Una bebé le arrebata una galleta a un pastor alemán, el papá queda anonadado por la reacción del animal
Ava es una pequeña niña que ama a su peludo amigo Brano. Es un amistoso pastor alemán. Los dos son inseparables. ¿La única cosa que podría interponerse entre ellos? ¡La hora de comer!
Como puedes ver, tanto a la bebé como al perrito les encantan los bocadillos. El papá de Ava le dio a Brano una pequeña recompensa un día. Algo que realmente captó la atención de Ava. Mientras Brano estaba distraído por los manjares, Ava decidió tomar uno para ella. /p>
Hábilmente se colocó debajo del hocico de Brano y llegó hasta el otro lado donde se escondían más bocadillos. Brano ni siquiera sospechaba nada. Después de todo, tenía algunos bocadillos para él. Cuando Brano ya había terminado con uno de sus snacks, miró a su alrededor para buscar más. Ahí fue cuando se dio cuenta de lo que había hecho Ava.
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Brano intentó reclamar para sí de nuevo el snack. No tan rápido. Ava estaba muy por encima de eso. Escondió el bocadillo detrás de su espalda. Por supuesto, Brano es igual de inteligente, ¡y también tiene una poderosa nariz! Al poco tiempo ya se había dado cuenta dónde Ava estaba escondiendo el snack.
Intentó reclamar su regalo buscando quitárselo con la boca a Ava. No obstante, Brano había encontrado su contrincante. Ava simplemente sostuvo el premio con más fuerza (¡bastante fuerza para una bebé!).
Brano no estaba siendo agresivo. Esperó pacientemente a que Ava le devolviera el regalo. Su papá trató de intervenir distrayendo a Ava con un juego de palmaditas. Ava fue sabia y se dio cuenta de lo que su padre estaba haciendo. Sin importar más nada, se mantuvo agarrando con fuerza el bocadillo.
El video de su juego nos deja en suspenso. ¿Logrará Brano conseguir su snack? ¿O Ava seguirá aferrada a él? ¿Papá intervendrá de nuevo? ¡Parece que el pastor alemán por fin encontró a su contrincante!
¿Tienes alguna mascota en casa? ¿Qué opinas de esta tierna interacción? Si hizo que sonrieras, cuéntanos y compártelo con tus amigos y familiares, ¡y haz que también sonrían!