Los hijos de Barry Gibb con su esposa durante 52 años han seguido sus pasos y él reza por ellos y por sus 7 nietos

May 26, 2023

Barry Gibb es un renombrado músico, cantante y compositor que ha dejado una huella indeleble en la industria musical. Como miembro de los Bee Gees, desempeñó un papel fundamental en la configuración del sonido de los años 70 y se convirtió en un icono de la era disco. Pero más allá de su extraordinaria carrera, la vida personal de Barry ha estado marcada por triunfos y tragedias a partes iguales.

Nació el 1 de septiembre de 1946 en Douglas, Isla de Man, y creció en un hogar lleno de música. Barry y sus hermanos Maurice Gibb y Robin Gibb formaron un trío muy unido que más tarde se convertiría en los Bee Gees. Se trasladaron a Australia en 1958, donde el talento musical de la familia empezó a florecer. Ahí fue cuando el camino de los Bee Gees hacia el estrellato mundial empezó a tomar forma.

Barry fue el principal compositor, vocalista e instrumentista del grupo. Su característica voz de falsete, junto con su habilidad para crear melodías contagiosas y letras conmovedoras, impulsaron a los Bee Gees a la fama internacional. Con éxitos como "Stayin' Alive", "Night Fever" y "How Deep Is Your Love", los Bee Gees desempeñaron un papel esencial en la definición del género disco y se convirtieron en uno de los grupos musicales con más ventas de todos los tiempos.

A pesar de todo ese éxito fenomenal, la vida personal de Barry se ha visto empañada por eventos muy trágicos. En 1988, el hermano menor de los Gibb, Andy Gibb, falleció a los 30 años debido a una enfermedad cardiaca agravada por el abuso de sustancias. La repentina muerte de Maurice en 2003, durante una operación, agravó aún más el dolor de la familia. En 2012, Robin falleció de cáncer sin siquiera haberle dicho a Barry que estaba enfermo.

También ha tenido altibajos en su vida sentimental. Sin embargo, Gibb encontró el amor de la mano de Linda Gray, una ex Miss Edimburgo. La pareja lleva casada desde el 1 de septiembre de 1970, el mismo día en que Gibb cumplió sus 24 años. Desde entonces han formado una hermosa familia.

Tras alcanzar el éxito y la riqueza con los Bee Gees, los hermanos Gibbs pronto se vieron envueltos en el mundo de fiestas, drogas y alcohol que suele rodear a la fama. Aunque el hermano menor, Andy, no formaba parte de la banda, sí tuvo éxito como solista y se vio acosado por los mismos vicios que sus hermanos mayores, Maurice y Robin. Por su parte, Barry también estuvo expuesto a las mismas tentaciones, pero le atribuyó a su mujer el mérito de mantenerlo por el buen camino. El artista le dijo a The Guardian lo siguiente:

"Mis hermanos tuvieron que enfrentarse a sus demonios por su cuenta, pero yo estaba casado con una mujer que no lo iba a permitir. Si metía drogas en la casa, terminaban en el retrete. Ella nunca me permitió ir en esa dirección. Tuve que lidiar con que mis hermanos fueran más o menos por ese camino, pero yo tuve suerte".

Barry conoció a Gray durante una grabación del programa de televisión británico "Top of the Pops", y lo describió como un "amor a primera vista", a pesar de que en aquel momento seguía casado con su primera esposa, Maureen Bates, quien había sido su novia en la secundaria. Según el Daily Mail, en 2017 el músico le declaró lo siguiente a Piers Morgan:

"Cuando nos vimos por primera vez, pensé que era amor a primera vista. Entonces me dije: 'Esa es la mujer con la que voy a pasar el resto de mi vida'. No me importaba el mundo del espectáculo".

En la misma entrevista, Barry habló de cómo el hecho de ser el último hermano superviviente le ha enseñado a ser más precavido con su ambiente.

"No manejo rápido. No sé por qué sigo vivo, tal vez sea porque me pone muy nervioso cualquier cosa que pueda perjudicarme", reconoció.

La vida personal de Barry también ha estado marcada por su amor duradero y sus fuertes lazos familiares. En 1970 se casó con Gray y de su unión nacieron cinco hijos: Stephen Gibb, de 49 años; Ashley Gibb, de 45; Travis Gibb, de 42; Michael Gibb, de 38; y Alexandra Gibb, de 31. Además, el cantante ya tiene siete nietos. A lo largo de su ajetreada carrera, su esposa siempre fue su fiel compañera, proporcionándole un apoyo inquebrantable. Los hijos de Barry también han seguido sus pasos, haciendo gala de su pasión por la música y del talento que ha hecho destacar a su familia.

Stephen y Ashley se dedicaron a la música. Stephen en particular formó parte de varias bandas y también hizo giras con su padre como guitarrista. Ashley es un gran compositor y se asoció con su padre y con Stephen para escribir "Drown on the River", tema que aparece en "Deal", una película de Burt Reynolds del año 2008.

Michael, por su parte, también se dedicó a las artes, pero a través de la actuación, y ha tenido papeles en películas como "Just South of Insanity" y "Buddies". La única hija de Barry, Alexandra, se dedicó al periodismo después de graduarse, convirtiéndose en una galardonada productora de noticias para varios medios de comunicación de Vancouver (Canadá).

Después de haber llevado una vida de tan alto nivel y repleta de altibajos, Barry ha empezado a tomarse las cosas con más calma.

"Soy una persona religiosa, con mucha fe", le dijo al Sydney Morning Herald. "Tengo fe en mí mismo. Tengo fe en mi familia. Y tengo fe en la vida y una profunda fe en que hay algo después de ella".

Añadió que sus seres queridos nunca están lejos de sus pensamientos y contó que reza por "la salud de mi familia, mis hijos y mis nietos. Y rezo para que la música vuelva, de una forma más romántica".

¿Qué opinas de la vida de Barry Gibb? ¿Sabías que sus hijos tenían tanta afición por las artes como él? Déjanos tus comentarios y no olvides compartir esta nota con todos los fans de los Bee Gees que conozcas.