cosa, pero gracias a eso sus amigos y familiares la llamaron para decirle que se tomara en serio el comportamiento de Keola. "Entonces mi madre me llamó y me dijo: 'Escucha a tu perra, está intentando decirte algo'. Y resultó que tenía toda la razón y nos salvó la vida. Es la perra más increíble y le debo la vida", compartió agradecida.
Cuando Alhanna le prestó atención a Keola y finalmente acudió al hospital, sufrió un colapso inmediato y tuvo que ser ingresada en cuidados intensivos, donde permaneció todo un mes. Resultó que el dolor por el que estaba pasando se debía a una "superbacteria" tan rara que apenas había afectado a una sola persona antes.
La bacteria era resistente a los antibióticos, por lo que hubo que crear un antibiótico totalmente nuevo especialmente para Alhanna para atajar la infección. Las dos primeras semanas fueron críticas. Le dijeron que si hubiera llegado apenas un día más tarde, podría no haber tenido tanta suerte. The Mirror informa que Alhanna apenas recuerda esas dos semanas y que existía una posibilidad muy real de que hubiera muerto debido a su doble infección renal.
"Nadie entendía realmente lo enferma que estaba, pero Keola sí. Me empujaba y lloraba, y nunca pude entender por qué había empezado a hacerlo de repente. Ricky decía que quedaba estresada cada vez que me iba a trabajar, cuando antes nunca le había importado", dijo Alhanna para The Mirror. "Ahora sé que Keola definitivamente estaba tratando de decirme que algo andaba mal. Ojalá la hubiera escuchado antes", añadió.
Sin duda es increíble que Keola fuera capaz de darse cuenta de que su dueña necesitaba ayuda urgente. Después de estar en el hospital durante más de un mes, convenció a sus médicos para que la dejaran ir a casa durante un par de horas para que Keola supiera que estaba bien. Cuando llegó a casa, su marido pudo grabar todo el conmovedor encuentro. Más tarde subiría un video de "agradecimiento" dedicado a Keola por el nacimiento de su hijo, Lincoln. El video se hizo viral en poco tiempo y ha llegado a millones de personas. "No tengo ninguna duda de que tanto yo como Lincoln no estaríamos aquí hoy si no fuera por Keola", expresó la madre.
Alhanna añadió que después de traer a su recién nacido a casa, hubo preguntas sobre si la perrita permanecería en su hogar. "La gente me ha preguntado si nos quedaremos con Keola ahora que tenemos un bebé de trece semanas, pero yo les digo que es nuestra primera hija", dijo. Para muchos de los que tenemos perros en casa, seguro que estamos de acuerdo en que son como un hijo más en la familia.
Además, Keola ha sido una protectora de la familia y sigue desempeñando el mismo papel incluso después del nacimiento de Lincoln. "Confío plenamente en ella cuando está con Lincoln. Lo amaba antes que cualquiera de nosotros, fue ella la primera en conocerlo. Lo quería antes de que él mismo supiera que existía y apoyaba su cabeza en mi barriga", dice ella sobre Keola. Con Lincoln en casa y a salvo, Keola también está brindando una buena cuota de amor para el bebé. "Ahora pasa todo el tiempo a su lado. Duerme junto a su cuna y lo vigila todo el tiempo. En Japón, los akitas son conocidos como perros 'niñera' y ella está a la altura. Es inseparable de él", dice Alhanna.
Historias como esta son hermosas y muestran lo maravillosos que pueden ser los perros en nuestras vidas. Keola ha cambiado literalmente la trayectoria de la vida de esta madre. Nos alegramos de que todo haya salido bien con esta familia y de que Lincoln tenga una amiga tan maravillosa como mascota.
¿Qué opinas de esta extraordinaria historia? ¿Alguna vez has sido testigo de un comportamiento semejante de parte de un perro? Cuéntanos en los comentarios y comparte esta historia con tus amigos y seres queridos.