Un adolescente entró en el campo para consolar a una niña cuyo padre militar no pudo acompañarla en su presentación

Mar 29, 2019

Muchas familias de militares tienen que lidiar con la ausencia de un padre debido a un despliegue o tiempo fuera en servicio. Aunque es parte del estilo de vida de los militares, a menudo es más difícil para los niños que tienen que lidiar con no tener cerca a su madre o a su padre. Es especialmente difícil cuando ese niño es muy pequeño e impresionable.

Cuando un niño tiene a su padre en el ejército, le puede costar participar en las actividades extracurriculares y actuar como si todo estuviera normal. Los niños quieren que sus padres estén en sus fiestas y en las comidas con toda la familia./p>

Cuando hay un evento especial, como un baile escolar, un concurso o una competencia, la ausencia del progenitor se siente todavía más. Eso fue lo que le pasó a Addie Rodríguez en octubre de 2016. Para ese momento, Addie era una niña de 9 años y asistía a la escuela primaria St. John Bosco de San Antonio, Texas (Estados Unidos). La niña formaba parte del equipo de animadoras del colegio, y un día, hubo una rutina en la que participaron todos los padres de los alumnos. Su padre, el piloto senior Abel Rodríguez, acababa de irse a California antes de ser desplegado, así que no iba a poder estar con ella para participar en la rutina entre padre e hija.

Su madre se quedó en las gradas, viendo cómo su hija empezaba a llorar. El momento fue desgarrador, pero de repente, un desconocido bajó de las gradas y se acercó a Addie. En pocos minutos, el desconocido la levantó para asegurarse de que no se perdiera la rutina con sus compañeras. Las lágrimas de la niña pronto se convirtieron en una sonrisa y la emocionante historia se viralizó.

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Para ese momento, Addie estaba en cuarto grado y estaba junto a sus compañeras porristas. De repente, los padres de sus compañeritas entraron en el campo y procedieron a levantar a sus hijas sobre sus hombros. Lamentablemente, el papá de Addie no estaba presente para ayudarla. Estaba sola, porque su papá se había tenido que ir a un entrenamiento en la Base Travis de la Fuerza Aérea, lejos de la casa de la familia en California. Abel Rodríguez es un veterano de la fuerza aérea y ha servido en Afganistán e Irak. Addie lo extrañaba demasiado, pero también sabía que su ausencia formaba parte del estilo de vida de los militares.

Ese día, Addie tuvo que quedarse al margen mientras empezaba la rutina entre padres e hijas. La pequeña empezó a llorar, porque se llenó de tristeza al darse cuenta de que su padre no estaba allí con ella. La madre de Addie, Alexis Perry-Rodríguez, observó desde las gradas cómo se le rompía el corazón a su hija poco a poco, y se sintió desconsolada porque sabía lo mucho que su hija deseaba que su padre estuviera con ella.

Pero entonces, de la nada, un amable joven saltó desde la tribuna para ayudarla. El muchacho corrió hacia Addie y ocupó el lugar de su padre en la rutina, solo para devolverle la sonrisa. Ese joven era Matthew García, que para entonces tenía 17 años y cursaba el último año en la secundaria Central Catholic. Había ido al evento para aupar a su hermano menor, que asistía a la escuela católica St. Luke, el colegio que competía contra la escuela de Addie. La madre de Addie le dijo a Today:

"(Addie) estaba un poco conmocionada y asustada al principio, pero luego, cuando él se arrodilló y le dijo: 'Voy a levantarte a ti también', se puso muy contenta y agradecida... Dijo: '¡Él me salvó la vida, mamá!'. Ese gesto hizo que se sintiera muy bien con ella misma".

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García dijo que simplemente no podía quedarse sentado, viendo cómo se le partía el corazón a la niña frente a todo el mundo. Por eso decidió echar a correr desde las gradas y saltar la valla. Se acercó a hablar con Addie y le preguntó si estaba bien. Cuando se dio cuenta de que no lo estaba, García entendió que debía dar un paso al frente y hacer algo al respecto.

Alexis le dijo a ABC News que se le derritió el corazón cuando se dio cuenta de lo que García estaba haciendo. En una conversación con Today, señaló lo siguiente:

"Rompí a llorar cuando me di cuenta de lo que el muchacho estaba haciendo... No podía ni hablar".

García le dijo al medio de comunicación que entendió la situación por la que estaba pasando Addie, porque sus padres se habían divorciado cuando él estaba muy pequeño. Dijo:

"Yo sé lo que es no tener un padre cerca, así que cuando la vi llorar así, me tocó la fibra sensible... Supongo que lo hice por puro instinto. No podía verla así".

Tras su amable gesto, García se marchó rápidamente, aunque Alexis logró tomarle una foto junto a Addie. Sin embargo, la familia Rodríguez ni siquiera sabía su nombre y quiso darle las gracias una vez más. Por eso Alexis publicó una foto en su Facebook y empezó a preguntar si alguien sabía quién era ese joven tan bondadoso. Fue entonces cuando la historia se difundió rápidamente por toda la ciudad de San Antonio.

Después se supo que García, que fue el verdadero héroe ese día, se sintió mucho mejor que la propia Addie después de tener ese gesto con ella. El adolescente le dijo a Today:

"Para ser sincero, creo que hacerla sonreír me alegró más a mí que a ella... Cuando Addie me dio las gracias después del partido, fue muy conmovedor para mí".

¿Qué te pareció el gesto de Matthew García? ¿Alguna vez un desconocido te ha regalado un gesto amable? Déjanos tus comentarios, y si esta historia te ha inspirado, ¡no dejes de compartirla con los demás!

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