Una pareja gay adoptó al bebé abandonado que uno de ellos encontró y salvó en una estación de metro

Jun 19, 2022

Lo que casi se pasó por alto debido a una prisa frenética se convirtió en algo hermoso y sincero para un hombre y su pareja. Un hombre de Nueva York, Estados Unidos, encontró un bebé de juguete tirado en el suelo del metro una noche de agosto de 2000. El trabajador social Danny Stewart iba tarde a una cita para cenar con su pareja, Pete Mercurio, y tenía que coger el tren situado en la estación de la calle 14, en el barrio Chelsea de Manhattan. Al principio pasó corriendo junto al objeto que vio inicialmente, sin pensar mucho en él. Tras echar un segundo vistazo y examinarlo más de cerca, Stewart se dio cuenta de que no era un juguete lo que estaba viendo, sino un bebé recién nacido.

Según CNN, el bebé solo tenía unas horas de nacido cuando Stewart lo encontró envuelto en una sudadera vieja. El bebé tenía incluso el cordón umbilical todavía pegado al cuerpo. Era un espectáculo increíble y parecía que nadie más se había percatado del bebé con el que Stewart, afortunadamente, se había topado. Rápidamente se puso en marcha para intentar conseguir ayuda y asegurarse de que el bebé estuviera sano y salvo.

Stewart había encontrado milagrosamente a Kevin, el nombre que él y su pareja dieron al niño más tarde. Tras muchos juicios y tribulaciones, la pareja pudo seguir adelante ampliando su familia y celebrando juntos muchos logros históricos. En una historia hermosa y conmovedora, Stewart y Mercurio dieron la bienvenida al niño a su familia, y su hijo adoptivo les ayudó más tarde a alcanzar otro hito maravilloso.

Stewart tenía prisa cuando llegó a la estación de metro en el verano de 2000. Al principio, Stewart no sabía que se había topado con un bebé recién nacido, ya que le parecía un simple juguete. "Todo lo que vi fueron dos piernecitas que sobresalían, pero seguí pensando que era uno de esos nuevos muñecos realistas", dijo a CNN. BBC News informó que Stewart estaba confundido sobre por qué alguien dejaría su muñeco en el suelo, pero siguió subiendo las escaleras para salir de la estación de metro.

"Volví a mirar hacia atrás una vez más y fue entonces cuando me di cuenta de que se le movían las piernas", reveló. Inmediatamente se apresuró a bajar las escaleras para rescatar al niño y asegurarse de que estaba bien. "Levantó la vista y le acaricié la cabeza, y entonces gimió un poco", contó Stewart sobre el recién nacido, silencioso pero increíblemente alerta.

Parecía que nadie más se daba cuenta de lo que ocurría y Stewart se esforzó por conseguir ayuda. "Parecía realmente irreal toda la situación y en ese momento intentaba alertar a la gente de lo que estaba ocurriendo, pero no conseguía llamar la atención de nadie", lamentó.

Rápidamente tomó la decisión de subir corriendo y salir a buscar un teléfono público en la calle para llamar a la policía y a Mercurio antes de volver a toda prisa hacia el bebé. Mercurio llegó a la estación de metro justo cuando la policía se llevaba al bebé para llevarlo al hospital para su revisión, según BBC News.

"Recuerdo que me volví hacia Danny y le dije en la acera mientras el auto de la policía se alejaba: 'Sabes, vas a estar relacionado con ese bebé de alguna manera durante el resto de tu vida'", aseguró Mercurio.

Stewart y Mercurio volvieron a su vida cotidiana después de no haber logrado conseguir mucha información sobre lo que ocurría con el bebé. Luego, este último recibió una invitación de la Administración para los Servicios de los Niños para asistir a una vista al tribunal de familia en diciembre de 2000, para hablar de cómo había encontrado al bebé. Después de que escuchara su historia, el juez le preguntó si estaba interesado en adoptar al bebé.

Luego de considerarlo mucho y atravesar acaloradas discusiones, Stewart y Mercurio decidieron seguir adelante con el proceso de adopción. "No había pensado en adoptar, pero al mismo tiempo no podía dejar de pensar que sí me sentía conectado", señaló Stewart. "Sentí que esto ni siquiera era una oportunidad, era un regalo, y cómo puedes decir que no a este regalo". Se reunieron con Kevin y en menos de lo que canta un gallo ya las emociones los habían superado.

"Me miraba fijamente y yo solo lo miraba a él, y fue casi como si encontrara un punto de presión en mi dedo que me abrió el corazón a la cabeza y me mostró en ese momento que podía ser uno de sus padres, uno de sus papás", recordó Mercurio sobre lo que sintió al abrazar a Kevin. El proceso de adopción se inició poco después, aunque no finalizó sino hasta el 17 de diciembre de 2002.

En 2011, Nueva York se convirtió en el sexto estado de Estados Unidos en legalizar el matrimonio gay. Según BBC News, a Kevin lo entusiasmaba la idea de que sus dos padres pudieran por fin casarse.

Para rematar, Stewart y Mercurio consiguieron que el mismo juez que aprobó que ambos adoptaran a Kevin oficiara su ceremonia de boda. Aunque su relación se había consolidado mucho antes, ahora habían podido marcar otro hito increíble en su vida juntos.

Kevin ha crecido hasta convertirse en un joven bondadoso y ha superado a sus dos padres con su increíble altura: mide más del metro ochenta. El hijo de Stewart y Mercurio ha optado por estudiar matemáticas e informática en la universidad. "Kevin siempre ha sido un chico respetuoso", contó Mercurio. "Es una persona reservada, pero también un líder tranquilo".

Stewart intervino con sus propias reflexiones. "No puedo imaginar mi vida si no hubiera resultado así", compartió. "Mi vida se ha enriquecido y es mucho más plena. Ha cambiado mi visión del mundo, mi perspectiva, toda mi visión".

Esta conmovedora historia sirvió de inspiración para el libro de Mercurio, Our Subway Baby, que cuenta la historia de cómo él y su pareja encontraron a Kevin y empezaron una familia juntos. Sin duda es una historia muy singular, aunque también muy conmovedora. En un mundo moderno que a menudo parece frío e implacable, Stewart, Mercurio y su hijo son la prueba viviente de que la bondad y el amor pueden prevalecer incluso cuando las cosas son sombrías.

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