Jovencito de 11 años llora cuando le piden que abandone un campeonato por ser demasiado "grande" para su categoría
Ene 26, 2020
En una reciente competición de rugby a 15, Leonidas Hinekiteao, de 11 años de edad, quedó devastado cuando las autoridades lo sacaron del campo por ser demasiado grande en comparación con sus rivales. Leonidas fue retirado del juego durante el quinto partido del torneo Springs Seven, en Sídney.
Leo había estado jugando con sus compañeros de equipo en las primeras rondas de la temporada.
Pero en este partido en particular, un árbitro lo retiró del campo antes de que comenzara el saque de salida. El funcionario explicó que Leo era el doble de grande que sus competidores, y que una diferencia de tamaño tan grande iba en contra de las políticas establecidas en los códigos del rugby en Australia, de acuerdo con lo reportado por News.com.au.
En Australia, las normas de tamaño y edad para el rugby establecen que los jugadores de los grupos de edad menores de 15 años deben ser evaluados según su altura y su peso. Esas reglas también indican que los jugadores no pueden participar si su tamaño excede las pautas establecidas. Cuando los jugadores están por encima del límite para su grupo de edad, pueden ser promovidos hasta a dos grados superiores, como máximo.
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En la categoría en la que juega Leonidas, el límite es de 164 cm de altura y 64 kg de peso.
La asociación de rugby de Nueva Gales del Sur emitió un comunicado en el que aprobaron la decisión que tomó el árbitro de retirar al niño del partido, diciendo que era necesario que todos pudieran disfrutar del juego de forma segura.
Sin embargo, a Leo no lo midieron ni lo pesaron durante el juego. El árbitro tomó la decisión basándose únicamente en su apreciación visual.
En Facebook, la madre de Leo reveló que su hijo había sido autorizado por la organización para jugar, y que lo habían asignado a la liga de menores de 12 años. Ella publicó un video en el que Leo aparecía llorando, después de haber sido retirado del partido.
Ayla, la madre del niño, es de Christchurch, Nueva Zelanda. Contó que un oficial se le acercó a ella y le dijo que el "niño grande" no podía jugar más. Todo se debió a una queja interpuesta por el equipo contrario, a pesar de que al niño le habían permitido jugar en esa ocasión.
Señaló que la organización primero aceptó al niño y tomó su dinero, solo para terminar expulsándolo cuando llegó a un partido importante. Fue una mala acción dejar que el niño se preparara y saliera al campo de juego, sin haber determinado correctamente dónde le correspondía jugar por su tamaño.
Leonidas trató de volver al campo de juego después de haber sido expulsado, pero el árbitro dijo que no iba a dar inicio al partido hasta que el niño saliera del campo. Para apoyarlo, sus compañeros de equipo también se fueron con él, y aceptaron perder el partido para poner en evidencia la poca ética de los árbitros.
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