Un perro encontró un hogar para siempre, pero extrañaba a su madre de acogida como loco, así que se escapó
Mar 09, 2019
Una tierna historia de un perro fugitivo se ha ganado los corazones de todo el mundo. Todo comenzó con Geoffrey, un perrito de ojos grandes que fue acogido en la casa de una joven pareja. Le tenían mucho aprecio y de cariño lo llamaron "nuestra pequeña sombra" debido a la manera en la que los seguía por toda la casa.
Sin embargo, eran sus padres de acogida y sabían que no podrían conservar a Geoffrey para siempre. Así que eventualmente lo dejaron ir a un "hogar para siempre" con una nueva familia. ¡Imagina su sorpresa cuando recibieron una llamada y les dijeron que Geoffrey se había escapado!
Muy apegado a sus padres de acogida como para quedarse con sus nuevos dueños, Geoffrey emprendió un viaje para regresar a su primer hogar. Era un momento oscuro y peligroso, e incluso fue atropellado por un automóvil mientras vagaba, pero no se detuvo. Mientras tanto, sus padres de acogida lo buscaban frenéticamente. Publicaron todo tipo de peticiones y fotos en las redes sociales mientras reclutaban a muchas personas para ayudarles a encontrar a su perro perdido.
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"Estoy buscando a Geoffrey", dijo su madre de acogida en uno de sus videos. La angustia en su rostro es fácil de ver cuando aprieta el volante y mira a través de la ventana hacia la noche oscura. "No sé por dónde se fue. No sé en dónde buscar". Un día, llegó un aviso de que un perro que coincidía con la descripción de Geoffrey había sido visto en un almacén. Su madre de acogida se apresuró a llegar a la escena y, para su deleite, encontró a Geoffrey escondido debajo de un palet.
"¡Es él, es él!", dijo llorando, presionando toda su cara contra el suelo mientras trataba de persuadir al perrito asustado para que no se escondiera. "¡Ven aquí, Geoffrey! ¡Ven aquí, mi monito!". Con el sonido de la voz de su madre, Geoffrey salió de debajo del palet e inmediatamente fue hacia sus brazos. Ella no podía dejar de llorar mientras lo abrazaba con fuerza. "Lo tenemos", sollozó. "Oh, Dios mío".
Geoffrey nunca regresó a su segundo hogar. Después de la odisea que habían pasado para encontrarlo, sus padres de acogida decidieron hacer una excepción a sus reglas habituales y conservarlo. Actualmente, él vive una vida feliz con su familia para siempre, y sus únicas actualizaciones en las redes sociales son optimistas, llenas de sonrisas, mimos, golosinas y aullidos de perro junto con la radio.
¿Qué opinas de la historia de Geoffrey? ¿No fue esta reunión super tierna? ¡Cuéntanos en los comentarios y comparte este artículo con todos los amantes de los perros que conozcas!