Un hombre con estos doce hábitos hará que su pareja no desee estar más con él
Feb 26, 2021
La mayoría de nosotros sabemos qué tipo de pareja sería la ideal en nuestro caso, y aunque la mayoría de las personas no encajan con todas las casillas que necesitamos, una buena pareja solo necesita tener algunos rasgos de valor que son importantes para nosotros. Al fin y al cabo, nadie es perfecto. Sin embargo, sucede que muchos de nosotros pasamos tanto tiempo sabiendo lo que queremos en una pareja que no nos paramos a pensar en lo que NO queremos. Este aspecto es igual de importante en una relación, si no más. Si encuentras alguno de los rasgos mencionados aquí en tu pareja, puede que sea el momento de reevaluar la relación y de detectar ciertas banderas rojas antes de que causen un quebradero de cabeza a largo plazo.
El matrimonio es un paso extremadamente importante en la vida de una persona y no es una decisión que la mayoría de la gente se tome a la ligera. Aunque es una tradición hermosa y se sigue celebrando a día de hoy, la mayoría de las personas no son la pareja perfecta para la otra persona. Al fin y al cabo, no sucede cada día que encontremos a una pareja que se ajuste exactamente a nuestros criterios, e incluso entonces hay que hacer algunas concesiones. Sin embargo, la mayoría de la gente rara vez piensa en lo que no quiere de una pareja. Esto podría deberse a que se considera algo "negativo" pensar en todo lo que no debería tener una pareja, pero nosotros consideramos que es necesario saber lo que no se quiere tanto como lo que se quiere.
Algunos rasgos pueden parecer inofensivos al principio, pero pueden convertirse en algo muy tóxico que puede tener un gran impacto en tu relación a largo plazo. Los rasgos que se enumeran a continuación pueden suponer un problema para tu relación en el futuro, y es necesario tenerlos en cuenta antes de tomar cualquier decisión importante, como el matrimonio.
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1. Odio hacia los animales
Hay una gran diferencia entre no querer tener una mascota y odiar a los animales. A algunas personas simplemente no les gusta la molestia extra que supone cuidar de una mascota, y esto es una elección personal, al fin y al cabo. Sin embargo, un hombre que odia a los animales es alguien que cree que los animales no tienen emociones y tiende a tratar mal a las inocentes e inofensivas criaturas. Puede que le dé una patada a un gato callejero cuando pasea y reírse de ello, por ejemplo. Esto demostraría que no siente ninguna empatía, lo que también podría reflejarse en la relación.
Un hombre que odia a los animales quizás no te permita expresar tus propias emociones o le reste importancia al daño que te ha causado. Puede incluso darle la vuelta al asunto y culparte de todo lo malo de la relación. Un hombre sin empatía no es alguien que vaya a ser un buen compañero y por lo tanto no será un buen marido.
2. No respeta las reglas básicas de la relación
Todas las relaciones tienen unas reglas básicas. Estas se deciden tanto hablándolas como entendiendo a tu pareja. Por ejemplo, es posible que ambos tengáis la norma de pasar una hora al día alejados del teléfono para poder disfrutar de la mutua compañía . Un ejemplo de regla no escrita puede ser que tu pareja te mantenga al tanto de cuándo vuelve a casa del trabajo. Quizás él también te pone alguna condición, como no molestarle mientras está viendo algo.
Estas reglas son barreras del uno para el otro, y respetarlas es extremadamente importante en cualquier relación. Ambos miembros de la pareja deben seguir estas reglas si quieren mantener una relación sana. Si él se niega rotundamente a cumplir con estas normas establecidas, tienes un problema. Demuestra que no valora las normas ni tampoco te valora a ti, y a la larga esto os dañará emocionalmente a ambos.
3. Rompe con frecuencia las promesas
Es normal olvidar algo de vez en cuando, y todos cometemos errores. Lo mismo ocurre con una promesa rota, siempre que no suceda a menudo. Pero cuando tu pareja empieza a romper promesas u olvida cosas constantemente, esto se convierte en algo preocupante. Esto apunta directamente a un problema fundamental dentro de uno de los pilares de una relación sana: el respeto. Si un hombre no te respeta lo suficiente, no considerará que romper las promesas sea un gran problema. Esta falta de respeto puede manifestarse también de otras formas y acabará haciendo que te cuestiones tu propio valor. Un hombre al que no le importas lo suficiente como para mantener su palabra una y otra vez no es un hombre que te sabrá amar dentro del matrimonio.
4. No valora otras relaciones
Todas las relaciones pasan por un periodo difícil de vez en cuando, pero si tu pareja sigue utilizando cada desacuerdo como excusa para cortar una amistad, entonces eso ya es una bandera roja importante. Un hombre que no valora las contribuciones de otras personas en su vida no dudará en dejarlas atrás para siempre por un pequeño desacuerdo. No importa si se trata de un amigo de su pasado o de su actual jefe, nadie tiene ninguna posibilidad con un hombre que no se preocupa por los demás.
Si es tan fácil para él alejarse de los demás, fácilmente podría hacer lo mismo cuando se trate de ti. Este tipo de comportamiento no es una gran señal para el futuro; es posible que ya sientas que tienes que andarte de puntillas para evitar que tu pareja reaccione mal ante cualquier cosa que hagas. Si este es el caso, puede que haya llegado el momento de considerar seriamente el romper la relación.
5. No admite que se equivoca
Todo el mundo comete errores y dice cosas equivocadas de vez en cuando. Si nunca admite que se equivoca y discute incesantemente por ello, es una mala señal. Algunos ejemplos de su discurso: "Tu comportamiento fue lo que ME LLEVÓ a hacerlo, no es MI culpa", "No tuve más remedio que hacer esto, así que no me culpes a mí por ello, culpa a otros" y "No hay nada malo en lo que hice y es tu reacción la que es el problema, no yo". Frases como estas erosionan la confianza y el amor que antes sentías por la persona y lo sustituyen por la desesperanza.
No asumir sus errores es una gran señal de inmadurez, y puede volverse en tu contra a menudo si él no está dispuesto a asumir la responsabilidad de sus palabras y de sus acciones. Acabará echándote la culpa de todo. Él tendrá la razón pase lo que pase, y tú siempre serás la que se equivoque. Es una de las mayores banderas rojas que pueden dañar permanentemente una relación.
6. Nunca termina la pelea
Los desacuerdos son una parte integral de cualquier relación sana, pero pelear por pelear es muy contraproducente. Los desacuerdos son normales, pero también tienen que llegar a su fin en algún momento, y una persona que no está dispuesta a dejar de lado un tema que ya no te sirve a ti o a la relación no es una persona con la que quieres casarte. Puede acabar haciéndote sentir que los buenos momentos son escasos, mientras que el resto del tiempo lo pasas agotada por las constantes peleas. Siempre debes ser capaz de tener una actitud abierta y honesta con tu pareja aunque sepas que no va a estar de acuerdo contigo, pero una mala pareja puede hacer que tengas miedo de abordar cualquier tema que pueda causar un desacuerdo.
Dejar ir también es un rasgo que tiene toda persona con una mentalidad sana. Hay dos preguntas a las que te enfrentas cuando discutes: "¿Es esta pelea o este asunto algo más importante que la persona a la que quiero?", y "¿Somos los dos contra el problema o soy yo contra ti?". Si la respuesta a la primera pregunta es que el problema es más importante que la persona, ya tienes una razón para dejarle. Si la respuesta a la segunda pregunta es, por desgracia, "tú contra mí", la relación está empezando a ser tóxica y es posible que quieras replantearte el sentido de lo vuestro.
7. No te deja hablar
La comunicación trata de dos cosas: hablar y escuchar. Cuando comunicamos a nuestra pareja que necesitamos algo de su parte, sabremos que nos ha escuchado cuando nos demuestra su amor con sus acciones. Una mala pareja no te deja expresarte ni te escucha. Cuando intentas hablar con él, no duda en cortarte y alejarse de la conversación. Esto demuestra que tiene una grave carencia de habilidades conversacionales y que no valora tus pensamientos y opiniones. Además, no se comunica con claridad y descarga su frustración en ti si no entiende por qué estás molesta. Puede que te encuentres suplicándole constantemente que te escuche, lo cual es algo bastante tóxico de por sí.
8. No tiene problema en mentir
Las pequeñas mentirijillas son excusables en una relación, y a veces incluso son necesarias. Un hombre cariñoso nunca le dirá a su pareja que tiene un gran grano en la cara a no ser que se lo pregunte, y siempre le restará importancia a lo mal que se vea, por ejemplo. Sin embargo, si miente constantemente, incluso por las cosas más pequeñas, esto afectará gravemente a vuestra relación. Toda relación sana debe basarse en la confianza, y es imposible confiar cuando se está con alguien que siempre te miente. La confianza es esencialmente el fuego que alimenta una relación, y un hombre que miente constantemente no se preocupa por ti ni por un futuro a largo plazo junto a ti.
9. Es estrecho de miras
La estrechez de miras puede verse en muchas acciones, pero un ejemplo claro y visible de esto está en cómo él te "permite" ser. Si tu pareja cree que debes comportarte y vestirte de una determinada manera, y si te castiga porque no te has adherido a sus reglas, lo más seguro es que acabe en desastre para los dos.
Este tipo de hombre no está abierto a nada que no sea su propia visión del mundo, y puede perjudicarte seriamente si sigue ejerciendo cada vez más control sobre tu vida. Vivir con él puede convertirse en todo un reto debido a todas las nuevas "reglas" que se saca de la manga de repente cada vez que haces algo que no le gusta.
10. No eres una prioridad en su vida
Una relación sana implica que ambos miembros de la pareja dan y reciben. En una relación sana, cada miembro de la pareja pone las necesidades del otro al mismo nivel que las suyas o incluso por delante de las suyas. Al poner al otro en primer lugar, ambos salen ganando. Cada uno debe ser abierto y honesto con el otro y estar dispuesto a hacer sacrificios. Sin embargo, un hombre que piense que no eres una prioridad será egoísta y siempre tomará de ti pero nunca dará.
Cuando no te convierte en una prioridad en su vida, probablemente no le gustes tanto como él te gusta a ti, e incluso es posible que el tipo esté disfrutando de la dinámica de poder de la relación. Siempre serás algo secundario para él, lo cual te provocará un sentimiento realmente doloroso. Saber que te mereces algo mejor puede ayudarte a romper con una pareja tóxica.
11. Tiene un comportamiento abusivo
El maltrato adopta muchas formas, desde el mental hasta el verbal y el físico, y ninguna de ellas debe ser tolerada. Aunque el abuso físico es el más reconocido, el abuso emocional y el verbal son igual de dañinos. Un hombre que es emocionalmente abusivo puede burlarse o reírse de tu tristeza, puede ignorarte durante días, y siempre encontrará maneras de hacerte infeliz a propósito. El abuso verbal también suele formar parte del abuso emocional, y las palabrotas, así como los insultos, se lanzan contra ti sin pensarlo dos veces. Lo único que le importa a un hombre abusivo es tener poder sobre ti. Nunca hay ninguna razón para que un hombre sea abusivo contigo.
12. Es pegajoso
Una relación sana significa que las dos personas pueden estar alejadas la una de la otra durante un tiempo razonable sin problemas. Aunque hay algo de romanticismo en que tu pareja se sienta incompleta sin ti, hay una gran diferencia entre querer desear la compañía del otro y esperar que la otra persona se quede a tu lado pase lo que pase y a todas horas. Si es pegajoso también puede significar que tu pareja necesita la certeza constante de que sigue estando en tu vida de alguna manera, lo que puede dar lugar a múltiples llamadas y mensajes que te agobien de verdad. Este tipo de hombre seguramente no entenderá que estés haciendo otra cosa, y espera que lo dejes todo para atender a sus necesidades.
Una pareja pegajosa puede hacer que te sientas asfixiada dentro de la relación y esto puede ser agotador para ambos. No es saludable para una relación, por mucho que la pareja pegajosa parezca quererte y necesitarte.
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