Regalaron un tocador en una venta de garaje, pero ahora están arrepentidos

Oct 16, 2020

Ross Taylor, un hombre de Pennsilvania, Estados Unidos, pasó por una venta de garaje en 2017 para recoger un viejo tocador. La familia que había organizado la venta de garaje ya no quería ese artefacto, pero Ross no podía creer la suerte que había tenido. El tocador estaba marcado como gratis, y Taylor, que es carpintero, decidió convertirlo en algo que valiera la pena.

Cualquier persona hubiera dicho que ese tocador no servía para nada. Aunque los cajones estaban bastante maltrechos, Taylor vio que la cómoda tenía un gran potencial, y decidió restaurarla.

La restauración del viejo tocador requirió un poco de habilidad y creatividad, así que no fue tan sencillo. Para empezar, Ross empezó a desmantelar la vieja pieza art decó, quitando cuidadosamente cada una de sus partes. Cuando el tocador ya estaba totalmente desarmado, se propuso restaurar su belleza, que había quedado oculta por demasiado tiempo.

Aunque la cómoda parecía una vieja carcacha, Ross tuvo el ingenio para ver más allá de lo evidente. Removió la mayor parte de la vieja pintura de los cajones, usando una espátula y una pistola térmica. Este método le ayudó a preservar el veteado que tenía impreso, y retiró lo que quedaba de pintura con un disolvente.

Después de esperar 24 horas, Taylor usó una espátula para terminar de quitarle la pintura al viejo tocador. Para remover la pintura que quedaba, nuestro carpintero frotó un disolvente de laca sobre la pieza y la dejó reposar unos días para que se secara. También usó una pequeña herramienta para poder quitar suavemente la pintura restante de los espacios estrechos y las grietas.

Todo el tocador estaba en mal estado, pero lo que estaba peor eran los cajones. Para renovarlos, Taylor les quitó los fondos para poder lijar bien el exterior y los bordes. Durante el proceso de reensamblaje, reforzó las estructuras pegándole bloques de madera a los fondos.

Algunas partes de la pieza necesitaban más que un simple lijado o raspado de pintura. Haciendo gala de su habilidad y creatividad, Taylor renovó las partes viejas. Hasta le cambió el color a la mancha que tenían los cajones, que terminaron teniendo un tono mucho más claro.

Aunque la restauración de muebles se ha vuelto muy popular, se necesita un ojo especial para ver más allá de lo evidente. Ross Taylor fue capaz de valorar esos cajones andrajosos, y vio más allá de toda esa vieja pintura. Se percató de la belleza interior que tenía esa pieza tan notable. Esto nos demuestra que con un poco de optimismo y cariño, podemos apreciar la belleza en cualquier situación. Puedes encontrar más información sobre el trabajo de Taylor en su sitio web. También podrás ver otros proyectos suyos en su canal de YouTube.

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