Un padre de la Marina finalmente conoció a su hijo recién nacido, después de pasar meses en el extranjero

Sep 12, 2023

El servicio a la patria es una de las principales razones por las que la gente se alista en las distintas ramas del ejército. Las personas que sienten verdadera entrega por su país suelen tener un sentimiento de deber cuando son llamadas a servir. Pero servir al país y alistarse en el ejército no es una tarea fácil: se necesita devoción, fortaleza y un importante sentido del sacrificio para llevarla a cabo. Además de las ganas de servir, la capacidad de hacer sacrificios es uno de los principales requisitos que hay que tener en cuenta antes de dar un paso tan grande.

Hacer sacrificios no sólo está en el camino de cada militar, sino también en el de sus familiares y seres queridos. Aunque las familias de los militares no sirven a la nación directamente, tienen que apoyar a los hombres y mujeres que dan la vida por su país.

A menudo, los militares son desplegados durante largos periodos de tiempo, por lo que tienen que permanecer alejados de su familia. Este periodo suele ser difícil para ambas partes, ya que esas despedidas pueden convertirse en su último encuentro físico. Además, un buen número de militares están casados y tienen una familia joven y en crecimiento.

Según datos del Departamento de Defensa de Estados Unidos, casi el 50 por ciento del personal militar está casado, y el 39 por ciento tiene hijos. Estos datos indican que un buen número de militares se pierden importantes fechas familiares cuando están desplegados.

Un buen ejemplo es el teniente Michael Lemmons, un padre que sirve en la Marina, quien se perdió el nacimiento de su hijo cuando estuvo desplegado durante meses. Cuando regresó a Bremerton, en el estado de Washington, después de pasar 8 meses en el mar, Lemmons pudo conocer a su hijo recién nacido.

Volver a casa con la familia tras meses de despliegue es una de las experiencias más estimulantes para los militares. Sin embargo, volver a casa y ver la cara de un nuevo miembro de tu familia es mucho más emocionante.

Al final de su despliegue a bordo del USS John C. Stennis, el padre marinero conoció por primera vez a su hijo menor, Hunter Ethan Lemmons, de 8 semanas de nacido. La esposa de Michael, Holly Lemmons, estaba embarazada de dos meses cuando él fue desplegado en el Stennis, así que lamentablemente se perdió el nacimiento de su hijo menor. Ni qué decir tiene que el padre se sintió totalmente envuelto en la emoción cuando tuvo al recién nacido en sus brazos.

"Es perfecto. Gracias", dijo antes de darle un beso a Holly.

Holly se emocionó tanto con la llegada de su marido como él mismo, porque finalmente iba a poder presentarle a su hijo menor. Los días previos a su despliegue estuvieron llenos de sorpresas para la familia. En primer lugar, Holly descubrió que estaba embarazada apenas 48 horas antes de recibir la noticia del despliegue de Michael. El embarazo fue una sorpresa para la pareja, que ya tenía dos hijos, Samantha y Michael Jr.. Hacía tiempo que habían decidido no tener más hijos.

La segunda sorpresa llegó a las 48 horas de la primera: Michael recibió la noticia de que su despliegue se realizaría cinco meses antes de lo previsto.

"Creo que con 48 horas de diferencia nos enteramos de lo del bebé, y luego nos enteramos de que habían adelantado el despliegue unos cinco meses", explicó Holly.

Aunque la pareja sabía que iba a ser una etapa difícil, salieron adelante gracias a su constante comunicación.

La situación de los Lemmons no es exclusiva de ellos. Como Michael, otros 27 padres que iban a bordo del Stennis también iban a conocer a sus recién nacidos por primera vez.

¿Qué opinas de que Michael Lemmons conociera a su hijo recién nacido por primera vez semanas después de nacer, debido a su despliegue naval? ¿Qué harías tú si estuvieras en el lugar de su mujer? ¿Conoces a familias de militares que hayan pasado por una situación parecida? Déjanos tus comentarios, y no dejes de difundir este artículo entre tus amigos y familiares.