Descubrieron que sus bebés fueron cambiadas al nacer, y tomaron una decisión sorprendente

Sep 29, 2021

Para quererse y apreciarse mutuamente, las familias no necesariamente tienen que compartir lazos de sangre. La idea de familia se basa en que todos nos cuidemos de forma recíproca, y que superemos cualquier desafío juntos. Cuando queremos a alguien como parte de nuestra familia, podemos vencer cualquier temor o incertidumbre, o al menos eso sintieron Marinella Alagna y Gisella Fodera, habitantes de Mazara del Vallo, en Sicilia, Italia, cuando se enteraron de que sus bebés habían sido cambiadas al nacer.

Caterina Alagna y Melissa Fodera nacieron el 31 de diciembre de 1998. Parece que los empleados del hospital estaban muy ocupados celebrando el Año Nuevo, porque confundieron a las dos niñas por error. Las madres se preguntaron por qué sus hijas llevaban ropas diferentes cuando las devolvieron a sus habitaciones, pero la enfermera le dijo a cada una que no tenían nada de qué preocuparse.

Las respectivas familias volvieron a casa, y durante tres años nadie supo lo que había pasado. Pero cuando Melissa empezó a ir al colegio, Marinella se dio cuenta que una niña de su clase era exactamente igual a sus otras hijas. Cuando vio a Gisella, la mujer con la que estuvo en la maternidad, tuvo la corazonada de que algo había salido mal.

Se hicieron una prueba de ADN, lo que demostró que las niñas habían sido intercambiadas. En ese momento, las dos familias tuvieron que enfrentarse a una difícil decisión. Ninguna de las madres podía soportar la idea de tener que renunciar a la niña que había criado durante tres años, pero al mismo tiempo, querían participar en la crianza de su hija biológica. Ante ese dilema, Marinella y Gisella tomaron una decisión inesperada. Llegaron a la conclusión de que lo mejor era criar a sus hijas como hermanas. Iban a vivir juntas los fines de semana, y se verían en los ratos que tuvieran libres. Sigue leyendo para que conozcas más sobre esta sorprendente historia. Así podrás saber cómo estas dos madres afrontaron la situación.

Las madres llegaron a la conclusión de que la mejor alternativa era criar a sus hijas juntas. Sin embargo, no fue fácil llegar a esa decisión. "Reconocí a Gisella Fodera, la madre de Caterina, porque la había conocido en la maternidad. En ese momento empecé a sospechar. Quince días después nos hicimos las pruebas de ADN, y mi mente se quedó en blanco. Me pareció imposible, era demasiado surrealista", confesó Marinella, en declaraciones recogidas por Today UK News.

Ambas madres sabían que no podían dejar de amar a las niñas que habían criado durante tres años, independientemente de lo que dijeran las pruebas de ADN. Gisella añadió: "Yo reto a cualquier persona a criar a una hija durante tres años, y luego renunciar a ella por un simple error". Ante la terrible disyuntiva, las dos madres decidieron hacer algo muy poco ortodoxo.

De la noche a la mañana, las familias Alagna y Fodera optaron por criar a las niñas juntas. "En efecto, las niñas crecieron con cuatro padres y ocho abuelos, y el experimento funcionó", dijo Mauro Caporiccio, autor del libro Sorelle per sempre (que en español se traduce como "Hermanas para siempre"), tal como informa The Times.

Caporiccio añadió: "Decidieron que iban a vivir juntas en su tiempo libre y durante los fines de semana. Las dos chicas fueron compañeras de clase hasta la universidad, y actualmente se consideran prácticamente gemelas. Cuando eran pequeñas siempre querían estar juntas, y eso hizo que los adultos pudieran tomar la decisión con más facilidad".

Cuando las niñas cumplieron los 8 años, les contaron la verdad de lo que pasó cuando nacieron. Pero ellas han dicho que siempre las criaron como hermanas. Cada niña siente que tiene cuatro familias distintas, y las dos están muy contentas con la decisión que tomaron sus madres. Independientemente de los retos que se presenten en el camino, las madres están contentas de saber la verdad y se sienten agradecidas por la oportunidad que han tenido de criar a dos niñas increíbles.

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