Nuevas evidencias sugieren que la ciudad del Rey David estaba exactamente donde la Biblia indica que estaba.
Oct 29, 2018
Hasta 1902 se creía que los gorilas de montaña eran un mito, pero un científico demostró lo contrario. Hasta 1822, la ciudad de Troya, tema principal de la Ilíada de Homero, se creía un mito hasta que un arqueólogo demostró que no lo era.
Hoy en día, se cree que algunas partes de la Biblia son simples mitos, como cuando se habla de la ciudad bíblica de Eglón, e incluso al hablarse de la existencia de los reyes Saúl y David. Pero un nuevo emplazamiento arqueológico puede ser una sorprendente prueba de lo contrario, ya que encaja con las descripciones de la ciudad tal cual lo hace la Biblia, y puede incluso probar que el Rey David existió. Los arqueólogos sugieren que pueden haberla encontrado y que va a poder demostrarse, como se hizo con Troya, que es una ciudad histórica real.
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Puede parecer gracioso, pero el emplazamiento se descubrió siguiendo caminos trazados por topos. Este nuevo y emocionante hallazgo está situado en un valle cerca de las colinas de Hebrón, en Israel. La ubicación se llama Tel 'Eton.
La datación por radiocarbono sitúa el nuevo hallazgo en la era correcta. Contiene artefactos que sugieren a los eruditos que estuvo bajo dominio israelí durante un tiempo. Esto incluye un edificio que se ajusta a la construcción "casa de cuatro habitaciones" típica israelí y que casi nadie más llevaba a cabo en aquella época. Esto hace pensar que la ciudad tuvo ciertamente influencia israelí.
Aunque todavía no hay evidencia exacta de la existencia del rey David, existen las suficientes evidencias circunstanciales que encajan con las descripciones bíblicas como para que los eruditos se entusiasmen ante esta posibilidad. Consideran plausible que el rey David estuviera allí.
Otros artefactos valiosos encontrados son pesas de telar, cerámica y puntas de flecha, todos estos tesoros para extraer información cultural. Los investigadores creen que la ciudad fue destruida en el año 701 a.C. por los asirios.
Hay escépticos y críticos a quienes les gustaría descartar toda conexión con los relatos bíblicos. Tales personas argumentan que los arqueólogos involucrados en esos sitios que supuestamente coinciden con la historia encontrada en la Biblia están tratando de hacer que sus hallazgos encajen con la Biblia. Pero la arqueología es un campo bien desarrollado con poco espacio para las meras especulaciones, y la Biblia es, en potencia, un libro histórico preciso.
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