Pareja se muda a una casa donde encuentran a un gato callejero con una lista de exigencias, la carta se vuelve viral

Feb 25, 2019

Cuando te mudas a una casa, no puedes evitar pensar en las personas que vivían en ella antes que tú. Suele ser difícil imaginar qué tipo de personas eran, pero algunas veces dejan ciertas pistas. Cuando Miranda y su familia se mudaron, encontraron una nota que habían dejado para ellos los anteriores propietarios de la casa.

Tan pronto como llegaron a su nueva casa, la familia de Miranda encontró una nota que habían dejado. Esta nota comenzaba dando la bienvenida a la nueva familia a la casa, expresando que esperaban que les gustara tanto como a ellos. La nota continuaba y decía que tenían un favor que pedirle a la nueva familia.

Mientras Miranda seguía leyendo, descubrió que un gato vivía en el patio trasero de su nueva casa.

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La antigua familia explica que es un gato naranja con una pata lesionada y que no va a permitir que ningún otro humano se le acerque. Por muchos años, los antiguos dueños de la casa lo alimentaban para evitar que muriera de hambre. Sin embargo, cuando se mudaron, no supieron qué hacer. A los gatos callejeros no les va bien encerrados bajo techo con personas y otros gatos, e intentan escapar al momento en el que tienen la oportunidad.

Así que decidieron que podía quedarse donde estaba y pedirles a los nuevos propietarios que cuidaran del gato por ellos. Cuando Miranda terminó de leer la nota, volteó hacia arriba y vio a un gato naranja mirando a través del vidrio de la puerta. Dijo que lo primero que le provocó fue reír.

La familia ya tenía cinco gatos rescatados, así que les pareció gracioso que hubiera otro esperando por ellos en su nuevo hogar. Miranda acató las instrucciones y empezó a dejar comida afuera para el gato.

La familia lo llamó Raz y en principio estaba demasiado aterrado como para acercarse a los nuevos habitantes de la casa. No obstante, eventualmente empezó a relajarse.

Miranda dice que ahora no se esconde cuando los ve y se siente cómodo con ellos como para llegar hasta la puerta y pedir comida.

El pequeño Raz tuvo suerte con estas nuevas personas que se mudaron a la casa. Esta adorable historia demuestra que todavía hay personas dispuestas a hacer algo de trabajo extra para cuidar animales indefensos.

¿Qué harías en esta situación? ¿Habrías seguido las instrucciones? Cuéntanos qué opinas en la sección de comentarios.