Una niña de siete años ilumina la sala con su celestial versión de "Hallelujah"

Abr 30, 2020

Piensa en cuando tenías siete años. Juguetes, plastilina, mejores amigos... Te imaginas dibujando figuras en el suelo con tiza, o construyendo con tu lego. Cuando la Navidad era Papá Noel y un montón de regalos, con famosos villancicos cantados a pulmón vivo y desafinando. Volvamos rápidamente hasta el 2019 y hasta una pequeña niña llamada Veronica. Está de pie en el interior de su iglesia, examinando con curiosidad las flores, y aparentemente lista para nada fuera de lo común.

Su camisa azul claro por fuera de la falda hace juego con la falda del uniforme escolar a cuadros oscuros. Calcetines oscuros y zapatos prácticos completan tu estilo simple. Su pelo alborotado la hace parecer como si acabara de salir corriendo de una fuerte tormenta.

Parece la típica niña a punto de cantar en un recital. Ben Bross, el guitarrista, se acerca y se sienta ahí a su lado, y Veronica casualmente se frota la nariz y mira cómo Ben se prepara para tocar. Verónica respira y empieza a cantar, y entonces es cuando todo cambia.

Su voz hace que los que la escuchan flipen un rato. ¿Cómo es posible que esta joven suene como un ángel de voz pura y celestial? Cantando la versión religiosa de "Hallelujah" de Leonard Cohen, esta chica destaca de verdad. Tiene un tono y un control del ritmo y una voz que van más allá de su edad.

Además, está increíblemente relajada. Pone una suave y dulce emoción en las conmovedoras palabras, disminuyendo su ritmo en el momento preciso, aumentando el vibrato con la habilidad de una estrella de Broadway. Esta niña está realizando una reverencia etérea a una canción eterna.

Cuando termina, se la ve modestamente feliz y satisfecha. Realmente, esta niña parece no ser consciente de lo absolutamente asombroso de su talento. Uno solo puede preguntarse cómo será dentro de unos años. Ben y Veronica se sonríen mutuamente, y ella le levanta su pequeño pulgar. Él le da un toquecito, y ella le dice bajito: "Eres increíble", para agradecerle que tocara.

Al final del vídeo, ella mira a la cámara con la típica curiosidad que lo hace un chico o chica joven. "¿Esto solo graba la voz?", pregunta. Es el final perfecto. Ella pasa de ser un ángel vocal a una niña común y corriente. El mundo la adora. En cuanto Ben subió el vídeo a YouTube, al poco ya obtuvo más de 5 millones de visitas.

Verla cantar aporta una dosis de alegría y de paz al día más estresante. Echa un vistazo a su vídeo aquí para sorprenderte con la voz de esta humilde niña prodigio.