Kevin de "Mi pobre angelito" tiene 42 años y luce como un galán

Feb 20, 2021

Macaulay Culkin es conocido en todo el mundo como el adorable y travieso Kevin McAllister, el niño de las películas de los años 90 de "Mi pobre angelito" ("Solo en casa" en España). Y a pesar de que ha crecido y ha seguido trabajando como actor, aunque fuera en papeles más especializados y alternativos, siempre ha seguido siendo asociado como el niño de "Mi pobre angelito".

Ahora, a sus 41 años, ha jugado con esta asociación, bromeando para que sus fans se sientan viejos, ¡y sí que funcionó con nosotros!

Macaulay Culkin nació el 26 de agosto de 1980, hijo de Christopher Cornelius "Kit" Culkin, un antiguo actor de Broadway, y de Patricia Brentrup. Al ser uno de siete hijos, Macaulay vivió una infancia modesta. Su hermano menor, Kieran Culkin, dijo a Vanity Fair en 2018 que la familia vivía en un diminuto apartamento en un bloque de viviendas "apenas adecuado para una pareja".

"Era solo un pasillo y no había puertas de separación, excepto en el baño, que no tenía cerradura", compartió Kieran. "Criaron a siete niños en ese apartamento, ¡durante años! No paraban de traer bebés a este pequeño espacio".

Sus padres pasaban las noches en el sofá y trabajaban por turnos para asegurarse de que uno de ellos estuviera en casa en todo momento. Aunque nunca se casaron, vivían como si lo hubieran hecho. Kit era un amante de la actuación, y había pasado por Broadway como estrella emergente en los años 60. Después de ser padre, aceptó un trabajo como sacristán de la iglesia para que los niños Culkin pudieran tener acceso a las tarifas de personal para asistir a la escuela parroquial. Y por su parte, Patricia trabajaba en un servicio de atención telefónica.

Según Emily Gerson Saines, agente y mánager de la familia Culkin desde hace mucho tiempo, Patricia (a la que se refiere cariñosamente como Patty) se tomaba muy en serio su papel de matriarca.

"[Ella] mantenía fuertes valores familiares, como que la familia comiera junta, el árbol de Navidad, el Día de Acción de Gracias", dijo Saines. "Todas estas cosas son importantes para Patty, y se lo inculcó a sus hijos".

Patricia y Kit estaban ansiosos por meter a su prole en el mundo del espectáculo. Según Kieran, los dos buscaban cualquier oportunidad para que sus hijos actuaran. "Los amigos de mis padres dirigían un pequeño teatro llamado Light Opera of Manhattan, y siempre que una producción necesitaba un niño, decían: '¿Qué edad y qué sexo?'. Tenemos siete por aquí'", explica.

Así que no es de extrañar que la carrera de Macaulay como actor comenzara a la tierna edad de cuatro años. La estrella de "Mi pobre angelito" empezó con pequeños papeles en producciones off-Broadway, antes de conseguir papeles más prestigiosos, como el de "Bach Babies" en la Filarmónica de Nueva York. Aunque Macaulay ya estaba consiguiendo numerosos papeles en Nueva York, su familia seguía teniendo problemas económicos. Billy Hopkins, el director de casting que dio a Macaulay su primer trabajo, dijo que incluso llevar al chico a sus ensayos era difícil para ellos.

"Eran tan pobres que tuve que usar mi propio dinero para asegurarme de que podía llegar al ensayo y luego volver a su casa", dijo Hopkins a New York Magazine en 2001. "Macaulay se arrastraba bajo las gradas del teatro para buscar el cambio que se había caído de los bolsillos de la gente. Eran como los Beverly Hillbillies".

Las apariciones de Macaulay en el escenario rápidamente lo convirtieron en un codiciado actor infantil de los años 80. En 1988, ya había conseguido su primer papel en la gran pantalla como Cy Blue Black en el exitoso drama "El cohete de Gibraltar". Al año siguiente, Macaulay consiguió papeles en otras dos películas de gran repercusión, "Amores compartidos" y "Tío Buck al rescate". Luego, con apenas 10 años, el niño prodigio tuvo su gran oportunidad como Kevin McCallister en la exitosa comedia "Mi pobre angelito".

La película no tardó en convertirse en un inmenso éxito. Con una recaudación de 476,7 millones de dólares en todo el mundo, "Mi pobre angelito" fue catalogada por el Guinness World Records como la comedia de acción real más taquillera de su época. También se convirtió en la tercera película de mayor éxito en todo el mundo, solo por detrás de "La guerra de las galaxias" y "E.T., el extraterrestre". Sin embargo, a diferencia de esas películas, no fueron los revolucionarios efectos especiales los que aseguraron el éxito de "Mi pobre angelito", sino la divertidísima interpretación de Macaulay como Kevin McCallister. El actor dice que su fama llegó casi de la noche a la mañana. Todos los niños de su barrio hablaban de él y, de repente, se vio rodeado de cámaras dondequiera que iba.

"Fue una de esas paranoias del tipo: '¡Hay gente en los arbustos! ¡Hay gente en los arbustos!'. Pero realmente había gente en los arbustos. Era ese tipo de cosas", dijo Macaulay a New York Magazine.

Como un chico joven, se sintió incómodo al recibir cada vez más atención. "Los sombreros no ayudan realmente", admitió. "Dicen que si te cubres la frente, cubres el 80% de lo que la gente asocia contigo, pero no funciona. Cuando tenía nueve años, me reconocieron llevando un pasamontañas. Quizá sea por los labios. No podía esconderme del mundo".

Incapaz de escapar de la locura mediática, Macaulay empezó a pasar la mayor parte de su tiempo, cuando no estaba trabajando, dentro del apartamento de su familia viendo la televisión. Su padre dejó su trabajo en la iglesia y se convirtió en el representante de Macaulay, y ambos pasaban la mayor parte del tiempo de viaje. En 1993, el niño se había convertido en uno de los actores infantiles mejor pagados de Hollywood, ganando la impresionante suma de 4,5 millones de dólares por su papel en "Mi pobre angelito 2: Perdido en Nueva York". También había conseguido papeles importantes en múltiples películas, como "El ángel malvado" ("El buen hijo" en España), "El cascanueces" y "Me las vas a pagar, papá" ("Mano a mano con papá" en España). Sin embargo, Macaulay se estaba cansando de la vida en Hollywood; no hay que olvidar que había protagonizado 15 películas en siete años. Sin embargo, eso no significaba mucho para su padre, que estaba ávido de poder.

"Solo recuerdo el momento exacto en que me estaba cansando un poco más, fue durante 'El ángel malvado'", confesó Macaulay. "Ya había hecho una o dos cosas ese año, y simplemente le dije a Kit: 'Escucha, realmente me estoy cansando y no estoy en la escuela tanto como me gustaría; realmente necesito un tiempo libre'. Él dijo: 'Sí, claro', y cuando quise ver estaba en el siguiente set haciendo la siguiente cosa, y simplemente algo hizo clic en mi cerebro: de acuerdo, básicamente no puedo hacer nada para que esto pare".

A medida que la fama de Macaulay crecía, también lo hacía su disgusto por su estilo de vida en Hollywood. Pero en 1994 encontró la forma de escaparse: sus padres se habían separado, así que el joven actor aprovechó la oportunidad para dejar de actuar y llevar una vida de adolescente normal. Asistió a una escuela privada en Manhattan y rechazó múltiples trabajos de interpretación. "Solo deseaba desaparecer de la faz de la tierra", dijo Macaulay a Time en 2001.

En el momento de la separación de Kit y Patricia, Macaulay dijo que no tenía ni idea de cuánto dinero había ganado a lo largo de su carrera realmente.

"Mi padre me escondía los periódicos para que no leyera las cosas sobre él ni me enterara de cuánto dinero yo ganaba", explicó a New York Magazine. "Puedo entender por qué lo hacían. No querían que saliera corriendo para decirles a mis amigos: '¡Acabo de ganar 8 millones de dólares!'".

Pero esa información se volvió importante durante la batalla de sus padres por la custodia de sus hijos. En 1996, él descubrió que valía unos 50 millones de dólares. Pero incluso con tanto dinero a su nombre, la familia no podía acceder a él en medio del proceso judicial en curso.

"Básicamente, tenía millones y millones de dólares en el banco y mi madre no podía pagar el alquiler porque se gastaba todo el dinero en abogados", cuenta Macaulay.

La situación era tan grave que se dio cuenta de que tenía que tomar cartas en el asunto. "Estábamos a punto de ser desalojados de nuestro apartamento. La única forma de acceder a ese dinero era quitar el nombre de mi padre, pero yo no quería que fuera complicado, así que pensé en quitar los nombres de ambos".

Y con eso, la complicada relación de Macaulay con su padre llegó a su fin. A partir de ese momento, fue libre de vivir su vida como quisiera.

Recién a principios de la década del 2000, Macaulay volvió a actuar. Hizo su regreso en el 2000 en la obra del West End londinense "Madame Melville". En 2003, el actor hizo una aparición como invitado en "Will & Grace", como el torpe abogado de divorcio de Karen Walker.

Desde entonces, solo ha aceptado escasos proyectos de actuación y se ha centrado en escoger proyectos que le apasionaran. Creó una banda de rock, The Pizza Underground, en 2013, y lanzó un sitio web parodiando a los sitios de estilo de vida llamado Bunny Ears en 2018. Ese mismo año, Macaulay deleitó a los fans volviendo a hacer su personaje de "Mi pobre angelito", Kevin, en un anuncio navideño para el Asistente de Google.

En la actualidad, Macaulay utiliza su fortuna para seguir sus propios sueños, y muestra poco interés en convertirse en el famoso actor que fue en otra época.

"Me sentí como si un chico hubiera trabajado muy, muy duro y yo heredé todo su dinero. Como que no tenía ningún sentido real", dijo a Ellen DeGeneres en 2018. "Eso me permite tratar todo como un hobby. Hoy en día, no hago nada para mi cena. Así que puedo hacer cualquier tipo de proyectos que quiera hacer, ya sea escribir o pintar o un nuevo sitio web o lo que sea".

Sea como fuere, Macaulay siempre será el chico que dio vida a Kevin McAllister, por lo que puede resultar chocante saber que el verano pasado cumplió 40 años. Para conmemorar su cumpleaños, Macauley escribió en Twitter un mensaje muy considerado y sutilmente divertido para sus fans, burlándose de sí mismo y de todos los demás. Escribió:

"Hola chicos, ¿quieren sentirse viejos?

Tengo 40 años.

De nada".

Simple, pero efectivo. Incluso respondió a su propio tuit, añadiendo:

"Es mi regalo para el mundo: hago que la gente se sienta vieja. Ya no soy un niño, ese es mi trabajo".

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