Dio a luz a gemelos de "distinto color" y les enseña a celebrar sus diferencias
Dic 10, 2020
En 2016, cuando la fotógrafa Judith Nwokocha, quien vive en Canadá, dio a luz a los gemelos Kamsi y Kachi, se sorprendió al ver que los dos tenían diferentes tonos de piel. Cuando le entregaron a su hija recién nacida, pensó que el hospital había cometido un error.
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Judith Nwokocha, originaria de Nigeria, había anhelado tener una familia con su marido durante años. Después de pasar ocho años intentándolo, decidió hacerse un tratamiento de fertilización in vitro y quedó embarazada de mellizos.
"En el primer ultrasonido se veía solo un feto, pero rápidamente le dije a la doctora que había visto incorrectamente", escribió en un ensayo personal para Love What Matters. "Tenía la seguridad de que había dos niños".
Tanto ella como su marido son de raza negra, así que se quedaron atónitos cuando vieron a los bebés. Kamsi era de piel negra, y Kachi de piel, ojos y cabello claro. Más tarde, a Kachi se le diagnosticó albinismo.
"Me sorprendí, pensé que me habían dado la bebé de otra persona, no creía que fuera mía", escribió.
"Nunca se me pasó por la cabeza que iba a tener un bebé albino, no hay ninguno en mi familia, y en la de mi marido tampoco. Fue una verdadera conmoción para mí. Pensé: '¿Qué están haciendo, por qué me dan el bebé de otra persona?'".
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Según el Daily Mail, al principio los médicos le habían dicho a Nwokocha que sospechaban que los gemelos iban a nacer con síndrome de Down, por el retraso que presentaba el crecimiento de Kachi respecto a su hermano.
"Era muy pequeña, dejó de crecer. Recuerdo que los doctores me dijeron que tal vez no lo lograría. Estoy muy agradecida de que todo saliera bien", dijo Nwokocha. "Al principio no lloró, así que pensé: '¿Qué va a pasar, cómo será?'".
Por fortuna, en palabras de su madre, Kachi resultó ser "perfecta y saludable".
Los médicos diagnosticaron a Kachi con albinismo oculocutáneo, el más común de los dos tipos de albinismo, que se produce en alrededor de uno de cada 18.000-20.000 nacimientos, según albinism.org. Se conoce como albinismo a un grupo de condiciones que hacen que un individuo produzca poca o nada de melanina, haciendo que tenga varios rasgos característicos . Según la Clínica Mayo, los individuos con albinismo también tienen problemas de visión, ya que la melanina desempeña un papel esencial en el desarrollo de los nervios ópticos. Se presenta sensibilidad a la luz, reducción de la nitidez y movimientos oculares involuntarios.
La falta de pigmentación hace que Kachi también sea mucho más sensible al sol, así que tiene que tomar precauciones adicionales a la hora de estar al aire libre. Es una condición hereditaria, y hay un 25% de probabilidades de que un niño nazca con albinismo si sus dos padres son portadores del gen correspondiente. El hecho de que Kamsi y Kachi no sean gemelos idénticos explica por qué solo uno de ellos nació con el trastorno.
Cuando nació Kachi, Nwokocha empezó a preocuparse por si la sociedad iba a aceptar sus "diferencias".
"Como toda madre, yo amaba a mi princesa. Pero su situación me preocupaba", admitió la madre. "Poco a poco la preocupación se convirtió en tristeza, y empecé a cuestionar a Dios, preguntándome por qué me puso en esta posición. Me preocupaba por su futuro, por cómo la trataría la gente, por si sería aceptada".
"Envidiaba a los otros bebés negros, y pensaba: '¿Por qué a mí? ¿Por qué fui yo la que tuvo un bebé albino? ¿Qué hice para que me pasara esto?".
Explicó que al principio ella y su esposo estaban en negación, y empezaron a recibir asesoramiento para aprender a lidiar con el tema. A pesar del apoyo recibido, no dejaba de preocuparse por el futuro de Kachi. Poco a poco, Nwokocha empezó a apartar la negatividad. Empezó a apreciar la belleza de Kachi.
"Empecé a admirar su pelo dorado, sus ojos marrones, sus labios rosados, y todo lo que tenía", escribió la cariñosa madre. "Me di cuenta de lo mucho que llamaba la atención cuando la sacaba a pasear. La gente se le quedaba viendo, y recibía toda la atención".
Kachi tiene problemas de visión y sensibilidad al sol, pero a sus 4 años es una niña feliz y saludable. Aunque todo el mundo voltea a verlos cuando están juntos, Nwokocha dice que los gemelos no notan la diferencia.
"Siempre le digo lo hermosa que es, porque realmente lo es", escribió Nwokocha. "No cambiaría su condición ni por un millón de dólares, porque es perfecta para mí en todos los sentidos. Es cierto que tener albinismo puede ser un desafío, pero le estoy enseñando a ser fuerte y a conquistar todos sus sueños".
Con una madre tan cariñosa como Judith Nwokocha, estamos seguros de que Kachi estará muy bien.
¿Qué piensas del sincero relato de Nwokocha sobre tener un hijo con albinismo? Déjanos tus comentarios, y comparte esto con tus amigos y familiares.