Una bebé de cinco días no quiere comer y la familia decide llamar al servicio de toxicología

Jun 03, 2021

Un nuevo bebé siempre es motivo de celebración, especialmente para una joven pareja que entrará en la paternidad por primera vez. Bethany Taylor y su marido, Kendall, dieron la bienvenida al mundo a su primogénita el 4 de enero de 2021, en Provo, Utah, Estados Unidos. Sin embargo, apenas cinco días después volverían al hospital porque su hija, Jane, no se despertaba para comer. La excesiva somnolencia preocupó a los nuevos padres y volvieron corriendo a ver al pediatra de Jane. El médico declaró que Jane estaba bien y envió a la familia a casa.

Tras volver a casa, Bethany y Kendall empezaron a sentir náuseas y dolores de cabeza. La abuela de Jane vino a ayudarlos al apartamento y ella también empezó a sentirse mal. La pareja decidió buscar los síntomas en internet y descubrieron que coincidían con los signos de intoxicación por monóxido de carbono. Llamaron a los servicios de intoxicación y estos les dijeron que fueran inmediatamente a urgencias.

Los Taylor regresaron rápidamente al hospital y esta vez vieron al doctor James Stewart, que colocó a la bebé Jane en una cámara hiperbárica con su madre durante tres sesiones de dos horas. El oxígeno altamente concentrado a altas presiones actúa como un tipo de medicamento para contrarrestar la intoxicación por monóxido de carbono. La familia esperó pacientemente para ver si el tratamiento funcionaba.

Afortunadamente, la recién nacida salió bien y mostró una gran mejoría tras pasar un tiempo en la cámara hiperbárica. Jane es la persona más joven que ha utilizado el dispositivo en el estado de Utah. La familia sospechaba que la intoxicación había sido causada por un viejo calentador de su apartamento. A partir de esto, el propietario decidió instalar un detector de monóxido de carbono en la vivienda.

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Al darse cuenta de que todos los miembros de su familia experimentaban síntomas similares, Kendall empezó a tener pistas de lo que podía estar causando el problema. Así que buscó en Google sobre los síntomas de intoxicación por monóxido de carbono: "Dolores de cabeza y como [sic] náuseas, vómitos. Vimos que era similar a lo que estábamos experimentando", dijo para Fox 13 News.

Aunque Jane era la primera hija de Bethany y Kendall, estuvieron conscientes de que sus síntomas no eran normales. "Tenía mucho, mucho sueño y no se despertaba para comer", dijo Bethany. Por eso la llevaron inicialmente al pediatra; no obstante, en su momentos les dijeron que la bebé estaba bien. En lugar de quedarse con ese diagnóstico, investigaron por su cuenta y volvieron enseguida cuando sospecharon que Jane estaba envenenada.

Afortunadamente, los médicos les hicieron caso la segunda vez y Jane fue tratada inmediatamente. "Nos sentamos allí durante dos horas. Cada sesión era de dos horas. Hicimos tres sesiones, una esa noche y luego volvimos a la mañana siguiente y a la tarde siguiente", explicó Bethany.

"Esperamos que nadie supere nunca su récord", dijo la madre de Jane sobre el hecho de que ella tenga el récord de ser la persona más joven en utilizar una cámara hiperbárica. Aunque toda la experiencia fue aterradora para los padres, afortunadamente tuvo un final feliz. Bethany dijo:

"Lo comenzamos lo suficientemente temprano como para que el tratamiento funcionara y espero que no tenga efectos secundarios duraderos".

La familia de la niña y los médicos pudieron darse cuenta enseguida de que se encontraba mejor. "Después de los tratamientos la revisaron y fue como ver la diferencia de la noche al día. Era mucho más receptiva a todo lo que ocurría a su alrededor", dijo la madre de Jane.

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Por fin, Jane volvía a comportarse como una recién nacida normal y corriente y podía comer. "Volvía a ser como una bebé. Lloraba, respondía a su madre. Estaba muy hambrienta cuando salió de la cámara", dijo el doctor Stewart al equipo de noticias de KSL5. Bethany les dijo:

"No podía creer que esto le estuviera ocurriendo a mi nueva y flamante bebé y estaba muy preocupada por lo que podría pasarle".

Ahora, los Taylor abogan por una ley que obligue a los propietarios a instalar detectores de monóxido de carbono en todas las viviendas. "Probablemente es algo para lo que no se está preparado ni se tiene en el radar", dijo Bethany a Fox 13. Sin duda, los Taylor no fueron conscientes del peligro hasta que se enfrentaron a una situación de vida o muerte.

En el estado natal de la familia Taylor, Utah, no existe actualmente ninguna ley que haga cumplir esa norma. Sin embargo, el jefe de bomberos de Ogden, Mike Mathieu, ha estado trabajando para cambiar eso.

En una entrevista con KSLTV de 2018, Mathieu explica por qué la ley actual, que hace recaer la responsabilidad en el ocupante en lugar de en el propietario, es confusa. "Carece de sentido común. Es muy difícil hacer cumplir un principio tan confuso como el de que tú, como ocupante, tienes que garantizar que tengas un detector de monóxido de carbono. Pero tú, como ocupante, puedes pedir al propietario que te proporcione un detector de humo", dijo Mathieu.

Desgraciadamente, la nueva ley aún no se ha aprobado y Mathieu teme que se produzcan más tragedias antes de que ocurra. Dijo para KSLTV: "Cuando alguien lo suficientemente importante muera aquí en el estado de Utah, la ley cambiará igual que pasó en Colorado, igual que pasó en muchas partes diferentes de este país". Esperemos que, con la ayuda de defensores como la familia Taylor, no haya que llegar a estos extremos.

¿Tienes un detector de monóxido de carbono en tu casa? ¿Considerarías adquirir uno? Cuéntanos qué piensas y comparte el artículo con tus amigos y familiares, podrías salvar una vida.

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