Invitados a una boda rompen en llanto cuando la novia, que estaba paralizada, logra caminar hacia el altar

Ago 16, 2020

Nadie olvida el día de su boda, porque es un momento especial que queda inmortalizado en preciosos recuerdos. A veces, las cosas que más recordamos son las más inesperadas.

Para los invitados y la familia de la boda de Jennifer Darmon y Mike Belawetz, el momento más magnífico fue cuando la novia hizo su gran debut.

Jennifer tuvo un accidente automovilístico y quedó atrapada en una camioneta. Estuvo a punto de perder la vida.

Los paramédicos la llevaron de inmediato al hospital y lograron salvarla. Sin embargo, los médicos le dijeron que tal vez nunca iba a poder volver a caminar, ya que sufrió una lesión en la médula espinal. Paralizada de la cintura para abajo, Jennifer se sintió devastada. Le dijo a su entonces novio, Mike, que podía alejarse de ella si las cosas se ponían demasiado difíciles. Pero él nunca dudó. Tratando de recuperar el uso de sus piernas, Jennifer se sometió a múltiples cirugías y agotadoras horas de terapia física.

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Estaba decidida a caminar hacia el altar el día de su boda, fueran cuales fueran las consecuencias. Hacía sus sesiones de terapia llevando un vestido de novia prestado, para mantenerse motivada. Mike siempre estuvo a su lado brindándole apoyo y ánimo, y no tenía planes de abandonar a su futura esposa.

Mike amaba a Jennifer tal como era, y se comprometió a ser su compañero, aunque ella estuviera en una silla de ruedas por el resto de su vida. Cuando llegó el día del casamiento, todo el mundo se quedó asombrado. Las puertas de la iglesia se abrieron, y Jennifer apareció de pie, vestida de blanco.

Al fondo sonaba la canción Walk With You de Edwin McCain, y así fue como el sueño de Jennifer se hizo realidad. Bajo el vestido llevaba soportes para las piernas. Su padre y su hermano también la apoyaban, sosteniéndola por cada brazo. Ella se dirigió lentamente hacia el altar, para encontrarse con su marido.

Cuando la pareja intercambió sus votos, no quedó ni un ojo seco en la capilla. La consumación de su amor se convirtió en una celebración aún mayor, un verdadero tributo a la determinación de Jennifer. La pareja pudo compartir su primer baile como marido y mujer, como ella siempre había querido.

Sin importar cuán sombrías sean las probabilidades, la recuperación siempre es posible. Difunde esta historia de esperanza y optimismo con tus contactos. ¡Y cuéntanos cuáles han sido tus logros más inspiradores!