Los médicos revelan que gritar a tus hijos puede causar depresión y baja autoestima

Sep 27, 2018

La crianza de los hijos puede ser frustrante a veces porque los niños pueden ser unos salvajes. Si bien la crianza de los hijos no es fácil, no debes gritarles constantemente porque puede causarles daños permanentes.

Como humanos, por supuesto que, a veces, todos mostramos nuestro temperamento. El Journal of Child Development publicó un estudio según el cual los gritos regulares pueden tener los mismos efectos que golpear a tus hijos.

Los niños a los que se les grita regularmente tienen más sentimientos de depresión y ansiedad. Si gritas a tus hijos, les enseñas a que griten a la gente o a esperar que otros les griten cuando crezcan, de acuerdo con Positive Outlook, y así es como se verán afectados psicológicamente.

Los padres tienen poder sobre sus hijos porque les proporcionan todo lo que necesitan, como comida, refugio y amor. Estar implícitamente asustado afecta su sentido de seguridad, según la Dra. Laura Markham. Ella fundó Aha Parenting y es la autora de Peaceful Parenting (Paternidad pacífica).

Los gritos pueden cambiar las vías neurológicas del cerebro de un niño para que piense que está en peligro, haciendo que pelee, huya o se congele. Luego, estos tipos de respuestas se graban en el cerebro del niño y afectan a su personalidad.

Los gritos suelen ser ineficaces. Hace que los niños no quieran escucharte. Gritar es la forma cómo los padres que están demasiado débiles o cansados (como para expresarse de forma saludable) tratan a sus hijos.

Si están tratando de ser catárticos, eso funciona para los padres, pero no es la manera de cambiar los hábitos del niño, compartió con el New York Times el Dr. Alan Kazdin (profesor de psicología y psiquiatría infantil en Yale).

Una conversación tranquila es la forma en que un padre debe acercarse a sus hijos. Usar el sentido del humor al mismo tiempo que se es autoritario y al mismo tiempo conectarse con ellos también puede ayudar, pero estos necesitan saber qué es lo que han hecho mal.

Aquí es donde se produce el refuerzo positivo y negativo. Elógialos si han hecho lo que se supone que deben hacer. Si no lo han hecho, se les debe dar consecuencias sin que les grites o seas demasiado agresivo. Gritar de vez en cuando está bien, como cuando suceden cosas tales como golpear a los hermanos. Necesitan recibir un susto para que no se vuelva a producir la situación potencialmente peligrosa. Existe un riesgo, por lo que está justificado crear una vía neutral como respuesta ante la pelea, huida o congelación.

Sin embargo, después de llamarles la atención, debes calmar tu voz mientras pones remedio a la situación.

¿Qué te pareció este artículo? ¿Estás de acuerdo? ¿Cómo manejas tu enojo cuando tu hijo te está frustrando? Dinos si tienes algún consejo, ¡puede que ayudes a otros padres!

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