La corredora termina el maratón cargando un cachorro abandonado que salvó en el camino

Mar 20, 2019

Tener compasión por otros animales es un don que no todos poseen. La mayoría de las personas nunca se detendrían a ayudar a un perro callejero. Algunos individuos sienten auténtico miedo por los problemas que un perro callejero les podría ocasionar, como las enfermedades. Pero otros simplemente no tienen el instinto de ayudarlos.

Sin embargo, ese no fue el caso de una corredora de maratón, Khemjira Klongsanun. Su interés por ayudar a un perro callejero cuando todos los demás corredores pasaban a su lado sin más, es un acto de bondad que muchos no se esperaban, especialmente en medio de una importante carrera.

Lo que realmente sucedió

Khemjira fue una de las participantes del maratón de Chombueng, una carrera de 42 kilómetros que se llevó a cabo al oeste de Tailandia. Todo iba bien durante los primeros 11 kilómetros de la competencia. Mientras corría, Khemjira vio a un cachorrito tembloroso al otro lado del camino.

Era un perro lobo tailandés, también conocido como Bangkaew. El perrito estaba asustado, y todos los demás corredores evitaban al pobre animal. Sin embargo, Khemjira no podía dejarlo allí solo. Sintió compasión por el pobre perrito y decidió hacer algo al respecto.

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Con calma, se acercó al perro y se arrodilló frente a él. Obviamente, al hacerlo tuvo que detener su marcha por un tiempo. La carrera se llevó a cabo en un área donde no había viviendas, así que era evidente que era un perro callejero o abandonado.

Debido al calor abrasador de la zona, Khemjira sabía que el cachorro no iba a poder sobrevivir sin ayuda. Era una carrera muy importante para ella y había pasado mucho tiempo entrenando para prepararse, pero simplemente no podía dejar al perrito a su suerte.

Finalmente, la compasión de Khemjira se hizo presente. Lo recogió y, usando su toalla, protegió al cachorro del calor abrasador. Pero no abandonó la carrera. Khemjira recorrió los 31 kilómetros restantes y llegó a la meta con el cachorro en sus brazos.

Después de la carrera, se fue a casa con él y trató de encontrarle un dueño.

Sin embargo, nadie quiso reclamarlo. La buena noticia es que Khemjira decidió adoptar al perrito, al que le puso el nombre de Chombueng. Ese es el nombre de la carrera de la que formó parte y durante la cual ayudó a salvarle la vida al perro. ¡Fue un acto de bondad realmente increíble!

Si esta asombrosa historia te ha inspirado, envíala a tus amigos. ¡También podrías conmover a otra persona! Los actos de bondad tan asombrosos como este merecen ser reconocidos.