Una madre con más de 800 tatuajes es "vetada" de los salones de tatuajes y de la escuela de sus hijos

Ago 15, 2023

Los tatuajes son una forma estupenda de expresar la creatividad de una persona, porque una obra de arte única grabada en la piel pone de manifiesto su apreciación por el arte. También es un buen pie para romper el hielo en una conversación, ya que la gente puede preguntar cuál fue la inspiración para hacerse un determinado tatuaje.

Aunque hacerse un tatuaje en el mundo de hoy está siendo aceptado por la sociedad y cada vez son más los profesionales que hacen alarde de sus cuerpos tatuados en distintos campos laborales, sigue habiendo personas que se han pasado de la raya y se han cubierto la piel con tantos tatuajes que ninguna empresa se plantearía contratarlas.

Este es el caso de una madre llamada Melissa Sloan, que tenía más de 800 tatuajes en el cuerpo y estaba desesperada por conseguir un trabajo, ya que ningún establecimiento la contrataba para el puesto que ella quería.

En una entrevista de 2022 con el Daily Star, la madre de dos hijos reveló que se tatuó por primera vez cuando tenía veinte años. Desde entonces, nunca ha dejado de sumar tatuajes.

Tenía varios diseños de obras de arte como telarañas, cruces, textos en cursiva y más, que en su mayoría se los hacía su pareja en casa, y consideraban el diseño como "estilo carcelario".

En el momento de la entrevista, Sloan dijo que se hacía más de tres tatuajes cada semana y admitió que se volvió "adicta" y no podía parar.

Desgraciadamente, su hábito tuvo consecuencias, pues ya no podía conseguir trabajo. También intentó presentarse como limpiadora de baños cerca de su casa, pero no la aceptaron por sus tatuajes.

Más adelante en la conversación, Sloan señaló que había tenido una experiencia laboral en el pasado y también fue limpiando baños. Sin embargo, no duró mucho.

Parece que aceptaría cualquier trabajo con tal de que estuvieran dispuestos a trabajar con ella, ya que dijo al medio de comunicación: "Si alguien me ofreciera un trabajo mañana iría a trabajar, aceptaría esa oferta".

La mujer añadió que esperaba que finalmente la aceptaran, ya que no podía encajar en la sociedad. Sin embargo, a pesar de no conseguir un trabajo adecuado, Sloan se ha mantenido firme y no ha puesto en peligro sus tatuajes.

"No tienen por qué escucharme. Pero no voy a ir a ninguna parte", añadió.

Aparte de su dilema con su vida profesional, la vida personal de Sloan también se ha visto afectada, lo que incluye su presencia en el colegio de sus hijos.

En otra entrevista, Sloan afirmó que supuestamente le habían negado la entrada al colegio de sus hijos. Por aquel entonces, era Navidad y los alumnos tenían una representación infantil de la natividad.

Por desgracia, no le permitieron ver actuar a sus propios hijos por su aspecto y los profesores la obligaron a "ir al jardín trasero" y ver el espectáculo a través de una ventana.

"Me siento muy celosa porque no puedo ir allí ni a la fiesta de Navidad, porque sé cómo son (los profesores y los padres) conmigo", expresó.

Aparte de la escuela, los artistas del tatuaje también le habían dado la espalda y la habían "vetado" porque su cara estaba "sin remedio" y no la dejaban entrar porque había ido "demasiado lejos".

Puede resultar extraño para algunos, pero hay salones de tatuaje que le han negado la entrada a Sloan. Aunque la mayoría de los tatuajes se los hace su marido, a veces visita tiendas de tatuajes.

Sin embargo, algunos establecimientos al parecer ya tiraron la toalla con ella, según declaró al medio de comunicación: "Cuando me hice esto (la cara), uno que hay a unos ocho kilómetros que no me lo quiso hacer... No me lo quieren hacer porque no hay forma de ayudarme, porque me pasé de la raya".

Incluso hubo un momento en que las tiendas literalmente le "cerraron la puerta" y no la dejaron entrar.

Por desgracia para Sloan, no toda la gente está de acuerdo con su aspecto y algunos incluso la juzgan delante de sus hijos.

En un artículo de 2022 publicado por el medio, la madre de dos hijos contó lo que pasó una vez que fue a comprar ropa para que sus hijos fueran al colegio.

La experiencia fue horrible para ella, ya que la gente la miraba como si fuera un "bicho raro".

"Peor, cuanto más tengo más piensan que soy un bicho raro... Me miran y no saben cómo lidiar conmigo, creo. Saltan a un lado y pienso '¿por qué haces eso? Es horrible", recuerda.

Debido a esa experiencia, la mujer admitió que ya no le gusta ir a las tiendas porque siempre que entra se arma un "drama".

Además, a pesar de la corta edad de sus hijos, ellos ya habían captado lo que la gente en general le hacía a su madre, pues le contaban que la miraban cada vez que salían.

"Dicen que mis hijos huirán cuando sean más grandes, eso me rompe el corazón", contó Sloan.

¿Qué opinas de esta madre tatuada? ¿Crees que fue demasiado lejos con sus tatuajes? Cuéntanos lo que piensas y no dejes de compartirlo con tus amigos y familiares.