Las mujeres más fuertes han tenido padres horribles
Jun 28, 2018
Quizá tu papá te abandonó cuando eras joven, o tal vez se quedó pero te trató muy mal. No importa. Eres una mujer increíble que ha hecho lo mejor que ha podido en una situación horrible.
No necesitas a otras personas en tu vida
Crecer con un padre tóxico te enseña a ser independiente. Trabajas duro para pagar tus cosas. Si tu auto se daña, tú misma lo reparas. Si quieres un nuevo par de zapatos, tú los compras. Nunca has tenido un padre en el cual apoyarte, por lo que si surge un problema, sabes solucionarlo. Nunca haces el papel de la damisela en peligro porque sabes que la única persona que puede salvarte eres tú misma.
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La sangre no siempre determina a la familia
Crecer con un padre tóxico hace que todas tus relaciones tengan mayor importancia. Estás acostumbrada a que la gente se aleje cuando las cosas se ponen feas, por lo que aprecias a aquellos que deciden quedarse. Tus días libres los pasas con amigos que valoran tu compañía. No te preocupa estar sola; si estás en una relación, es porque quieres.
No te da miedo dejar todo atrás
Crecer con un padre tóxico te da la fortaleza para apartarte de malas situaciones. Quemarás puentes aún estando sobre ellos, solo para mostrarles a los demás que vas en serio. Has visto de primera mano cuán peligroso es permanecer en una relación dañina, por lo que es fácil para ti soltar y continuar. Si alguien desea estar contigo, mejor lo hace según tus términos.
Sabes, en el fondo de tu corazón, que NUNCA serás como él
Crecer con un padre tóxico te inspira a ser una mejor persona. Has visto el estrago que causaron sus acciones y no deseas cometer los mismos errores que él. Eres consciente de cómo tus acciones afectan a otros y tratas de ser tan positiva como tu padre fue negativo. Creas la paz y la estabilidad que buscabas mientras crecías.
¿Tuviste un padre terrible? ¿Te ves reflejada en este artículo? Cuéntanos sobre tu experiencia y asegúrate de invitar a otras mujeres a la conversación.