Una mamá observa detenidamente a su hijo durante su fiesta de cumpleaños y descubre que sus "amigos" lo han tratado mal

Ene 29, 2020

Liam lucía como un chico normal de séptimo grado. Le encantaba jugar en su teléfono, salir con sus amigos y hacer lo suyo en el campo de fútbol.

De pronto, su madre, Deirdre, se dio cuenta de que no estaba comiendo y de que no estaba mostrando interés de estar en el teléfono. También se enclaustró en la casa y no quería montar su bicicleta ni salir con sus amigos, de acuerdo con lo que su madre contó para Good Morning America. Lo que resultó más alarmante fue que Liam dejó de comer en gran medida.

Deirdre finalmente logró que Liam admitiera que estaba siendo víctima de bullying luego de que lo confrontara porque este no quería ir a la escuela. En medio del llanto, Liam logró hablar con su madre y le contó que los chicos le decían que era malo en fútbol, le ponían apodos y lo empujaban y lo pateaban.

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La madre de Liam escribió sobre la experiencia de su hijo en Northwell.

"Un grupo de chicos había decidido que mi hijo 'apestaba' y no consideraban que debía haber entrado al equipo de fútbol. Hubo empujones y patadas. Utilizaron un lenguaje horrible y le dijeron palabras repugnantes. Le dijeron que no era nada. Que debería matarse. No tuvieron piedad en su crueldad. Le pregunté que con cuánta frecuencia le hacían esto. Me vio a los ojos y dijo: 'Todos los días, mamá'".

Uno de los síntomas de la depresión de Liam fue su falta de apetito. Deirdre dijo que apenas tocó su comida en su cena de su cumpleaños número 13. Se puso tan mal que el pobre tuvo que ser hospitalizado para que pudiera recibir los nutrientes que necesitaba a través de una sonda de alimentación.

A pesar de las drásticas consecuencias, los padres de los protagonistas del bullying se negaron a reconocer que hubiera un problema, de acuerdo con lo que expresa Deirdre en su blog. Ni siquiera la escuela responsabilizó a alguien por el grave caso de bullying.

Deirdre se sentía desamparada, pero decidió que podría generar consciencia sobre el asunto publicando en las redes sociales sobre el bullying. Quedó sorprendida cuando se encontró con una gran cantidad de apoyo para su tierno hijo.

Luego de 10 semanas de recuperación en una sala de hospitalización, Liam logró regresar a casa. La terapia le brindó a Liam la confianza que necesitaba para volver a la escuela y a su equipo de fútbol.

Los peligros del bullying tienen que hacerse más evidentes a los demás. Al compartir esta historia, puedes ayudar a crear consciencia sobre este tema tan serio. Estas tiernas fotos de Liam demuestran de forma perfecta las consecuencias del bullying. No dudes en compartir las fotos de forma que todo el mundo pueda entender la gravedad que ha tomado el tema del bullying.