La elefante más triste del mundo murió en soledad tras pasar 43 años en un zoológico
Mar 31, 2019
Probablemente a todos los niños les encanta ir al zoológico con sus padres para ver a los animales. Para la mayoría de los niños, esta es la única forma de poder ver a tantos animales juntos. Sin embargo, en los zoológicos los animales no siempre están en las mejores circunstancias.
Cuando somos niños no nos damos cuenta, pero los animales que están en los zoológicos no tienen la oportunidad de vivir en su hábitat original, y no pueden vivir según sus ciclos naturales.
Por ejemplo, la elefante que protagoniza esta historia pasó toda su vida en total soledad. Durante las décadas que duró su existencia, no tuvo ningún amigo elefante con el cual poder interactuar.
De acuerdo con un reporte del Daily Mail, la elefante se llamaba Flavia, y vivió en el zoológico de Córdoba, España, por 43 largos años. Cualquier persona se sentiría terriblemente sola si tuviera que pasar más de cuatro décadas sin compañía, pero los elefantes son criaturas especialmente sociales. El instinto de estos paquidermos les hace querer estar rodeados de animales de su propia especie, y por eso esta historia es tan lamentable.
Normalmente, los elefantes hembra se pasan toda la vida compartiendo con sus madres. Pero como a Flavia le negaron vivir esa experiencia, empezó a mostrar síntomas claros de depresión, debido a su aislamiento. La vida de Flavia no fue fácil y resulta desgarrador conocer su historia.
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Esta elefante no solo mostraba síntomas de depresión y profunda tristeza, sino que también parecía estar muy angustiada por el hecho de estar en cautividad.
Debido a esta situación, mucha gente empezó a mostrar su molestia con el zoológico, llamando la atención acerca de la forma en que trataban allí a los animales salvajes. Cuando el público mostró su indignación por las condiciones en que estaba Flavia, las autoridades del zoológico decidieron transferir al animal a un santuario para que pasara allí el resto de sus días. Tristemente, Flavia falleció antes de ser trasladada al santuario, donde iba a poder compartir sus últimos días junto a otros elefantes como ella.
A principios de marzo, la elefante se despidió para siempre del mundo terrenal. En su honor, el zoológico publicó algunas fotografías suyas, incluyendo una deprimente imagen en la que Flavia trata de usar su trompa para salir de su jaula. Da mucha lástima pensar que este magnífico animal nunca tuvo la oportunidad de vivir a plenitud, ni de ser realmente feliz.
Aunque la historia de Flavia es triste y dolorosa, podemos aprender mucho de ella. Tenemos que aprender a cómo tratar a los animales: no podemos dejarlos encerrados bajo circunstancias tan inhumanas. Estas lamentables historias de soledad, negligencia y malos tratos deben quedar definitivamente en el pasado.
Los animales deben permanecer en sus hábitats naturales, donde puedan ser felices y libres para vivir de acuerdo con sus instintos. Ellos son parte de la naturaleza y deben estar con los de su especie, tal y como lo comprueba el caso de Flavia.
Al compartir esta historia, estarás poniendo tu granito de arena para hacer una diferencia. Más personas estarán conscientes sobre cómo merecen vivir los animales. ¿Qué opinas sobre la historia de Flavia? ¿Estás de acuerdo con mantener a los animales en cautividad? Déjanos tu opinión abajo en los comentarios y no olvides compartir esta historia con tus amigos y familiares.