Una madre se ríe durante el juicio por homicidio cometido por su hija, y la jueza le quita la sonrisa de la cara

Abr 23, 2019

La mayoría de la gente estaría extremadamente arrepentida y llena de culpa si por su decisión de conducir en estado de ebriedad tomara la vida de otra persona.

Sus acciones condujeron a la muerte del ser querido de alguien y no hay manera de que esas acciones se puedan echar para atrás.

Es tan fácil conseguir un taxi que no tiene sentido beber y conducir y hacerlo parece completamente irresponsable.

Aunque conducir en estado de ebriedad es una de las peores decisiones que alguien puede tomar, un caso en Redford Township, Michigan, le mostró al mundo que puede ser todavía peor. Algunas veces las personas no se arrepienten de sus acciones sin justificación, incluso si ocurre que estas toman la vida de una persona.

Una chica de 25 años de edad llamada Amanda Kosal chocó el auto que estaban conduciendo Jerome Zirkler y su prometida Brittany Johnson, ambos de 31 años. Mató a Jerome Zirkler y dejó herida a su prometida cuando conducía por el lado contrario de la carretera y chocó de frente su camioneta. Por suerte, no tenían con ellos a sus hijos, de otra forma esta tragedia habría sido mucho peor.

Brittany había trabajado un turno nocturno esa noche y Jerome la había recogido en el trabajo. Usualmente se llevaba a sus 5 hijos con él, pero en ese momento se estaban quedando en casa de su abuela. A Johnson no le gusta pensar sobre lo que pudo haber pasado si ellos hubieran estado en la camioneta esa noche.

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Eventualmente, Amanda Kosal admitió que había estado conduciendo bajo la influencia del alcohol y se declaró culpable en la corte. Lloró durante las audiencias, pero su familia no parecía sentir el mismo remordimiento por la situación. De hecho, parecían pensar que era gracioso.

Cuando la familia del hombre que había muerto a consecuencia de las acciones de Amanda Kosal estaba leyendo su declaración acerca de cómo sus vidas se habían visto afectadas por ese desastre, la familia de Kosal empezó a reírse en la corte. La juez Qiana Lillard decidió el 24 de febrero del 2017 que no iba a permitir ese tipo de comportamiento inmaduro en su sala.

Detuvo las declaraciones de la familia y le ordenó al hombre que se había reído que se callara y les pidió a los oficiales de la corte que lo sacaran de la sala. Lillard dijo que era un "payaso" y que era "momento de que se fuera". Luego le dijo a Donna Kosal, madre de Amanda, que la enviaría a la cárcel si no sabía cómo comportarse.

"Estos son asuntos muy serios".

La juez le dijo a la familia Kosal que aunque entendía que tal vez estaban molestos porque su ser querido iba a ir a la prisión, era importante recordar que se debía a las "decisiones que ella misma tomó".

La situación no era un chiste y Lillard les dejó claro que eso no iba a suceder en la sala 502. Las acciones sin sentido de Kosal hicieron que un miembro de una familia falleciera y estaban de luto por ello, así que no era un chiste. Les dejó claro lo serio que era condenando a la madre de Kosal por desacato penal a pasar 93 días en la cárcel.

Aparentemente, Donna Kosal pudo aprender la lección, pues se disculpó por sus acciones al día siguiente. La juez Lillard redujo su sentencia a solo 1 día. A su hija no le fue tan bien y la sentenciaron con una condena de 3 a 15 años por la muerte de Jerome Zirkler.

Un video de cómo reaccionó la juez Lillard a la conducta inapropiada se hizo viral en internet y provocó que millones la elogiaran por sus acciones. Dios las gracias a todos en las redes sociales por sus comentarios y por el privilegio de servir al Condado Wayne.

¿Piensas que la juez hizo lo correcto? ¿Alguna vez tú o tus amigos han visto una conducta así? Cuéntanos, ¡y comparte esto!