Soy muy fuerte, pero estoy hasta la coronilla
Abr 04, 2019
Todo se está derrumbando.
Lenta pero firmemente, estoy perdiendo las fuerzas que necesito para seguir caminando por mi cuenta. Es difícil explicar qué tipo de mentalidad tengo, porque tengo demasiadas emociones que quieren salir a la superficie. Pero la conclusión es que ya estoy cansada de hacerme la fuerte y mis energías están agotadas. Cada día, me levanto por la mañana y pongo mi sonrisa forzada, haciéndole creer al mundo que estoy bien, cuando en realidad apenas me puedo sostener.
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Aunque soy fuerte y puedo enfrentar casi cualquier obstáculo que la vida me presente, eso no significa que no pueda sentirme abatida a veces. Todas las cosas por las que he pasado se acumulan en mi cabeza y tarde o temprano terminan por asfixiarme. El hecho de que sea una mujer fuerte y valiente no significa que no tenga momentos de debilidad. Simplemente estoy hasta la coronilla de fingir que todo a mi alrededor está bien, cuando cualquiera que observe mi mirada puede darse cuenta de que no es así, porque más bien me estoy cayendo a pedazos.
Nunca quise ser la más fuerte, simplemente la vida me obligó a serlo. Tuve que obligarme a mí misma a sobrellevar mis problemas en vez de escapar de ellos. Tenía que seguir adelante a pesar del miedo, para enfrentar todo lo que la vida ponía en mi camino. Una de dos: luchar por mi vida, o tirarme al suelo y aceptar mi derrota de antemano. Yo nunca tuve otra opción, simplemente tenía que continuar.
Pero ahora mismo, no me siento valiente. Me siento deprimida y débil. No tengo la energía suficiente para dar otra pelea, aunque estoy consciente de que los problemas no han terminado. ¿Cómo puedo reunir la fuerza que necesito para atravesar este camino espinoso? ¿Cómo puedo encontrar la entereza para seguir adelante y superar este nuevo obstáculo, si en el fondo lo único que quiero es tirarme en mi cama y descansar de toda esta pesadilla?
Muchos me ven como toda una fiera, y dicen que los inspiro a seguir adelante, pero en realidad me estoy quedando sin energía para mantener esa fachada. El hecho de que haya logrado atravesar muchos obstáculos no significa que esos problemas no me hayan destrozado, como lo harían con cualquier otra persona. Es cierto que soy independiente, pero a veces necesito pedir ayuda, aunque al final nunca lo hago. Después de todo, me he dado cuenta de que aunque sea una persona fuerte, todos tenemos nuestros puntos de quiebre.
He empezado a darme cuenta de que nadie debería enfrentar los retos de la vida en solitario. Necesitamos sistemas de apoyo para poder superar los desafíos más difíciles, aquellos que no podemos encarar solo con nuestra fuerza. Todos nosotros necesitamos de alguien que nos brinde palabras de aliento en el camino, que nos diga que estamos haciendo lo correcto, por más fuertes e independientes que seamos.
Teniendo en cuenta todas las cosas por las que he tenido que pasar, creo que ya me toca ser débil por un rato. Simplemente quiero recibir el abrazo del ser amado, alguien que me diga que todo estará bien. No estoy buscando apoyo financiero ni físico, sino ese apoyo emocional que todos merecemos y necesitamos para seguir adelante con nuestras vidas. Necesito alguien que sea mi punto de apoyo cuando me toque pasar por momentos difíciles, y todo lo que quiero es alguien que esté a mi lado mientras me pregunto qué desafíos me depara la vida.
Estoy cansada de luchar. Estoy cansada de estar sola. Estoy cansada de ser la mujer a la que todos conocen por su fortaleza. ¿Acaso la gente no sabe que a veces hasta los más fuertes necesitan ayuda? Siempre he sido un apoyo para los demás, pero, ¿dónde están los que me tienen que apoyar a mí cuando necesito ese ánimo para seguir adelante? Siempre he evitado pedirles ayuda a los demás porque no quería mostrarles señales de debilidad o fragilidad. Pero ahora me he dado cuenta de que todos tenemos que pedir ayuda en ciertos momentos, y eso no es motivo de vergüenza.
Mis emociones han alcanzado un punto en que ya no las puedo ignorar. Es tiempo de retroceder un poco y evaluar cuál es la mejor forma de lidiar con mis problemas, porque la forma en que lo estoy haciendo actualmente no está funcionando. Esto de mantenerme de pie por mi cuenta, sin recibir ayuda de otros, está matándome; y me temo que he llegado al punto de no retorno. Lo único que pido es poder contar con alguien que me abrace cuando tenga miedo, que me ayude a alcanzar mis metas y que me mantenga de pie cuando ya no pueda sostenerme por mis propios medios.
¿Alguna vez te has sentido demasiado débil como para seguir la lucha? Aquellos que llevan en sus hombros el peso de ser "el fuerte" que vence todos los obstáculos, pueden terminar derrumbándose ante las circunstancias. Si estás cansada de ser esa mujer fuerte, debes saber que no estás sola. ¡Comparte este artículo con todas las personas que puedan sentirse igual!