Denzel Washington finalmente arroja luz sobre las cosas y acaba con los rumores
Ene 19, 2019
¿Te has cuestionado tus creencias? A muchos nos ha pasado. Tanto si creciste en una familia religiosa o atormentado por preguntas sobre la vida y el universo mientras crecías, encontrar la valentía para escoger un camino y proclamarlo no es algo sencillo.
El actor Denzel Washington está acostumbrado lidiar con las batallas internas de la religión. Aunque estaba en el punto más alto de la fama, no sabía a qué lugar pertenecía Dios en su vida o si en verdad había un espacio para Jesús. Al final, su camino lo ha llevado a generar un poderoso testimonio que orgullosamente está dispuesto a compartir con el mundo, pero antes de que podamos aceptarlo, echemos un vistazo a sus humildes inicios y a la raíz de su vida como cristiano.
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Primeros años
Denzel Washington nació el 28 de diciembre de 1954, en Mount Vernon, Nueva York. Ya que era hijo de un reverendo, el mundo de la iglesia o del cristianismo no le resultaba extraño. Desde el momento en el que pudo hablar, hablaba con Jesús y escuchaba sobre el poder del evangelio. Cuando no estaba en la iglesia, pasaba la mayor parte de su tiempo libre en el salón de belleza de su madre que estaba a la vuelta de la esquina.
El padre de Washington fue pastor por 60 años. Aunque él y su padre compartían un lazo especial, esa cercanía no se traducía inmediatamente a los sentimientos de Washington hacia Dios. A medida que fue creciendo, comenzó a cuestionarse la fe con la que estuvo desde pequeño. Cuando se convirtió en adolescente, Washington salió a las calles y comenzó a vivir la vida de una forma radicalmente diferente a la que sus padres y la iglesia habrían querido para él.
Un estudiante con dificultades
Como un adolescente agitado, Washington pasó la mayor parte de su juventud andando por las calles con sus amigos, echando por la borda al colegio y faltando a clases. El divorcio de sus padres cuando tenía 14 años fue un detonante para mucha ira y confusión de las que un joven Denzel trató de huir. Inseguro sobre cómo canalizar su frustración, el adolescente pasó la mayor parte de su tiempo metiéndose en peleas y juntándose con las personas equivocadas. Su madre se cansó de estos arrebatos y de sus malas notas en el colegio, y lo envió a la Academia Militar de Oakland. Esto fue el inicio de un período transformador en la vida espiritual de ese joven.
El regreso de Dios
La mayoría de las personas que se convierten al cristianismo describen el momento "salvador" en el que sintieron que Jesús entró a sus vidas. Una canción puede haberlos conmovido de una manera inexplicable o pueden haber tenido un encuentro oportuno que los hizo creyentes de por vida. Para Denzel Washington, ese momento transformador ocurrió cuando estaba visitando el salón de belleza de su madre, un lugar en el que pasó gran parte de su infancia.
A los 20 años, Washington había abandonado la universidad con un promedio de 1,7. Tenía pocas o ninguna perspectiva de futuro, así que quedó impresionado cuando una mujer que estaba sentada secándose el cabello en el salón de su madre predijo algo extraordinario. "Jovencito, vas a viajar por el mundo y a hablar con las personas", Washington recitó sus palabras en una entrevista con el St. Louis American. Ella le dijo: "Vas a predicar".
Inspiración y cambio
Las palabras de la mujer se quedaron en el corazón de Washington y lo motivaron a comenzar a estudiar en la Universidad de Fordham. Era un ávido atleta, jugó fútbol y béisbol, y también luchaba por entrar en una liga profesional. Inicialmente planeaba convertirse en médico, pero no sintió que la medicina realmente fuera lo suyo. Luego de que se agotara el combustible que lo impulsó hasta Fordham, Washington se sintió perdido una vez más. Decidió tomarse un semestre de la universidad y satisfacer otros intereses para conocerse más a sí mismo. Se convirtió en el director creativo de arte en el Campamento Sloanne, en Lakeville, Conneticut. Ahí fue su primer acercamiento al arte.
Según el sitio web del Campamento Sloane, la carrera de actuación de Washington comenzó durante una demostración de talento del campamento. Un hombre llamado Miles Joyce se aproximó a Denzel luego de que hiciera su interpretación y le preguntó si había considerado alguna vez convertirse en actor. Cuando Washington regresó a clases unos meses más tarde, decidió estudiar arte y periodismo.
Con un sentido del propósito renovado, Washington se graduó y se ganó una beca para su maestría en el reconocido Conservatorio Americano de Teatro de San Francisco. Sin embargo, antes de poder llegar hasta ahí, la carrera de actuación de Washington despegó. Regresó por corto tiempo a visitar a su familia en Nueva York, pero poco después irrumpió en el salón de la fama por su papel en la exitosa película de Hollywood "Carbon Copy". Luego de cobrar el impulso para aparecer en el centro de atención, Washington participó en decenas de otros papeles principales e incluso terminó ganando un Oscar por Mejor Actor. A pesar de todas sus batallas, Washington dice que Dios nunca se ha rendido con él. Gracias al amor de su Salvador, pudo luchar por su sueño y experimentar la fama y el éxito más allá de lo que se habría imaginado.
Su relación hoy
Ahora Denzel Washington dice que Dios es la razón por la que es tan bendecido en la vida. Su matrimonio con Pauletta Patterson se ha fortalecido por más de 30 años. En una entrevista con Evangelical Focus, atribuye mucho de su éxito como pareja a Dios.
"Número uno: pon a Dios primero en todo lo que hagas. Todo lo que tú crees que ves en mí y todo lo que tú crees que he logrado y todo lo que crees que tengo... Todo eso que tengo se lo debo a la gracia de Dios, entiende eso. Es un regalo".
Aunque Denzel Washington siempre ha sido admirado por su actuación, ahora conocemos otra razón por la cual voltear a verlo. Su confianza inquebrantable en el Señor nos inspira a mirar a nuestras propias vidas y observar más de cerca nuestra propia fe.
¿Tu vida se ha visto cambiada por la religión? Cuéntanos en la sección de comentarios, ¡y no dejes de compartir las palabras de Denzel! ¡Todos podríamos necesitar algo de fe!