Un pingüino hace un viaje de 8.000 kilómetros cada año para ver al hombre que lo salvó

Sep 03, 2019

Un amante de los animales de 73 años, Joao Pereira de Souza, encontró un pingüino que estaba agonizando en la playa en el 2011. Los instintos humanos de Joao lo llevaron a rescatar al pingüino y cuidarlo hasta que pudiera recuperar su salud.

Jamás se imaginó que este acto de amabilidad construiría una relación a largo plazo con el pingüino.

Joao encontró al pingüino moribundo en un dolor agonizante y en un estado hambriento mientras esperaba los crueles colmillos de la muerte. También estaba engrasado con aceite negro. Joao pasó toda una semana limpiando al pingüino del aceite negro. Justo después de que el pingüino pudo recuperarse, Joao lo liberó en la naturaleza.

Sorpresivamente, un año después, el pingüino regresó al mismo lugar en donde fue salvado por Joao. Juntos fueron a casa. Como agradecimiento, el pingüino visita a Joao cada año en el mismo lugar, a 8,000 kilómetros de su hogar original.

Con el tiempo, Joao y el pingüino se volvieron más que conocidos y se hicieron amigos. Incluso llamó al pingüino magallánico sudamericano, Dindim. Los dos cultivaron su amistad y pasaron ocho meses juntos antes de regresar a la zona costera de Chile y Argentina a tiempo para la época de reproducción.

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Esta peculiar amistad entre un hombre y un pingüino atrajeron la cobertura de medios en donde Globo TV tuvo una entrevista con el hombre. Joao confesó que amaba al pingüino como si fuera su hijo y que creía que el sentimiento era mutuo.

Continúo afirmando que el pingüino se había hecho tan amistoso con él y que incluso le permitía tocarlo y alimentarlo como quería. Picoteaba a otros extraños si intentaban lo que Joao se había acostumbrado a hacer. Joao demuestra su amor a través de acciones como ducharse y abrazar al pingüino.

Este hombre también se dedica a alimentar diario a Dindim con una dieta a base de pescado que le ayuda a recuperarse por completo. Las vacaciones del pingüino con Joao tienen lugar normalmente en junio de todos los años y terminan en febrero, siendo ocho meses cada año.

Notarás la alegría y emoción del pingüino cada vez que ve a Joao: mueve su cola y hace sonidos para señalar su felicidad.

El albañil de 73 años, Joao Pereira de Souza, se siente muy orgulloso por la especial conexión que tiene con Dindim. Cree que el pingüino actúa así porque cree que Joao es parte de su familia.

Esto nos lleva a la nota final de esta pieza. ¿Qué opinas de esta relación única? ¡Cuéntanos en los comentarios y comparte esto con cualquier amante de los animales que conozcas!