Un perrito estaba triste por estar alejado de la vaca que lo crió, pero el reencuentro fue muy emotivo

May 21, 2020

Los animales nos han demostrado una y otra vez que son capaces de expresar una amplia gama de emociones, por lo que no se diferencian tanto de nosotros los seres humanos. De hecho, en ciertas ocasiones, los seres humanos son quienes deben aprender algunas lecciones de los animales, para poder construir y mantener relaciones de afecto.

Hace poco, una afortunada familia tuvo la oportunidad de presenciar una de estas relaciones de primera mano. Su perro, Rookie, estableció un estrecho vínculo con la vaca de la familia.

La vaca hizo el papel de madre sustituta del perro, pero al final la familia tuvo que venderla, porque no la podían mantener. Rookie era un cachorrito con mucha energía. Se pasaba la mayor parte del día corriendo y jugando. Él disfrutaba mucho compartiendo con los seres humanos, pero su compañera favorita era una vaca marrón, de acuerdo con un minidocumental que fue publicado en YouTube.

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Rookie disfrutaba mucho al recibir las caricias que la vaca le daba todos los días con su nariz, y se la pasaba sobre su lomo, sentado o durmiendo. La vaca y el perro pasaban mucho tiempo juntos. Sin embargo, llegó el momento en que la familia ya no podía permitirse el lujo de mantener a la vaca, por lo que decidieron buscarle un comprador.

El cachorro se entristeció terriblemente cuando notó que su mejor amiga ya no estaba a su lado: iba al corral donde vivía la vaca, y empezaba a aullar y ladrar sin cesar. Su desesperación era evidente, y era muy triste ver el estado de ánimo del perrito.

Un día, cuando estaba paseando por la calle, Rookie escuchó el mugido de la vaca. El perro salió corriendo, a pesar de los gritos de su dueño. El cachorro ignoró los gritos de su dueño, que le pedía que volviera. Lo único que quería era volver a escuchar la voz de la vaca. Rookie siguió el sonido, hasta que encontró a la vaca atada en un establo vecino. Saltó de felicidad y lamió con desespero la cara de su amiga. El perro estaba realmente feliz, hasta que fue encontrado por su dueño y llevado de vuelta a casa.

Pero cuando llegó a su casa, empezó a sentirse deprimido nuevamente. El perro dejó de comer, lo que empezó a preocupar seriamente a su dueño. Día tras día, Rookie visitaba el corral que alguna vez ocupaba su amiga, hasta que un día lo sorprendió un sonido muy familiar. Su madre adoptiva, su mejor amiga, había regresado a casa. Su dueño ya no podía soportar ver al perro totalmente deprimido, así que hizo un gran esfuerzo para poder recuperar a la vaca. La historia de Rookie y su amiga de otra especie es un ejemplo notable de las emociones que los animales son capaces de sentir.

¿Qué opinas del vínculo que existe entre el perro y la vaca? ¿Qué emociones sentiste al ver los videos de su separación y su reencuentro? Déjanos tu opinión en los comentarios, y no te olvides de compartir este artículo con tus amigos y seres queridos. ¡Seguro les gustará esta bonita historia!