Un pasajero escuchó a unos soldados hablando, y decidió ayudarlos rápidamente

Nov 30, 2021

A veces, un pequeño acto de bondad puede tener un gran impacto y convertirse en una anécdota memorable. Gracias al Internet, podemos compartir esas historias de generosidad e inspirar a los demás a hacer lo mismo, como es el caso de esta que data del 2016. Parece que esta anécdota ha conmovido a todos los que la han llegado a conocer.

Denny Kukich estaba teniendo un vuelo común y corriente, hasta que tuvo la oportunidad de llevar a cabo un acto de bondad. Durante su viaje, se dio cuenta de que un grupo de soldados había abordado el mismo vuelo que él. Cuando el personal de la línea aérea estaba a punto de servir la comida, Denny escuchó a los soldados decir que no tenían suficiente dinero para pagarla. Por lo tanto, decidió intervenir y comprarles un buen almuerzo a aquellos hombres.

En retrospectiva, este acto puede parecer poca cosa. Al fin y al cabo, es común ver soldados almorzando antes de asistir a un entrenamiento especializado. Pero el gesto de amabilidad de Kukich hacia los soldados tuvo un efecto dominó en los demás pasajeros, incluyendo el capitán. Muy pronto, la consideración de Kukich se multiplicó, y permitió que los soldados tuvieran un vuelo realmente memorable. Al final, ningún pasajero olvidaría esta historia, y todos los que la han leído también se sintieron muy conmovidos.

For Illustration Purposes Only (With Models) - istockphoto.com/mbbirdy La historia se publicó en la página de Facebook "Love What Matters", en 2016.

Mientras Kukich se preparaba para tomar el asiento que le habían asignado en el avión, se dio cuenta de que también había algunos soldados embarcando. De hecho, un par de ellos estaban sentados cerca de él.

"¿A dónde te diriges?", recordó haberle preguntado al soldado que tenía más cerca. "A Petawawa (Ontario, Canadá). Vamos a estar allí por dos semanas, para hacer un entrenamiento especial, y luego nos van a desplegar a Afganistán".

Al cabo de una hora de estar en el aire, un auxiliar de vuelo anunció que venderían cajas de almuerzos a cinco dólares cada una. Después de un par de horas de vuelo, comprar el almuerzo parecía una buena idea. Mientras Kukich buscaba su billetera, escuchó que uno de los soldados le preguntaba a su compañero si iba a comprar uno de esos almuerzos empaquetados.

"No, me parece muy caro solo por una bolsa de comida. Probablemente no valga los cinco dólares. Esperaré hasta que lleguemos a la base", respondió el oficial.

Al notar que ninguno de los soldados compraba comida, el hombre sintió que debía hacer algo por ellos. Seguramente muchos tenían hambre y quería que disfrutaran del vuelo. Así que se dirigió a la azafata y le entregó 50 dólares.

"Dele un almuerzo a cada uno de esos soldados", le dijo a la aeromoza.

Abrumada por el gesto del hombre, con los ojos llorosos y mucha alegría en el corazón, la azafata, cuyo hijo había cumplido servicio militar en Irak, le dijo:

"Siento que también estás haciendo esto por mi hijo".

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Todos los soldados recibieron su almuerzo, y en señal de gratitud, la azafata le obsequió a Kukich una comida de primera clase. Pero la historia no terminó ahí. Cuando Kukich se levantó para ir al baño, otro pasajero le dijo que había visto lo que había hecho y quería hacer lo mismo, así que le entregó 25 dólares, según la historia que fue publicada en Facebook.

Cuando el piloto de la aeronave se enteró de la acción de Kukich, se dirigió a la cabina principal para buscarlo.

"Quería decirte que una vez fui piloto militar, y alguien también me brindó una comida. Fue un gesto que nunca olvidaré", le dijo el piloto, mientras le estrechaba la mano al hombre.

En ese momento, parece que toda la aeronave se enteró del acto de amabilidad, y decidieron devolverlo. Así, otros dos hombres les entregaron a Kukich 25 dólares cada uno. Después de haber reunido todo ese dinero, el hombre se acercó a los soldados y se los entregó con gusto.

"Mientras se dirigen a la base militar, tal vez esto les sirva para comer algo rápido. Que Dios los bendiga", les dijo.

Según el texto de la página de Facebook, la historia se la contó el propio Kukich a Beverly Brass. Ciertamente, después de ese vuelo tan memorable, los soldados se sintieron más queridos y respetados. Pequeños gestos como ese pueden tener un gran impacto en cualquier persona, desde los soldados hasta la tripulación de cabina y, por supuesto, también entre los pasajeros que formaron parte de algo tan especial.

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¿Qué te parecieron las acciones de este hombre? ¿Hubieras hecho lo mismo? Déjanos tus comentarios y no dudes en compartir esto con todos tus seres queridos.

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